Kyuhyun se removió en su cama mientras se quejaba por la repentina luz del sol, era molesto, se sentó en la cama mirando alrededor de la habitación ¿Cómo había llegado a casa?, lo último que recuerda es el beso que le dio a Sungmin antes de dejarlo libre, después volvió a un bar y no supo cuánto bebió, solo que lo hizo hasta que logro olvidar sus problemas.
Las cosas habían cambiado... y eso era tan triste
Extrañaba tanto al rubio, tanto saber que lo tenía para el que él era su dueño. Se preguntó muchas veces si él había encontrado a alguien más, si sus padres solo fueron la excusa perfecta para que le dejara porque en realidad no sabía en que se había equivocado, no supo de donde tuvo las fuerzas para decir que esperaba que fuera feliz aunque no fuera a su lado, era tan triste tan solitario.... Sin su dulce Sungmin ya nada tenía sentido ¿Dónde quedo todo? ¿Dónde quedaron aquellas miles de promesas que iban a cumplir? ¿Dónde quedo la historia de casarse y ser feliz?, en la nada, porque el protagonista de todo ello le había dejado, sin un porque solo, le había dejado.
Y en ese momento Kyuhyun no sabía que era lo peor, si no tener al rubio o que el haya acabado con la relación tan fuerte que habían formado sin más, las cosas ya no eran las mismas, y el castaño se estaba dejando embriagar por la ira que sentía.
¿Acaso eso era amor?, Sungmin nunca lo amo, si ese hubiera sido el caso no hubiera acabado con su historia, no habría roto el lazo fuerte que habían construido con el pasar de los años. Las cosas, el tiempo, los besos, todo.
El rubio quiso olvidar todo eso, entonces tal vez, se arrepintió de amarle, tal vez solo jugo con su estúpido corazón en todo el tiempo que estuvieron juntos ¿acaso no era injusto? Él había vivido en un mundo de mentiras, simplemente todo lo que creyó que era perfecto había sido una mentira
- Quisiera odiarte pero no puedo-suspiro
Cerro sus ojos abriendo la ventana, dejando que el frio viento de una mañana en Seúl tocara su rostro, lo buscaría y hablaría con él, así sea le agradecería por todos los momentos que le brindo y por hacerlo feliz durante un tiempo, solo si lograba volver a verlo.
Alguien golpeo su puerta, la mujer que lo había engendrado lo miro con cierta tristeza y dejo un desayuno que no pensaba comer sobre la mesa del ordenador.
- ¿Cómo te sientes?
- No recuerdo nada ¿Qué sucedió?- pregunto Kyuhyun a su madre mientras se sentaba nuevamente
- ¿no recuerdas nada? ¿nada de lo que me dijiste ayer?
- Solo recuerdo que bebí hasta que mi dolor quedo saciado pero después de salir del bar mi mente se quedó en blanco ¿Qué ocurrió?
- Tú me dijiste que...-la mujer se arrepintió-que te sentías muy cansado y querías dormir, yo asentí y te ayude a entrar a tu habitación entonces después de ponerte ropa cómoda deje que durmieras
- A fue eso
- Kyuhyun, querido-se sentó en la cama mirándolo-¿Por qué bebiste tanto anoche?
- Porque perdí algo que verdaderamente amaba y que tal vez siga amando por un buen tiempo
- Hay que dejar lo que no quiere estar con nosotros, tal vez algún día por cosas del destino se vuelvan a encontrar. Y si ese objeto o esa persona esta destinada para ti las cosas cambiaran
- No lo creo, las cosas ya se han terminado y él lo ha querido así
- ¿el? ¿el quien?
- No tengo porque ocultarlo más, tenía una relación a escondidas desde hace dos años. Amo a Sungmin pero el no quiso seguir más porque no éramos de los mismos mundos él y yo no somos iguales y sobre el amor estaba su mundo y mi mundo. Sobre nuestro amor estuvo todo lo que nos rodeaba y el decidió que dejáramos las cosas así porque tal vez nunca seria aceptado. Es tonto, demasiado tonto de su parte, yo si estaba dispuesto a hacer todo por él, tenía tantos sueños y esperanzas y el único futuro que me imaginaba era a su lado pero madre el que sea de familia prestigiosa y tenga unos padres tan diplomáticos y exigentes me han hecho perder lo que tal vez era lo único que realmente sentía que estaba conmigo. He perdido a Sungmin por el mundo en el que resido, por mi posición social... y si lo pierdo a él lo pierdo todo
