Cedril

Capitulo 64

Se escucharon siete golpes en mi puerta, después dos más. Eso solo significaba una cosa. Harry había llegado por mí.

Tome un profundo suspiro y alise la falda de mí vestido nuevo. Mamá me lo había dado como uno de mis regalos desde que se enteró que Harry me había invitado a salir. Aún era muy temprano yo tenía más o menos dos horas despierta. El poco tiempo que Harry me dio solo sirvió para que tomara una ducha rápida y aplicara solo un poco de maquillaje sobre mi rostro. Mi cabello estaba un poco húmedo porque no pude secarlo completamente.

Me acerque a la puerta y la abrí. Harry estaba frente a mí luciendo demasiado guapo. Traía su típica ropa pero él sabía cómo hacer lucir algo tan sencillo.

-Hola preciosa- me sonrió y estuve a punto de lanzarme a sus brazos. -¡Feliz cumpleaños!- grito y me abrazo alzándome hasta que quede a su altura

-Gracias- sonreír era lo único que podía hacer.

Tomo mis manos y deposito una pequeña cajita plateada. Tenía un moñito rojo sobre la tapa. Era muy hermosa.

-No quiero que lo abras. Aún no- asentí y sonreí.

-¿Qué planeas Harry? Son las diez de la mañana ni siquiera e desayunado-

-Ya lo veras. Y yo tampoco he comido nada-

-Vamos entonces. ¡Mamá me voy!- grite y salimos de mi casa.

Una vez en el auto Harry comenzó a conducir en círculos, le pregunte si se había perdido o algo así pero el simplemente dijo no, solo estoy un poco nervioso.

-¿Terminaste en la escuela?- pregunte para romper el silencio

-Sí, todo genial. Me muero por graduarme-

-Yo también. ¿Ya hiciste planes?-

Manchester apareció en mis pensamientos, los cien mil euros vinieron a colación y era todo perfecto. Mis problemas se solucionaban por completo con ese dinero y entonces Manchester era un hecho.

-Manchester es una gran posibilidad- sonrió de lado y me miro con esos profundos ojos verdes.

-No inventes por favor-

-No invento. Mamá piensa que es genial-

-Sí, es genial-

Harry condujo por la salida de la ciudad rumbo a los raros paisajes debido al clima.

-¿A dónde vamos?- el picnic que habíamos tenido hace tiempo no había estado nada mal y parecía que esos eran los planes.

-Haremos un picnic-

-Por supuesto que si-

Nos detuvimos de lado de un lindo árbol Harry coloco una manta sobre el césped y saco una canasta concomida.

-¿Tienes hambre?- me pregunto y se sentó junto a mi

-Un poco- admití ayudándolo. En ese momento note que traía otra cajita en sus manos, de color rojo con un moñito verde. ¿Otro regalo?

-Aquí tienes- dijo entregándomelo

-¿Uno más?- dije examinándolo, lo moví de un lado a otro para ver si podía averiguar de qué se trataba, pero no percibí nada.

-Lo abrirás hasta que yo te diga-

-No me gusta que me des órdenes-

-Claro que te gusta, te gusta todo de mí-

-Sigue soñando, Styles-

Nos sentamos y comenzamos a hablar sobre mi tema preferido, la universidad, Manchester, vivir sola, la independencia. Harry parecía estar hablando enserio sobre estudiar ahí, me parecía más que perfecto. Podía imaginarnos a ambos lleno a la universidad juntos a inscribirnos, preparándonos para las pruebas de admisión, mudándonos juntos. Aunque no viviendo juntos, simplemente haciendo el viaje en su auto.

-No entraras a Manchester jamar si sigues faltando a clases para irte a fiestas- dije terminando un sándwich delicioso que la mamá de Harry había preparado.

-Yo no falto para ir a las fiestas, falto porque las fiestas terminan muy tarde-

-Eres un sínico-

-Por lo menos no lo niego.- sonrió y se acercó un poco a mí.

Sabia cuáles eran sus intenciones, conocía perfectamente ese brillo en sus ojos, tomo mi mano y me jalo para que estuviera más cerca, hundió su rostro en mi cuello y lo escuche suspirar profundamente, paso su mano por mi mejilla y sonrió, su aliento recorrió todo mi rostro, sus labios rozaban los míos, -Quiero besarte- dijo sobre mi barbilla. Tome su rostro y lo alce para unir nuestros labios. Nos besamos hasta que nos cansamos, reímos, charlamos y comimos mucho.

Tres horas después Harry volvía a tener hambre asique fuimos al centro comercial y comimos pizza.

-¿Quieres verla?- dijo Harry cuando me sorprendió viendo el cartelón de batman vs superman

-Es una estupidez- respondí ruborizada porque me descubrió, en realidad solo lo miraba porque superman es demasiado guapo, pero eso no tenía por qué decírselo.

-Nada es una estupidez si se trata de Superman, baby- sonrió y me jalo para entrar al cine.

A la mitad de la película note que Harry sacaba una caja como las de antes pero esa era delgada, como un rectángulo y esa si había cabido perfectamente bien en el bolsillo de su pantalón. La curiosidad me mataba pero no abriría sus regalos hasta que el me digiera porque al paso que iba podía no entender nada si los abría

-No lo abras...

-Hasta que tú me lo digas, ya se- sonreí y lo tome, las otras cajitas las había dejado en el auto de él porque no llevaba bolso, solo mi celular en la mano.

Miramos el resto de la película en silencio, me encanto, me fascino, la ame. Varias veces mire como reía por mis expresiones, pero no me importaba la película era buena y me gustaba, no me molestaba por demostrarlo.

Salimos del cine y entramos al auto, Harry me dio un tierno beso en la frente. Demasiado tierno para mis gustos.

-¿Qué?- dije cuando no dejaba de mirarme.

-Quería resistir, pero no puedo más. Hannah, ¿Quieres ser mi novia?-  mis ojos se abrieron a tope, sentí mis mejillas calentarse, mis manos comenzaron a sudar en milésimas de segundos. Mi boca se secó completamente, Harry me miraba con los ojos aún más abiertos que los míos, esperaba mi respuesta. Y yo quería responderle, verdaderamente quería gritarle un si con todas mis fuerzas, pero mi lengua se enredó dentro de mi boca seca y lo único que pude hacer fue toser.

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