Su cuerpo es estampado contra la pared del baño, mientras observa a Ruben quitarse su polo con rapidez. No evita morder su labio al ver el torso tonificado de su novio, y su mentó es alzado uniendo sus labios en un apasionado beso, en el cual un combate de lenguas se da.
Los labios del castaño bajan por el cuello del pelinegro, su lengua traza finas líneas moldean sus clavículas, y su mano se pasea por el pecho del ojinegro desabotonando su camisa en pocos segundos. Miguel se la desquita con agresividad, y los labios de Ruben vuelven a hacer un camino por cuello.
Los gemidos del ojinegro se escuchaban en los baños, y ningún alma paseaba por los pasillos y así se salvaban de ser escuchados.
Ruben deja de pellizcar uno de los pezones de su novio, para bajar sus pantalones a la par que Miguel cae de rodillas al suelo. Un bulto grueso sobrepasaba la tela de su bóxeres azules, y el ojinegro dio una sonrisa inocente pasando sus dedos sobre la ropa interior contraria. Ruben yacía con los ojos cerrados, su piel ardía con los toques del ojinegro y alzaba las caderas buscando más contacto con los dedos de su novio.
Frustrado, toma del cabello a Miguel y alza su cabeza.
—Será mejor que empieces a hacer algo, o daddy te castigará.
Miguel muerde su labio al escuchar aquellas palabras de los labios de su novio, y ahoga un gemido mientras asiente ante sus palabras. Se acomoda frente a las piernas de Ruben, y pasea su lengua por la tela, mientras que su mano derecha juega con el elástica de la ropa interior.
Las manos del ojiverde apretaban con fuerza el cuero cabelludo contrario, y mantenía los ojos cerrados esperando el siguiente roce, el sudor comenzaba a hacerse presente y sólo podía contar los segundos mientras el placer nublaba su mente con rapidez.
Miguel se deshace de la ropa interior, y toma el pene de Ruben—el cual estaba erecto—, mientras su lengua pasa desde la punta hasta la base. Ruben gemía sin secas, deleitándose del cosquilleo en su vientre y de la tibia lengua que se paseaba por su miembro.
—No me hagas esperar, métetelo a la boca—ordena mientras toma una mejor posición, así Miguel tendrá mejor opción de acomodarse y hacer que aquel gran volumen entre en toda su boca.
Con miedo coloca el miembro en su cavidad bucal, la punta del pene choca su campanilla y sus ojos empiecen a humedecerse por el dolor. Mientras más va succionando, las horcadas comienzan a hacerse presiente mientras su novio gime de placer cada cuenta.
—¡Oh dios, justo ahí!
El ojinegro aumente la velocidad, y comienza a masajear la base mientras succiona con rapidez siente aquel líquido tibio gotear en su boca.
Ruben estaba por correrse.
Deja de succionar para lamer la punta con rapidez, el agarre en su cabello disminuye y aumenta la velocidad el triple.
—¡O-Oh, d-diablos!
Escucha a Ruben gemir, y es lo único que sus oídos logran escuchar después de sentir el semen de su novio en su busca mientras baja por su garganta. Relame sus labios, y levanta la mirada encontrándose con los ojos verdes de Ruben, brillando con fuerza.
Miguel se levanta, y ambos se funden en un beso más pacífico. El castaño podía sentirse así mismo en la boca de su novio, pero no le importó.
Lo único que importaba es que en verdad estaba cayendo por Miguel.
Y debía hacer algo respecto a la apuesta Mark, porque era claro que lo que sentía no era sólo un juego.
[He publicado una novela, se llama Give Me Love y, espero que les haya gustado el smut.. No soy buena para eso]
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Hickeys|| Rubelangel
FanfictionCuando algo es tuyo, nunca dejas que alguien lo tome sin tu permiso. Y eso Ruben lo tiene más que claro.