25 de mayo del 2000:
Los civiles comenzaban a reunirse en la superficie de los albergues. Algunos ancianos necesitaron ayuda para subir a los camiones y los heridos fueron llevados con cuidado.
Jeimi aún seguía cansada por el parto y casi no tenía fuerzas.
—No creo que pueda —dijo a Edward—. Estoy muy débil para caminar.
—Te conseguí algo —dijo Ryan con una silla de ruedas—. Creo que te servirá.
—Carga al bebe por favor —dijo Edward entregándole el bebe a Ryan—. Yo la ayudare a sentarse.
—Será mejor que yo valla con ustedes —dijo uno de los médicos—. Solo por si acaso.
—Gracias —dijo Jeimi.
Ryan cargaba al bebe y lo arrullaba para que durmiera. Edward al ver esto dejo escapar una sonrisa.
—Quien diría que se pareciera a ti —dijo Ryan—. ¿Cómo lo llamarán?
—Lo llamaremos Andreu —dijo Jeimi—. En estos tiempos de guerra ese nombre le queda muy bien.
—Debemos irnos ya —dijo Brook.
Edward comenzó a mover la silla de ruedas y todos subieron el ascensor.
—Deberá ser difícil, ¿no creen? —dijo Brook.
—¿Qué cosa? —pregunto Ryan.
—Criar un bebe en estos tiempos.
—Sabremos manejarlo bien —dijo Jeimi.
Al salir del ascensor todos abordaron los camiones y los militares comenzaron a cuidarlos. Estuvieron atentos a cualquier tipo de amenaza.
Cuando los camiones llegaron a la zona de los campos minados se detuvieron en seco. Los militares sacaron sus armas y dispararon en donde detectaban minas. Todas las minas quedaron desactivadas y los camiones siguieron avanzando.
Cuando llegaron al transportador Justin estaba esperándonos afuera.
—Necesito que entren grupos de veinte personas —dijo cuando los militares bajaron.
—Entiendo —dijo Brook.
Brook comenzó a organizar a todos y poco a poco fueron entrando.
—¿Tu eres Jeimi? —pregunto Justin acercándose a su grupo.
—Si —contesto la chica.
—Ya veo por qué Edward se comía las uñas por encontrarte —dijo Justin y Jeimi comenzó a reírse—. Me esperaba a una mujer linda pero superaste mis expectativas.
—¡Oye tranquilo! —dijo Edward y todos comenzaron a reírse.
Jeimi era una chica hermosa. Su cabello era de un color castaño casi pelirrojo, sus ojos eran verdes muy brillantes y su estatura era promedio.
—Me gustaría quedarme con ustedes pero tengo trabajo que hacer.
Justin se alejo de ellos y entro en la sala. Un grupo de veinte personas lo siguieron.
Pasaron alrededor de cinco horas y la noche ya había llegado. Solo faltaban diez personas en entrar. Entre ellos estaban Edward, Ryan, Jeimi, el médico y el bebe. Brook se quedaría a esperar los refuerzos.
—Justin —dijo Edward—. ¿Qué pasará con el bebe? Esa cosa baja los niveles de azúcar y el es un recién nacido.
—No te preocupes —respondió—. Me temía esto y prepare algo especial que él puede tomar cuando sus niveles de azúcar se reduzcan.
Justin saco un biberón con algo que parecía ser leche.
—Es leche común —dijo—. Pero agregue mas compuestos para que tengan los niveles de azúcar que el necesita. Lo probé con los bebes que fueron transportados anteriormente y funciono perfectamente.
—Eso me tranquiliza más —dijo Jeimi.
—Bueno, ya solo quedan uste... —una bomba estallo a veinte metros de nosotros.
Los militares rápidamente levantaron sus armas.
Cincuenta helicópteros nazis se divisaron a lo lejos. Otra bomba cayó, esta vez a diez metros de nosotros.
—¡Corran dentro! —grito Justin.
Edward llevo a Jeimi corriendo lo mas que pudo y Ryan sujeto fuertemente al bebe y este comenzó a llorar. A sus espaldas comenzaron a salir unas criaturas muy extrañas, eran nessies y comenzaban a formarse en el lugar donde estallaron las bombas.
Los militares comenzaron a dispararles a los nessies y en ese momento un misil mando a volar uno de los camiones.
Justin y los demás entraron corriendo y sin aire a aquella sala. Justin inmediatamente activo el camuflaje y el escudo de la sala.
—Bien —dijo Justin—. Esos nazis no lograran vernos.
Dentro de la sala había cinco personas más y estas se alteraron al escuchar las explosiones.
—Comenzare con esto de una vez —dijo activando el transportador—. Todos intenten no moverse tanto.
Esa hora fue la más larga de su vida. Afuera podían escuchar gritos de dolor, desesperación y angustia.
—Señor presidente —dijo un nazi—. El Reino Unido ya es nuestro.
El final de este "libro" ya esta muy cerca. Bueno ya saben que si les gusto voten, comenten y compartan.
ESTÁS LEYENDO
Biologic War
Science FictionDespués de la Segunda Guerra Mundial la paz reino en el mundo. Sin embargo había quienes no estaban conformes con el resultado. 55 años fueron suficientes para guardar ese rencor oculto e iniciar una Guerra Biológica. Muchas gracias a _BehindThe...