Kyuhyun termino el beso cuando la respiración se agotó en sus pulmones, había sido de esos besos que toda las parejas que se han separado se dan cuando no se han visto por mucho tiempo, cuando la distancia condena sus almas cautivas en amor presa de miles de tristezas y heridas. Y allí estaba el, Lee Sungmin como un ángel, desde que sus ojos lo habían visto con esas prendas no podía apartar los ojos de él, no dejo de observarlo en ningún minuto ni siquiera cuando los empresarios más ricos y fríos de todo Seúl se le habían acercado. No era tonto, Kyuhyun conocía muy bien a Seung Woo, era uno de los jóvenes más prestigiosos de toda corea, su familia poseía cantidades de sucursales y eran asquerosamente unos ricos envidiosos, repudiados por la mayoría de los presentes en la fiesta pero como tal la ironía nunca faltaba, la hipocresía en el mundo de la codicia por el dinero era la reina y eso el castaño lo sabía perfectamente.
Seung Woo era una persona controladora uno de los jóvenes más seguidos tanto por chicas como por chicos, el nunca duraba más de una semana con alguien, se aburría pronto cuando en los 7 días de aquella semana había gozado de todo el sexo perverso que solía utilizar. A él le iba la dominación... el dolor, muchas veces había escuchado de personas que habían pasado por su cama cuan duro podía ser y que detrás de esa sonrisa dulce se encontraba el peor de los demonios.
"cuando quiere algo o a alguien lo obtiene" "siempre suele acercarse a su víctima y armar una conversación normal pero después los invita a tomar una copa y terminan en su cama", eso era lo que todo el mundo sabía de aquel chico por ello cuando lo vio cerca de Sungmin no pudo controlarse. Era suyo, el rubio le pertenecía y le valía mie**a lo que pensara la gente, si alguien se atrevía siquiera a tocarlo se iba arrepentir.
Cuidaría a su hijo, y cuidaría a la persona que amaba.
Aun le dolía que Sungmin no haya querido que se enterase de la criatura y no terminaba de entender la razón del porqué. Simplemente a veces ese rencor actuaba por el causando lágrimas en el menor ¿Cómo evitarlo?, no podía perdonarlo aún, así lo quisiera más que a su existencia había un rencor en su pecho y debía opacarlo para poder seguir como una familia
- No te acerques a Seung Woo, y no es una sugerencia-susurro con voz posesiva y dominante cerca de los labios de Sungmin, quien aún tenía sus ojos cerrados y sus labios rojos y acorazonados algo húmedos por el beso, dios era tan provocativo...Kyuhyun contuvo sus ganas de volverlo a besar
- ¿celoso?-pregunto Sungmin aun con sus brazos en el cuello del mayor-pensé que solo te importaba nuestro hijo
- eso no importa, solo obedece
- ¿Por qué?
- Porque eres mío, MI prometido y pronto MI esposo, estas esperando un hijo MIO y me amas Sungmin me amas
- Es cierto te amo-Kyuhyun sonrió levemente cuando el rubio lo reconoció
- ¿quieres bailar?
- No se hacerlo-confeso-pero supongo que mi maestro me enseñara otra clase nuevamente
- Así que lo recuerdas-lo tomo de la cintura atrayéndolo a su cuerpo
- Como olvidarlo, realmente quería decirte que estaba en cinta ese día, la cita había sido perfecta pero me puse nervioso...tenia miedo al rechazo-Kyuhyun le dio un giro y lo dejo conversar, no tenía nada que perder al escucharlo-entonces tu madre llamo, se te veía muy feliz hablando de un futuro perfecto, uno lleno de viajes y de aventuras que querías cumplir. No quería destruir tus sueños, no por nuestro bebe
- No lo harías- Kyuhyun se detuvo y levantó la quijada de Sungmin para que este lo mirara- hubiera sido feliz entonces, mi sueño siempre había sido casarme contigo y tener una familia ¿en que iban a cambiar las cosas?