Taylor Smith es sinónimo de problemas. Aunque muchas veces también se la asocia con un chico. Siempre tuvo un carácter fuerte, por lo que si te metes con ella debes tener cuidado. Sin embargo, todo cambia en cuanto asiste a aquella fiesta de cumplea...
El viento continúa golpeando mi rostro y ondeando mi melena castaña. Ahora mismo, tengo frío. Ahora mismo, tengo hambre. Ahora mismo, quiero volver a casa. Pero... ¿dónde se han metido Rachel y Julie? Necesito encontrar a ambas para poder continuar con los retos, sino me quedaré a pasar la noche aquí. En esta oscura calle, llena de hombres vagos y borrachos, pervertidos y ladrones. En verdad, quiero largarme de aquí.
—¡Boo! —Eso es lo que oigo y lo cual hace asustarme del miedo. ¡Mierda, hasta tiemblo del susto! Me sobresalto y pego un pequeño brinco desde mi puesto.
—¡Carajo! ¡Me han asustado! —exclamo golpeando en la frente de cada una con mis finos y largos dedos.
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Ya casi aparcando en una desolada calle, Rachel toma del bolsillo de su campera deportiva su anotador —en el cual tiene escrito todos los desafíos—.
Este desafío consiste en tomar pequeños papeles para escribir en ellos nombres de chicos, en este caso, debemos escribir todos los aquellos que van con nosotras a Middleton. Rachel escribe los nombres y Julie y yo la ayudamos con ello. Siendo sincera, no me agrada la idea de salir con un chico, pero le he prometido eso a Rachel y sino, se decepcionaría de mí y bla, bla, bla. Lo de siempre.
Finalmente, mezclo todos los papeles dentro de mi mano y la extiendo para que cada una tome un papel.
—Digan en voz alta los nombres de los chicos que les toca —digo con frialdad. Ni que me interesara aquello, pero debo actuar como si así fuese.
—Ryan Evans —responde Julie con tono autoritario, como si eso hubiera querido que sucediera.
Observo de reojo a Rachel que luce más pálida de lo normal, su mirada deja un vacío profundo que pensar y se muestra algo decepcionada. ¿Pero qué le sucede ahora?
—Hmm... ¿Rachel? ¿Te sucede algo? —cuestiono preocupada y de forma lenta para que puea oír mis palabras.
—Sí, es que Ryan es mi novio y.... son los celos —admite en tono quedo y encogiéndose de hombros. Al parecer, no le agradó mucho la idea de que Julie saliese con su novio.
—Oh... Si quieres tomo otro papel. No importa —le dice Julie a Rachel para que no se preocupara y se quedara tranquila.
—No, no. Está bien, sal con él. Es sólo un reto, Julie.
Luego, es el turno de Rachel para agarrar un papel de mi puño. Lo toma y abre, lo observa detenidamente y noto el momento justo cuando sus pupilas se dilatan.
—Dilo —le ordeno con ojos suplicantes, sé que no quiere admitirlo por miedo a lo que yo iría a responderle. Pero qué va.
—Jason Smith —musita por lo bajo.
Aprieto fuertemente mis puños y mi mandíbula con fuerza, haciendo que mi rostro se transformara en diferentes tonos rojizos.
«No estoy enojada. No estoy enojada. No estoy enojada».
