Taylor Smith es sinónimo de problemas. Aunque muchas veces también se la asocia con un chico. Siempre tuvo un carácter fuerte, por lo que si te metes con ella debes tener cuidado. Sin embargo, todo cambia en cuanto asiste a aquella fiesta de cumplea...
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D I E C I N U E V E
Normalmente, cuando te despiertas quieres continuar durmiendo... Claro, pero eso no es lo que justamente hoy está sucediendo conmigo. No, quiero rápidamente despertarme y que todo eso haya sido una estúpida pesadilla. Pero claramente mis pesadillas se están convirtiendo en una realidad. Algo perturbador, lo sé. ¿Y saben qué fue lo que realmente ocurrió? Bien, se los contaré.
Un brazo —mejor dicho, el de Elliot— permanecía alrededor de mi cintura como si nada fuese a importar. Mi cara yacía plácidamente en el pequeño hueco de su cuello, pudiendo apreciar su exquisita fragancia. Nuestros cuerpos se encontraban muy aproximados el uno al otro, demasiado apretujados. ¿Qué rayos sucedió anoche?
Mis labios quedan ligeramente entreabiertos y mi ceño fruncido, intentando recordar qué ocurrió ayer a la plena luz de las velas. Lo único que quisiera saber es que no hayamos hecho algo tan alocado que me pudiera arrepentir hoy o el resto de mi vida, y más allá de ella. No me doy cuenta cuando mi mano sin querer roza su cuerpo, haciendo que éste se mueva y despierte.
—Lo siento... —susurro con una leve sonrisa—. ¿Cómo es que llegamos a quedarnos en esta posición anoche?
Él chasquea la lengua, puedo notar ojeras debajo de sus ojos como bolsas flotantes que lo único que hacen es llamar la atención de las personas —siempre lo hacen—.
—No recuerdo nada —responde de inmediato.
—¿No crearás que...? —comienzo a decir, hasta que soy interrumpida bruscamente por él.
—No, no, no —niega rotundamente con la cabeza—. Para nada —afirma asustado.
—Oh, bueno. Solo pregunté, ya que podría ser una remota posibilidad. Aunque no creo que me deje caer ante tus redes tan fácilmente —alego retándolo con la mirada, provocando que una risita saliera de su boca.
—Eso es lo que tu piensas, pero eres más fácil que escribir la palabra 'casa' —dice y eso fue producto de que lleve mis brazos y los acomode en forma de jarra.
