Capitulo 24

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–Es que yo……….tengo que decirte algo importante– dijo y me miro a los ojos

–Ya me lo dirás después cuando traiga ropa puesta y tú no estés en ese estado– sonreí divertida y señale la parte que cubría con su chaqueta.

Harry estaba bastante sonrojado se mirada tierno, no sé por qué estoy pensando esto exactamente, debo estar completamente loca, primero lo odio porque me olvido y me hizo llorar, luego tengo ganas de verlo, ahora me parece demasiado tierno para ser real.

Aunque la causa por la que se está  sonrojando no es nada tierna.

SI.  

Estoy completamente loca por pensar que Harry es tierno cuando claramente intenta cubrir su erección.

–Ya vete– Harry hizo una mueca de lado y se levantó para salir de mi habitación, pero dejo la puerta entre abierta,  puedo ver su sombra y sé que esta recargado sobre el pasa manos de las escaleras.

–¡Cuidadito con que me mires Styles!– grite y escuche su risa levemente nerviosa

–¡Me muero por hacerlo!– respondió el imbécil

–¡Shh!– le respondí, es que en serio es un idiota ¿Cómo se le ocurre gritarme eso cuando mi mamá esta en cualquier parte de la casa?

Estoy completamente segura que mi madre lo escucho, oh por dios, ahora tendré que soportar tenerla prácticamente encima durante quien sabe cuánto tiempo, la conozco perfectamente sé que insistirá e insistirá hasta que le cuento todo lo que Harry me dijo y el por qué nos estábamos gritando esas cosas.

Resignada tome mi ropa interior, la cual había dejado sobre mi cama, en la cual Harry estaba sentado hace unos minutos.

¡Oh por dios!

¡Harry vio mi ropa interior!

–Trágame,  tierra– susurre dándome un leve golpe en la frente

Más sonrojada que nunca tome mi ropa y lentamente y con calma me la puse, no era una ropa muy glamurosa, más bien es mi pijama, la saque antes de entrar  a la cucha  y nunca imagine que Harry vendría a mi casa, y mucho menos que miraría mi ropa sobre mi cama y me miraría a mi mojada y cubierta solo por una toalla , tal vez debería ponerme otra cosa, ya que esta pijama solo está reservada para esos fines de semana cuando sientes impulsos por correr a tu cocina tomar un cuchillo y cortar tus venas.

Dramático. Sí. Pero  he pasado por tantas cosas en mi vida, he sufrido tantos malos tratos gracias a los estúpidos que dicen ser adolescentes  que he pensado hacer eso y más en más de una ocasión pero siempre me detengo.

Siempre he pensado que es porque soy demasiado cobarde como para suicidarme, pero también me han dicho que soy demasiado fuerte como para caer por algo tan insignificante.

Sobre mi ropa interior me pongo mis pantalones de franela rosas con cuadros blancos y la blusa blanca de tirantes,  pienso en usar toms pero me decido y uso mis pantuflas.

Después de cepillar mi rebelde cabello castaño lo dejo suelto para que se me seque solo y decido dar la cara al idiota de Harry.

Abro la puerta y me encuentro a mi madre platicando animadamente con el imbécil, sonríen y ella parece una adolescente, Harry le dice algo que no alcanzo a escuchar y ella le da un golpe en un hombro como si fueran viejos amigos

–¡Mama!– le digo y atraigo su atención

–¡Hannah!  Por fin sales– observa mi ropa y la sonrisa que tenía hace unos segundos desaparece por completo al ver mi ropa, ella sabe perfectamente que solo la uso cuando me siento mal y ahora después de durar años esperando reencontrarme con Harry y me entero de que el me olvido no me siento mal. No.  Me siento terrible.  –Hija…..¿Estas bien?–

CedrilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora