"Ver A Shin-chan"

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Los besos y carisias continúan, Takao aún con la imagen de Midorima en su mente. Le encantaban aquellos toques, aunque se sintieran diferentes.

—Mgh. Takao —y aquello rompe el momento, al abrir de nuevo los ojos se topa con la imagen del bailarín —. ¿Sucede algo? —Pregunta extrañado pues Takao se ha alejado.

—Lo siento yo... no puedo hacerlo —se coloca la camisa y del bolsillo del pantalón saca una hoja doblada en dos partes; también toma su chequera y escribe la cantidad antes de firmarlo —. Aquí tienes —le extiende ambos papeles.

—¿Qué es esto? —Desdobla la hoja leyendo por encima.

—Es un documento de confidencialidad. Cuentas algo de lo que ha pasado aquí y puedes perder hasta tu vida —le amenaza mirándole de la manera más dura posible.

El bailarín acepta la pluma que Takao le extiende y sin dudarlo firma el documento, al fin de cuentas ya ha conseguido una buena cantidad de dinero y un revolcón con uno de los famosos más importantes e influyentes de Japón, eso sí, no rompería su pacto de silencio.

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Takao sale del cuarto con el documento en mano, había sido un estúpido al creer que podría olvidar a Midorima acostándose con otro, ¿qué era lo que le pasaba? Ese mocoso se las iba a pagar, y muy caro.

—¡Ey Kagami, nos vamos! —Le exige a unos metros de distancia.

El pelirrojo asiente separándose y despidiéndose de los dos hombres que tiene a los lados, corre hasta alcanzar a su amigo. Ambos salen hasta llegar al estacionamiento, suben al auto deportivo y es hasta entonces que rompen el silencio.

—¿Qué ha sucedido? Duraste muy poco

—No pude —responde sin mirar a su acompañante.

—¿No pudiste? ¿A qué te refieres con eso?

—¡Que no pude ¿bien?! —Grita exasperado ocultando su rostro en el volante.

—¿No se te paro? Oh Dios Mío, ¿a Takao Gigoló Kazunari no se le paro?

—¡Yo no he dicho que no se me paro! Simplemente no pude. En cuanto vi que no era Shin-chan yo... m-me detuve —explica avergonzado. Nunca le ha pasado algo como eso y contar que por primera vez se ha detenido por culpa de un estudiante sin chiste... es como perder su virilidad —. No se sentía igual a como lo hago con Shin-chan

—Sigo estupefacto. Estas enamorado Takao —sonríe burlón.

—¿Qué? ¡Claro que no!

—Claro que sí. Antes no te acostabas con una misma persona más de una vez, y ahora viene este chico y le buscas hasta por debajo de las piedras, y ahora te acuestas con un tipo buenísimo y te detienes porque según tú "No se siente igual a como lo haces con Shin-chan". Es más que obvio —explica con algo de burla.

—Yo... no estoy enamorado. Ta-tal vez porque Shin-chan siente algo por mí que se siente tan bien el sexo con él —se encoje en su asiento mirando el logotipo al centro del volante.

—Sí, puede ser. ¿Nos vamos? —Takao asiente antes de encender el motor del auto y arrancar.

Mañana sería otro día y podría ir a exigirle una explicación a Midorima por su trato tan frío y distante con él, no le importaba si quedaban en buenos términos o no, lo único que quiere es que le diga el motivo por el cual le evita.

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—¿Y? ¿Cómo me veo? —Takao gira en su propio eje mostrando el conjunto negro con detalles en azul, el uniforme de Seirin.

"Daяe MØ βetā" (PremiosKnB2017)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora