Un suspiro salió de sus labios, olvido en qué hora del día se encontraba cuando las manos del hombre que amaba volvieron a acariciar su suave piel, el momento en el que todo quedo atrás y se enfocó en el deseo que despertaba con creces cuando la boca húmeda del castaño viaja a lugares inimaginables causando que su cuerpo desnudo se retorciera entre las sábanas blancas. Un gemido anuncio la fascinación de aquella caricia cuando la lengua de Kyuhyun entro a su boca saboreándolo con un descaro exquisito del cual nunca se iba a quejar en lo que le quedaba de vida, tras todo el tiempo separados, aunque no fue mucho ambos se necesitaban. Eran como el aire que utilizaban para poder respirar. Sungmin abrió su boca con deleite contagiándose del sabor único de la boca de su esposo, las manos viajaron por la espalda desnuda y juro dejar marcas de sus uñas levemente largas.
Kyuhyun lo giró dejándolo de lado, no sentía vergüenza, lo único que sentía era el placer invadiendo cada poro de su piel sensible causando que quisiera detener segundo a segundo el contacto de aquellas manos majestuosas.
Una de sus manos se posó en su vientre abultado, sintió la primera vez aquel dolor maravilloso el dolor de la primera patada de su hijo.
Ambos soltaron una exclamación de alegría sin dejar ir la pasión del momento. Kyuhyun le sonrió con una dulzura jamás vista expresando lo feliz que estaba de aquel instante, el instante en el que todo lo malo había sido resuelto y el momento en el que eran una pareja con un bebe en camino uno que poco a poco iba creciendo siendo un pequeño ser que sería la prueba de su amor más adelante.
Sungmin se acostó boca arriba sobando la parte en la que segundos atrás su bebe hizo saber que estaba tan feliz como ellos de que volvieran a estar juntos, fue allí cuando se dio cuenta que su vida había cambiado para bien, el bien de estar junto a la persona que amaba y compartir el sentimiento de orgullo que se percibía tras la idea de ser unos padres, primerizos pero que juntos aprenderían a ser los mejores.
Enredo sus dedos en los cabellos castaños volviendo a suspirar, nunca sería tan feliz como en aquel momento cuando se entregaba a su todo y le demostraba que era el, que siempre seria él el primero y el único en su vida.
El tiempo pasaba, cada día eran más viejos pero sin duda en aquel momento serian felices a pesar de tener varios obstáculos esperándoles.
- Min
Unos pocos días se convirtieron en siglos llenos de tristeza y soledad, podía ver aun los golpes de aquel instante curándose y entonces entendió lo que Heechul trato de decirle el día que huyo de casa, jamás volvería a dejarlo por más dolorosa que fuera la situación nunca volvería a huir.
La persona que luchaba por él estaba a su lado en ese instante, siempre había sido el motor que lo impulsaba a seguir a pesar de los momentos difíciles que tuvo inclusive antes de quedar en cinta.
Su bebe era la razón por la que siguieran juntos, no solo como amigos y amantes si no como una pareja casada capaz de seguir y superar todo a cambio de ser felices.
Su respiración se agito cuando los besos de Kyuhyun descendieron, el apetito sexual estaba volviéndolo loco y ahora que lo tenía casi a sus pies no podía detenerlo, quería que Kyuhyun lo poseyera y gritar cada vez más fuerte al ser penetrado. Aun así recordó que debía calmarse, no era solo en en ese momento, una vida estaba formándose en su vientre causando que su cuerpo comenzara a tener algunos cambios más visibles.
Kyuhyun tomo su miembro y lo humedeció con su saliva, Sungmin gimió tan fuerte que juro ser escuchado en toda la casa, sus mejillas enrojecieron e instintivamente deseo que aquel contacto persistiera hasta poder llegar a su límite. El castaño volvio a retomar la caricia causando de aquel sufrimiento un inevitable placer, el rubio se movió en su boca
