Casi nunca fumaba, solo lo había hecho un par de veces, y bueno, aquí estaba, en el cobertizo de la casa. Eran aproximadamente las doce, y hacia mucho frio, a pesar de que llevaba mi suéter y calcetines.
––Con que aquí estabas.
Niall camino con cuidado por el cobertizo para no caerse y se sentó a mi lado, observo el cigarrillo, le di una calada y lance el humo lejos de el.
––¿Cómo me has encontrado?
––¿Te escondías de mi?
Sonreí un poco, el tomo el cigarrillo con suavidad de mis manos y le dio una calada. Lo observe de reojo y suspire, sabia que el hablaría de eso, había estado pensando en excusas que inventarle pero ninguna me parecía la correcta.
Me paso el cigarrillo.
––Es hora de seguir nuestra conversación.
––Realmente ahora...
––Ahora es el mejor momento, adelante, quiero saberlo todo.
Hice una mueca algo infantil, y lance el cigarrillo a la calle desde donde estábamos, este aterrizo en mi césped húmedo y se apago dejando un pequeño humito en el aire.
––¿Qué quieres saber exactamente?
––El porque todos actúan como si te conocieran a pesar de que lo disimulan, el porque tienes un tatuaje con mis iníciales, y el porqué cada vez recuerdo mas y mas escenas nuestras desde hacen unos años.
––Demonios. ––masculle.
––¿Y bien? Espero por ti.
––Vamos adentro.
Me puse de pies y el me imito siguiéndome, entramos por la ventana a mi habitación, solo la lámpara de mesa estaba encendida, me deje caer en mi cama y el se quedo de pies de brazos cruzados.
––Cierra la ventana, la calefacción esta encendida.
El la cerró, me quite los calcetines y el abrigo quedando en camisilla, me saque el jean y me puse un short de tela suave.
––¿Cuándo te dará la gana de empezar? ––pregunto Niall algo irritado.
––A que no te digo nada.
Me miro mal, y le devolví la mirada.
––Empieza. ––gruño.
––Todo paso en el 2009, nos conocimos por medio de Greg, bueno, nos conocíamos desde antes, desde mucho antes, porque yo siempre solia venia a casa de mi tia, entonces, en el 2009, fue cuando realmente sucedió algo amoroso entre nosotros, Greg fue uno de los que ayudo a que esto funcionara, estuve aquí contigo en Irlanda hasta el 25 de diciembre, luego te fuiste conmigo a Estados Unidos, a pasar año nuevo con nosotros, a tus padres no les agrado la idea pero tuvieron que dejarte, y en el camino, cuando regresabas el 2 de enero a Irlanda el avión donde ibas tuvo un percance y no fue muy bueno el aterrizaje que digamos, saliste muy herido y perdiste la memoria.
––¿Qué diablos?
––Callate y escucha.
––Pero...
––Shhh. Bueno, los médicos te trataron pero no pudiste recuperar del todo tu memoria, seguro sabes de lo que hablo porque aun tienes lagunas y no sabes ni recuerdas muchas cosas que digamos, yo perdi toda comunicación contigo, lamentablemente, Maura se lleno de odio y no quería saber nada de mi porque me culpaba de lo sucedido.
Niall se dejo caer en el suelo, se sento mirando la nada como si estuviera intentando encontrarle un sentido lógico a lo que le decía.
––Con respecto a lo del tatuaje, me lo hice aquí, en Irlanda, fuimos juntos a casa de un amigo y el me tatuó.
Niall se paro y me miro raro, su mirada estaba llena de incertidumbre, como si no pudiera creer todo lo que le había dicho.
––Eso no puede ser.
––Lo es, eso fue lo que paso.
Niall pateo la puerta de mi habitación y se fue hecho una furia. Me quede en silencio observando la lámpara de noche y escuche como cerraban de golpe la puerta. Baje corriendo y lo alcance en la calle, le tome un brazo con mi mano.
El se giro y lo bese, sentía el frio en ,los huesos por la poca ropa que traia, subi mis pies en sus tenis y lo bese, ni si quiera se porque lo hice.
––Niall recuérdame. –––dije y lo volví a besar, una y otra vez.
Lo bese mientras lloraba y le pedía que recordara lo nuestro, empecé a mencionar algunos momentos que pasamos juntos y a besarlo, el me sostuvo contra el rodeando mi cuerpo con sus manos y siguiéndome los besos.
––Niall, por favor, por favor. ––dije pegada a el, el tenia que recordarme, tenía que creerme.
––_________ ––susurro.
Me aleje de su rostro, con mis manos a ambos lados de su cara. Recorrí su rostro con mi mirada, a penas estábamos iluminados por la gran farola de la calle, puso una mano en mi cintura y me miro tan intensamente que sentí como todo dentro de mi se volvia loco.
––Niall, recuérdame. ––solloce.
El cerro los ojos con fuerza y luego los abrió.
––Lo siento nena, pero no puedo recordarlo, no puedo creer que haya pasado todo eso entre nosotros.
Sentí como mi corazón se rompía lentamente.