Sueños alados

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Alec se levantó y, con el estómago rugiendo, se dirigió a la cocina. Era un poco temprano todavía, así que sus hermanos no estaban, y decidió empezar a preparar el desayuno.

Después de media hora, Jace se le unió, bostezando mientras se desperezaba, y empezaron a hablar mientras él seguía con su labor en la estufa.

-¿Cómo les fue ayer con la manada de Luke?- preguntó sirviendo huevos en un par de platos.

-Bien- contestó Jace, tomando uno de los platos y empezando a comer- pensé que se iban a poner un poco intensos pero nada se salió de control.

-¿Vieron a Luke?

-No, pero si a Maia- Jace sonrió divertido- y a su exnovio.

Alec lo miró extrañado- ¿Conoces a su exnovio?

Jace seguía sonriendo burlón- Algo así.

Alec rodó los ojos- Conociéndote, creo que prefiero no saber.

-No te preocupes, de seguro Isabelle me va a acusar contigo al rato, pero es algo que pasó hace ya mucho tiempo- terminó, restándole importancia.- Y a ti ¿qué tal te fue? ¿Qué hiciste ayer todo el día?

Alec recordó su conversación con Lily en el parque.

-Nada- desvió la mirada- solo anduve por ahí.

-¿Y hoy también vas a salir?

-No lo sé- respondió- ¿por qué?

-Porque nos falta visitar a un último grupo para terminar con la misión.

Alec ya sabía a quienes se refería.

-Los brujos- dijo con una ligera amargura en su voz.- ¿Cuántos hay en Nueva York?

-Bueno,- dijo Jace sacando un par de papeles de un bolsillo de sus pantalones de cuero negro. Les había costado días enteros localizar a la mayor cantidad de brujos que pudieron en la ciudad, especialmente porque algunos no se alegraban mucho cuando sabían que tenían a cazadores de sombras tras ellos buscándolos- enlistados tenemos a cuarenta y ocho.

Alec lo miró sorprendido. -¿Tantos?

-Vamos hermano ¿qué esperabas? Esto es Nueva York ¿recuerdas? No un pequeño pueblo en Tennessee.

Isabelle llegó, todavía en pijama y con el cabello saliéndose de su trenza. Los saludó y se sirvió un plato de cereal.

-¿De qué hablaban?

-De los brujos.

-Nos podemos dividir, cada quien los atenderá por separado-Dijo Jace, después miró al pelinegro con cautela- Si quieres yo me puedo encargar de cierto gran brujo.

-No te preocupes- Dijo Alec, aunque no parecía que le desagradara la idea- Solo divide la lista y escojamos la nuestra al azar.

-Ya lo hice, pero, ¿no quieres leerlas?

-Vamos, solo dámela- pidió tomando uno de los papeles llenos de nombres y direcciones.

-¿Y si te toca ir con él?-preguntó Jace- Alec, a mi no me cuesta nada...

-No- respondió Alec, rotundo- Solo es mi exnovio Jace- Era la primera vez que lo decía en voz alta, la palabra le picaba en los labios- no por eso me voy a esconder de él.

-Tampoco es necesario que vayas a buscarlo.

-¡No voy a buscarlo!-respondió mosqueado- Solo cumplo con mi deber.

Isabelle y Jace se miraron.

-¿Seguro?

-Seguro- respondió saliendo de la cocina- me avisan a qué hora nos vamos.

TMI: Ciudad de conversiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora