—A ver, a ver, a ver. ¿Qué está pasando aquí? —Coloca las manos en la cintura, mirando a todos los presentes, ceñuda —. ¿Quién eres tú y como has entrado?
—Mi nombre es Midorima Shintaro y entré por las escaleras de emergencia. Ahora, ¿ustedes me dirán ¡qué es eso de que se separan?! —Se gira a enfrentar a Takao.
—No tengo nada qué explicarte —le da la espalda, una sonrisa bailotea en sus labios, tendría qué hacerlo sufrir un poco más.
—¿Qué? Maldición Takao, no seas infantil. ¡Todo es un desastre! Necesito explicaciones! —le toma de los hombros para mirarle de frente.
—Pu... pues...
—Alto. ¿Quién te crees tú para pedir explicaciones?
—Soy el presidente del club de fans —Riko levanta la ceja
—¿De verdad? Creí que el presidente sería una chica. Bueno, tengo unas cuantas llamadas qué realizar —se va a otra habitación con celular en mano.
—Takao, ¿me explicarás o tendré qué sacarte la verdad a golpes?
—Tú no harías eso —se cruza de brazos, sonriendo pícaro, casi retándole
—¡Todo está arreglado! —Entra Riko de nuevo con una mueca de victoria plasmada en el rotro
—¡¿De verdad?! —Kagami corre hasta una de las ventanas, subiéndose al sofá para abrir de par en par las cortinas —. ¡Genial, ya no estaos situados!
—¡Se dice sitia...! Estúpido Bakagami —insulta Riko en voz baja al verlo escapar a quién sabe dónde —. Bien, yo me voy, tengo cosas importantes qué hacer. Ha, y Takao. ¡Alejate de los menores de edad! —Regaña antes de salir y cerrar con un portazo.
—Igual nos vamos
—Pe-pero...
—Dije que nos vamos, Miyaji —le toma del brazo, arrastrándole fura de aquel departamento.
En silencio, se quedan Midorima y Takao, el primero quería seguir insistiendo, pero de antemano sabe que Takao no abriría la boca.
—Es una estrategia —murmura con la cabeza gacha, jugando con sus dedos.
—¿Estrategia?
—Sí. Publicitaria —con una sonrisa enorme se dirige a uno de los estantes del librero, saca una cajita de acetato y se la extiende a Shintaro —. En un mes más sacaremos nuevo disco —avisa emocionado, dando saltitos y aplaudiendo
—¿"Nos Separamos"? —Lee la portada algo extrañado por el título tan inusual
—Sí, sí. Lindo, ¿no? Tú me inspiraste —se abraza a su cintura, mirándole desde abajo —. Gracias Shin-chan —se alza de puntitas regalándole un beso en la barbilla.
—Ah, s-sí. De nada, supongo
—Eres el primero que se entera, así que ni abras el pico —se coloca el índice en los labios en señal de silencio
—De acuerdo. Sólo si me dejas quedar con el disco
—¡Eso no es justo Shin! —Regaña en un mini berrinche. Sonriendo, se inclina para besarle. Un día fuera de casa no le afectaría, ¿o sí?
.
...
.
Shintaro suspira y sonríe, baja la mirada para dar media vuelta y caminar en dirección a una sola persona, un azabache con un pañuelo amarrado a la cabeza color azul con conejitos; porta también unos lentes de sol para guardar la 'identidad', aunque tenga aquella camisa holgada de tirantes con pequeños agujeros que ha utilizado en uno de sus tantos conciertos. Midorima lo sabe porque es el atuendo que más ha amado, y porque también salió en una revista. Cambia su rostro a uno serio.
—¡Shin-chan! Oh. ¿Pasó algo malo? —Baja la paleta observándole con pena
—Sí. Terrible —suspira con pesadez —. Ya no podremos vernos Takao
—Ay Shin, lo siento tanto —se acerca para brindarle un abrazo.
—Está bien. He quedado —sonríe al sentir cómo Takao se remueve mientras le insulta
—¡Me has asustado!
—Lo siento, lo siento. Sólo quería divertirme un poco —tomándole del rostro le planta un apasionado beso —. Eres muy atractivo cuando haces esas escenas de niño pequeño
—Ugh. Cállate idiota —tomándose de la mano salen de las instalaciones —. Oye Shin-chan. ¿Vamos a celebrar?
—Primero tengo qué decirle a mis padres. Takao —llama después de un corto silencio
—¿Si Shin-chan?
—Y si... bueno, es sólo si tú quieres. Es... una idea. Pero si no estás cómodo con eso yo lo entenderé y...
—Shin-chan, basta. No habías hablado así antes —frunce el ceño —. ¿Qué sucede?
—Bueno... —carraspea y se acomoda las gafas —. ¿Y si te presento a mis padres? Y-ya llevamos un buen tiempo y... n-no sé. ¿Qué dices? —Gira para mirarle de frente. La expresión de Takao es algo confusa por culpa de los lentes de sol, pero sabe, por las cejas levantadas y la boca levemente abierta, que está sorprendido.
—Shin-chan. ¿Lo dices de verdad?
—Creo que ya es tiempo —afirma apretando más el agarre entre sus manos. Dando un gritillo, Takao salta para colgarse de su cuello, levantando las piernas para doblarlas hacia atrás.
—Sí. Qué buena idea. Sí, sí, sí. Pero... ¿y si no me aceptan? —Hace un gesto lastimero —. Has dicho que a tu madre no le caigo bien y, bueno, la última vez que vi a tu padre creo que no le agradé. Shin-chan, ¿podemos esperar un poco más? —Sonríe, apenado.
—Todo el tiempo que quieras —toma el rostro de Takao, acariciando sus mejillas y besando sus labios de manera lenta —. Te amo —Takao sonríe abrazándose más a su cuello para continuar con un ósculo más profundo y apasionado —. Igual tengo qué darles las buenas nuevas, ¿te llevo a tu departamento?
—Nop. Tomaremos un taxi, debo ir con los chicos para planear la rueda de prensa para lo del disco y hablar de la gira —suspira —. Se han acabado mis vacaciones —se queja recargando la frente en el pecho contrario.
Shintaro suspira rodeando la espalda de Takao, su vida juntos, aquel cuento de hadas se ha terminado; Takao debe volver a su vida de glamour, de giras, de entrevistas, de conciertos y él... a su aburrida vida de estudios y de rutinas. Nunca había odiado tanto aquella vida.
.
.
Shintaro entra a su cada decaído, en el trayecto estuvo pensando tantas cosas que ha ignorado olímpicamente a Takao. Demonios, aún no comenzaban las giras y ya estaba preocupado, ¿y si encontraba a alguien mejor que él? ¿Y si le dejaba antes de irse? ¿Y si lo de la última vez se repetía? No podría resistirlo, de verdad que no, su corazón ya ha sido sanado, otro golpe como el último y se mataría; lo juraba.
—¿Shintaro? —Despierta para dirigir su mirada hacia las escaleras, observando a sus padres y hermana bajar —. ¿Cómo te ha ido? —Sonríe dejando atrás el último escalón.
—Bueno... tendrán un médico más en la familia —anuncia.
Los señores Midorima sonríen orgullosos, abrazan a su hijo, felicitándolo. Se lo esperaban, pero eso no quita la sorpresa y el entusiasmo.
—Siempre he creído en ti hijo. Bien, vamos a celebrar esté gran logro, ¿qué les parece?
—Me encanta la idea —besa la mejilla de su hijo, peinando aquel flequillo hacia un lado, dejando su frente despejada.
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NOTAS DEL AUTOR: ¡PAREN TODO! OMG, adivinen quien está de vuelta con una actualización :,D Espero mantener el ritmo, actualizar cada semana y todo eso Últimamente estoy sin cero motivación D.: ¡AYUDA! T0T Bueno, espero que les haya gustado, blah, blah, blah. Votos y comentarios son bien recibidos. *Besos homo*
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"Daяe MØ βetā" (PremiosKnB2017)
Hayran KurguShintaro es un joven fanático de "Daяe MØ βetā", una banda de talla mundial, es un estudiante común y corriente aunque su admiración llegue a extremos inhóspitos. Algo bueno sucede en uno de los tantos conciertos a los que asiste. ¿Eso podrá cambiar...