Instinto salvaje

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-No entiendo, es una pérdida de tiempo, ¿Por qué alguien usaría ese aparato para simular una pelea en lugar de entrenarse en la vida real? ¿Qué utilidad tiene eso?

-Empiezo a creer que tú y Jace no son tan diferentes, Alec.

Llevaban varias horas así, Simon y Jordan intentando explicarle qué era un videojuego y por qué a los mundanos les gustaba tanto y Alec encontrándolos cada vez más inútiles. Apenas hacía unos minutos que el morocho acababa de terminarse la última botella de sangre que le quedaba a Simon y estaban esperando a que Raphael llegara. Él había dicho que volvería al anochecer y en los... dos minutos y medio que el sol llevaba escondido, el susodicho todavía no se había presentado y eso estaba empezando a estresarlo.

-Tal vez el problema es que tú eres más de Guitar Hero.

-¿De qué?

-Cierto, podemos jugar eso después, nunca le he podido ganar a Simon en nivel experto, pero es solo por la velocidad de vampiro.

-Claro que no, es porque tú apestas en ese juego.

-¿Si? El día que quieras intenta ganarme en Just Dance sin que te tropieces con tus propios pies.

-Eso también es solo por la velocidad de vampiro.

-¡Ha! ¿Lo ves? ¡O sea que si es por eso que eres mejor en Guitar Hero! Alec, acabas de morir.

-¿Ah sí?

-Creo que deberíamos cambiar de juego.

-Claro Lewis, detenlo justo cuando te voy a ganar.

Alec se puso de pie, dejando el control sobre una mesita y se acercó a la ventana. Se asomó ligeramente como si temiera que el sol decidiera reaparecer de repente y quemarlo de nuevo. Podía ver con claridad todo lo que había en la oscuridad de la calle pero no había rastros de Raphael.

-¿Por qué tardará tanto?

-Tranquilízate Alec, hace muy poco que anocheció, no ha de tardar.

-Además el Dumort no está tan cerca, yo creo que ya ha de venir en camino.

Ambos dejaron los mandos sobre la mesa y se levantaron. Jordan fue a la cocina por algún bocadillo dejándolos solos. Simon se acercó al ojiazul y bajó levemente la voz.

-¿Tienes sed de nuevo?

Alec parecía desesperado.

-No, no es eso.

-Entonces ¿qué pasa? ¿Por qué estás tan ansioso?

El vampiro se lo pensó un momento. ¿Por qué estaba tan desesperado? No lo sabía. Pero algo lo hacía sentir que deseaba ver con urgencia a Raphael, lo sentía casi como una necesidad.

-No sé Simon, solo quiero verlo.- notó la mirada extraña del castaño y añadió- Me refiero a que quiero hablar con él, quisiera que me explicara todo lo que tenga que saber lo antes posible.

-Oh, entiendo.

En ese momento escuchó ruidos provenientes del piso de abajo que lo alertaron. Quien haya sido poco a poco fue haciendo su camino hasta llegar a la entrada del departamento pero fue desde metros antes que Alec pudo captar la esencia del recién llegado. Sintió como si algo lo estuviera atrayendo a la puerta y cuando menos pensó su nueva velocidad ya lo había hecho estar frente a ella sujetando la perilla.

Cuando abrió la puerta unos ojos oscuros le devolvieron la mirada. Se sentía extraño cerca de él, le tranquilizaba su mirada, y eso lo inquietaba mucho. Los ojos de Raphael Santiago sobre él era algo que debería ponerlo alerta, no hacerlo sentir seguro.

TMI: Ciudad de conversiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora