La alarma sonó por tercera vez y tuve que levantarme, gemí cuando aleje mis calientes sabanas y el frio matutino de Londres me saludo. La noche anterior me había dormido con una gran sonrisa en el rostro debido a la tarde genial que había pasado al lado de Harry. Después de dejarme en la puerta de mi casa Harry subió a su auto y aun no lo había encendido cuando recibí un WhatsApp de él. Dure más de tres horas hablando con él por WhatsApp y no tenía idea de lo divertido que podía ser.
Una vez que termine de ducharme y cambiarme tome mi mochila y baje para encontrar a mamá sentada tomando té.
-Buenos días madre- la salude con una sonrisa.
La relación entre mi mamá y yo había estado deteriorándose un poco y mi constante estrés por culpa de Harry tampoco ayudaba mucho, pero ahora me sentía tranquila y en paz, y ella no me había hecho nada últimamente así que también estaba bien con ella.
-Hannah- dijo simplemente con la mirada perdida
-¿Qué pasa Miranda?- dije sonriendo
-Soy tu madre.- me reprendió
-Lo se mamá. ¿Enserio que pasa?-
-Nada. Solo pienso. En ti, en que ya se acerca diciembre, ya entraras a tu último semestre y estas a un paso de Manchester-
-Si es que logro entrar- susurre
-Claro que lo lograras, ¿aún no has recibido nada?- negué con la cabeza porque no quería pronunciar esas palabras. En caso de que mi solicitud a Manchester fuera rechazada tendría que estudiar aquí en Londres. Y a pesar de que la universidad en la ciudad de Londres era un sueño hecho realidad para cualquier adolescente extranjero para mí era como más de lo mismo. Nací y crecí en Londres quiero, necesito y deseo ir a Manchester, pero con el reloj avanzando y la fecha límite de respuestas acercándose estaba temiendo no ser aceptada en mi escuela soñada. Sabía que aún tenía tiempo hasta febrero para ser aceptada pero sin embargo un gran porciento de respuestas ya fueron enviadas desde que comenzó el otoño. Mi inseguridad estaba despertando y mis nervios junto con ella.
-Aun podrías quedarte… vivirías aquí y no tendrías que viajar ni nada- mamá se encogió de hombros y susurro lo último. Desde que había enviado mi solicitud a la universidad ella había estado insistiendo en que debería quedarme aquí. El sueño de mi vida es ir a Manchester y el sueño de mamá es que no tenga que mudarme nunca.
-Ya hemos hablado sobre eso, mamá- dije tomando mi celular
-Lo sé, lo sé. Pero aquí estarías muy bien, no tendrías que mudarte, ni pagaría tu departamento y con el dinero destinado para pagarlo podría comprarte un auto para que vayas a la escuela, no tendrías que trabajar para pagar tus gastos porque vivirías conmigo, yo te daría todo hija-
-Mama! Ya hablamos sobre esto, ya tome mi decisión. Y es tarde, me voy- coloque mi mochila y me acerque a la puerta.
-Lo siento Hannah. Ten un buen día- grito
-Está bien. Tu igual- grite en respuesta.
Comencé a caminar a la escuela como de costumbre y de pronto una llamada interrumpió la canción que estaba escuchando. Una imagen de Harry sonriendo apareció toda la pantalla e ilumino lo que llevaba de día.
-Hola- dije cuando respondí
-Hannah grey- dijo él y pude escuchar una sonrisa en su voz
-Esa soy yo. ¿Qué pasa?-
-Estoy aquí linda-
-¿Aquí?- pregunte
-Si- respondió
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Cedril
Fiksi Penggemar¿Porque el insistía tanto? ¿Es tan difícil entender la palabra "No"? Obra registrada en safe creative bajo el Código: 1406181278617