Cho Kyuhyun era alguien conocido por su paciencia, a sus 19 años ya estaba casado y tendría
Un bebe. Sin embargo jamás perdió el control de las cosas ni el amor que sentía hacia el rubio, pero de repente sentía su corazón herido, quería retroceder el tiempo justo en el momento que decidió seguir a su pareja para asegurarse de que llegara a salvo. Ahora simplemente la imagen de su marido besándose con otro se repetía una y otra vez en su cabeza burlándose de él.
Dio tres pasos hacia el frente, Sungmin lo observaba sorprendido pero no veía nada de lo que él hacia cuando le besaba. El rubio solo tenía un gesto de alguien que se encontraba terriblemente asustado.
No lo dudo, tomo al rubio entre sus brazos, lo beso sin miedo alguno, diciéndole a la otra persona como era un beso con amor. Sungmin le correspondió sin dudarlo y solo allí entendió que para este no existía nadie más.
Entonces se separo
Su mirada se volvio hacia Seung Woo, el hombre tenía la boca abierta, como si no hubiera esperado que eso sucediera. Pero no lo dejo parpadear, se abalanzó sobre él y lleno de furia descargo toda la impotencia que sintió minutos atrás
Sus oídos fallaron
De su boca salían las palabras más dolorosas que existieran
Lo quería matar, absolutamente nadie tocaba lo que era suyo y Sungmin lo era. ¿Que debía hacer para que ese hombre entendiera que el rubio no estaba solo?
Si, dudo, pero en el fondo conto los escasos segundos que duro el contacto. Las palabras del rubio llegaron a su mente "confía en mí, jamás te haría algo tan bajo como serte infiel, tú me has dado todo lo que necesito. Y por sobre todas las cosas te amo como nunca he amado a alguien"
- Kyu, detente por favor
Hizo caso omiso al mensaje, recibió unos cuantos golpes del hombre que yacía bajo el pero eso no le importo, nadie se entrometía en su vida matrimonial. Habían sufrido demasiado antes de poder llegar a ser completamente felices, era hora de que pasaran sus días juntos, que vieran crecer aquel fruto de su amor día a día. Aunque estaba ese obstáculo, amenazándole, diciéndole constantemente que su mundo se desboronaría a sus pies cuando menos lo esperara.
- Amor ese no eres tú, cálmate
De nuevo ignoro las palabras
Si hubiera algo que no le molestara sin duda se detendría, pero quería hacerle entender a Seung Woo que no conseguiría su vida, no lograría llevar a Sungmin a su lecho y nunca conseguirá el amor de su rubio
Era demasiado egoísta para permitirlo
- Te vuelves a acercar a mi esposo y no vuelves a ver la luz del sol imbécil
- Alguien está enojado
- ¿Qué tengo que hacer? ¿tengo que romperte todos los huesos para que entiendas que él es mío?-siseo con voz seca golpeándole las costillas-Para mí será un placer acabar contigo, ver cómo te retuerces en dolor es la recompensa por todas esas amenazas estúpidas que me has estado haciendo
Sungmin era ahora su esposo y ante todo juro respetarlo y protegerlo, ahora lo estaba haciendo. Cuando un golpe llego a su estómago jadeo de dolor, fue girado por su contrincante y este golpeo su rostro con la misma ira que él lo hizo segundos antes. Sungmin gritaba, la imagen de la persona que amaba llenando su rostro de lágrimas lo partió en dos. Detuvo las manos de Seung Woo en las suyas para evitar otro golpe y se preguntó lo que estaba haciendo.
Seung Woo pareció entender el acto, con la dignidad que le quedaba se levantó de su regazo y fue hacia su auto. Kyuhyun vio al vehículo perderse entre la carretera, justo cuando las personas que disfrutaban de la pelea también desocupaban el lugar.
