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El rubio se encontraba en el balcón mientras miraba la noche, estaba nervioso. Hasta el momento todos los preparativos de la boda estaban en orden a pesar de que su madre y su suegra no coincidieran en muchas cosas, ciertamente no había hecho nada. En cuanto a su embarazo progresaba muy bien, trataba de no sobre esforzarse y se estaba alimentando. Tendría una cita en la mañana para verificar que todo estuviera en orden por su luna de miel, cada día se sentía diferente y esa etapa que estaba viviendo era hermosa al menos para él.

En cuanto a Kyuhyun este era el más cuidadoso de los dos, ni siquiera dejaba que bajara las escaleras si no se apoyaba de su brazo, sería un esposo atento y eso le gustaba.

Pronto serian padres

Sungmin sabía que lo que le esperaba cuando naciera él bebe y durante su embarazo no sería fácil, pero lo tenía a él, a la persona que amaba por sobre todas las cosas, ese que siempre lo acompañó cuando se sintió solo. Si Kyuhyun no hubiese aparecido en su vida se preguntaba que estaría haciendo en ese momento, no sería feliz, eso era seguro. Porque cuando sus padres decidieron irse a Estados unidos de manera permanente el decidió quedarse en Seúl, aprender a ser independiente y ser un chico de bien. Sin embargo no contó con el abandono de sus progenitores, los primeros meses todo era bien, cada semana se comunicaban y estaban hablando seguido vía email, pero después de los dos meses las cosas cambiaron, de 4 llamadas en el mes ahora solo era una y muy corta. Las conversaciones no se daban, de repente Sungmin sintió que entre la relación de el con sus padres se había formado una gran barrera que no sería capaz de destruir. Y eso fue lo que paso, con el tiempo se fue adaptando a la idea de un saludo frio y el aviso de que la cuota mensual ya había sido depositada a su cuenta de ahorros.

Y perdió aquel amor, el amor de una familia unida. Pero conoció otro, uno más grande, que lo hacía sentir más especial. Kyuhyun le demostró que se puede amar de muchas maneras, con el castaño se atrevió a explorar lugares y momentos que no creyó explorar cuando era más centrado en su familia.

Sungmin se enamoró, ambos se enamoraron del otro aunque la relación no haya empezado bien.

Y en dos días darían ese paso importante, aquel donde unirían su amor para siempre y criarían al fruto del mismo que yacía en el vientre del rubio.

Ese ser que sin haber nacido ya lo amaban con locura.

Por instinto acaricio su vientre, el frio de la noche le acaricio la perlada piel. A penas era un bulto visible, se podía decir que en ese momento aún no había tenido muchos cambios. De Ryeowook no podía decir lo mismo, era claro el estado en el que se encontraba y que pronto iría a los 5 meses de gestación, Sungmin conto su tiempo, pronto también pasaría el primer trimestre del largo camino.

- Está haciendo frio, deberías cubrirte-se sobresaltó al escuchar la voz de su pareja mientras este lo abrazaba y unía sus manos en las que ya yacían en el vientre hace unos minutos causando que estas se entrelazaran entre si

- Kyu si te ven aquí nos van a regañar

- Necesito que las próximas 48 horas pasen rápido, realmente tu madre y la mía juntas dan más miedo que una banda de mafiosos

- Tienes razón-exclamo sonriendo-es por eso que te digo, si aprecias tu vida debes salir de aquí antes de que no te encuentren

- Están durmiendo por lo que no se darán cuenta

- ¿hablas enserio?, eso dijiste hace unas noches y casi nos matan esas mujeres

- Realmente no entiendo todo esto de que será la noche más especial si estamos separados

Inside Of MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora