T R E I N T A Y C U A T R O

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T R E I N T A   Y   C U A T R O

Un halo de luz se deja traspasar mediante la ventana de mi habitación a causa de las cortinas corridas hacia un lado. Llevo mi dedo pulgar hacia debajo de mis ojos quitándome las secas lágrimas que quedaron tras dormir luego de mi fiesta de cumpleaños.

De pronto, la puerta de mi cuarto es tocada. Me recompongo sobre mi cama con la cabeza apoyada en el respaldo de ésta.

—Rachel ha venido a verte, mi cielo —me avisa mamá y deja pasar a mi amiga. Luego, mamá se retira; dejándonos a Rachel y a mí completamente solas.

Pego palmaditas sobre mi cama para que Rachel se acomode en ella.

—¿Cómo te encuentras? ¿Te sientes bien? ¡Ay esa no es una pregunta! ¡Claro que no lo está, Rachel! —Comienza a murmurar cosas mi rubia amiga y por último se da un golpe sobre su frente.

—Estoy bien.

Una sonrisa se desprende de sus labios. Acto seguido, saca de una bolsa las cosas que carga sobre su muñeca derecha.

—Bien, por eso te traje un pote lleno de chocolate como a ti te gusta por si tienes hambre. También una caja de pañuelos por si quieres y necesitas llorar. Y...., por último, mi Tablet para que puedas ver películas y series en Netflix.

Muerdo mi labio inferior y frunzo el entrecejo evitando reírme, mas no lo consigo.

—Estoy bien —le repito negándole con la cabeza—. Espera, ¿tú no te quedarás conmigo hoy en mi cumpleaños? —Logro hacer un tierno puchero.

—¿Con la fiesta de anoche no te fue suficiente? —cuestiona riéndose y yo me carcajeo—. Lo siento, Tay. Pero debo hacer cosas, tengo prisa.

Asiento cabizbaja y decepcionada. Rachel se despide de mi con un beso en la frente. Mas, antes de que se fuera, la detengo justo de espaldas en la puerta de mi cuarto.

—Aguarda... —Ella se voltea a verme, apoyando su mano en el umbral—. ¿Elliot está muy enojado conmigo?

Ella intenta sonreír al menos un poco.

—No lo sé, pero dice que no está afectado a causa del beso. —Asiento y me cruzo de brazos tomando la Tablet entre mis manos para ver alguna película—. Tay, ¿te doy un consejo? Intenta hablar con él.

Con la mirada perdida, asiento y me muerdo mi labio inferior. Dejando todas las cosas de lado, me quedo quieta y con los ojos más allá del horizonte pensando acerca de lo que anoche ocurrió.

De pronto, nuevamente alguien toca mi puerta dejándose ver mi mamá a través del umbral de la puerta.

—Tay, linda... —murmura acercándose hacia mi cama y sentándose en ella. Toma mis manos entre las suyas y las envuelve cubriéndolas por completo—. ¿Quieres contarme acerca de lo acontecido? —No hay mejor que oír su dulce y compasiva voz. Por un momento, dudo en hacerlo; mas me aflojo, teniendo así las agallas para contarle.

—Ayer... Durante la fiesta, besé a James Wilson porque creo que me gusta y él está enamorado de mí. Pero, de pronto, Elliot nos ve y creo que está enfadado.

Mi voz suena quebrada al decir todo aquello. Mi mamá asiente y me regala una de sus sonrisas que tanto me encantan y disipan siempre el dolor que retengo. Mas no dice nada. Creo que quiere que continúe contándole acerca de cómo yo me siento al respecto y demás detalles.

Me levanto de mi cama para dirigirme hacia mi ventana. Me quedo parada, con los brazos cruzados y mordiéndome las uñas, contemplando el día lluvioso que hace hoy.

Ella es el chicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora