Capitulo 24

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  No sabía donde ir, pero no podía estar caminando en círculos furiosos alrededor de la cafetería a menos que quisiera añadir a mi larga lista de títulos ser mentalmente inestable. Así que, tragué mi orgullo y mi opinión de que Taylor podría ser la mujer más manipuladora que jamás haya caminado sobre la tierra, dirigí mi trasero de vuelta a su mesa.

—No esperaba verte de nuevo —Taylor dijo, crujiendo una zanahoria y dándome una mirada que hubiera aplastado a una mujer más pequeña.

—¿Por qué? —dije con toda la indiferencia que pude— Te dije que sólo quería decir hola a un viejo amigo.

—Eso fue un infierno de hola —Taylor dijo, en un tono irritante, antes de tomar un sorbo de bebida dietética. El grupo de chicas sentada a su alrededor, no eran tan genéticamente bendecidas, pero aún así suficientemente bonitas para mirarme con sus narices quirúrgicamente moldeadas, riéndose en sus latas de bebida dietética.

—Fue lo que fue, Taylor —dije, tirando de una silla y sentándome. No necesitaba una invitación para sentarme— Fue un infierno de despedida.

—No se vio de esa manera —ella dijo, mirando por encima de mi hombro.

Dándome vuelta en mi asiento, encontré a Justin en el lugar exacto en donde lo dejé, mirándome con una intensidad que nunca experimenté antes, me miraba como si le importara una **** lo que pensaran de él haciéndolo.

Volteándome de vuelta, traté de mirar como si nada. —Ah, Taylor, no lo sé. Estoy segura que toda la gente sabe que las apariencias engañan —sacando una manzana de mi bolso, hundí mis dientes en ella, y le di una sonrisa desafiante.

—¿Qué significa? —ella dijo, inclinándose hacia adelante.

Yo estaba enojada con la persona equivocada, lo sabía, pero había sufrido bastante en la vida para reconocer esa pequeña **** cuando lo vi, y esta chica era la reina de lo pequeño. —Te tomaré a ti, por ejemplo. Alguien como tu, bonita en una tradicional, cirugía —una combinación de inhalación se extendió alrededor de la mesa— pone a todos lejos y osa palabras como mitigar, bueno alguien así no esperas que sea tan insoportable o desagradable.

—Hola, señoritas —un recién llegado interrumpió, dando un codazo a un par de chicas con la boca abierta antes de detenerse detrás de la silla a mi lado— ¿Está ocupado ese asiento?

Negué con la cabeza, poniendo la botella de agua en mi bolso. Sonrisa demasiado brillante, rayas muy rubias, bronceado demasiado falso, camisa demasiado planchada. Atractivo de una manera muy vainilla y definitivamente no en un modo atractivo para mi.

—Tú debes ser la chica de la que todos hablan —él dijo, sentándose. Risas se extendieron en la mesa. Su rostro se puso rojo, dándose cuenta de su error. —O sea, todos hablan en el sentido de que eres la chica nueva —aclaró, lo que no hizo nada más que ganar otra ronda de risas en la mesa.

—Claro que es lo que quieres decir —Taylor dijo en voz baja.

Él le lanzó una mirada de dame-un-respiro antes de mirarme. —Soy Sawyer —él dijo, sonriendo con esa artificial sonrisa blanca— Sawyer Diamond.

Oh, hombre. Incluso su nombre era demasiado.. molesto. Si papá se enteraba de que iba a la escuela con un chico de apellido Diamond, él iba a hacer un matrimonio por conveniencia. Su ____ en el cielo.... con Diamond.

—____—dije, tomando un sorbo de mi agua, recordándome que hacer decisiones precipitadas con el calor de la ira era siempre una mala idea. La próxima vez que me encontrara alejándome de alguien, daría un millón de vueltas antes de sentarme en esta mesa de nuevo.

—____—él dijo, sacando un sándwich de su bolsa de almuerzo— Un bonito nombre para una bonita chica.

Yo estaba en medio de rodar los ojos cuando sentí una figura siniestra cerniéndose sobre mí.

—Estás en mi asiento, Diamond.

No miré hacia atrás. No lo necesitaba. Reconocería esa voz si la oyera en mi otra vida también.

—No me di cuenta que este asiento hablara —Sawyer se retorció en su asiento, cuadrando sus hombros.

—Tu error —Justin dijo, agarrando el respaldo de la silla de Sawyer— Haces mucho de ellos ¿no?

Sawyer se paró, dando vuelta hacia Justin. Él no era tan alto como Justin, pero cerca, y estaba lejos de ser tan completo como Justin.

—¿Con cuidado de no expandirlo, Bieber? —él dijo, cruzando sus brazos.

—No realmente —Justin dijo, mirando a Sawyer a propósito— Tú y yo sabemos de lo que estoy hablando.

Tenía el presentimiento que estaba apunto de añadir una pelea en la cafetería en la lista de cosas que solo ocurren en los reality, y aunque estaba muy enojada con Justin, no podía quedarme mirando como lo llevaban a golpes de nuevo. Apareciendo, me deslicé entre los dos. —Me voy. Puedes tomar mi asiento si quieres —no lo miré a los ojos. No quería recordar a lo que estaba dando la espalda. Sin otra palabra, me aleje, saliendo de la cafetería, a un ritmo más bajo que el trote.

Clash - Justin BieberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora