El lugar no es muy grande, pero tampoco muy pequeño, era del tamaño exacto, para 200 personas o un poco más, aquella noche había decidido vestir un polo color verde olivo y sus típicos pantalones de vestir, le agrada vestirse bien, no solo para impresionar a Takao o verse mayor, aquello era una costumbre "heredada" por su padre, y daba gracias por ello.
—¡Shin~chaaan! —Escucha el grito sobre la cacofonía de la plática de las personas, el moreno se acerca con rapidez agitando su mano de un lado a otro mientras esquiva a las personas —. Hola. Wow, te vez tan bien como siempre —aquel elogio provoca un calor en sus mejillas, desvía la mirada avergonzado —. Ven, tengo un poco de tiempo antes de subir al escenario.
Su mano es apresada por la contraria, se estremece ante el contacto, ambos caminan entre la multitud hasta llegar a la barra; sus ojos se posan en la pequeña tarima que funge como escenario esa noche, llena ya de instrumentos y bocinas, Takao pide una cerveza y un whisky.
—¿Qué prefieres? —Le ofrece ambas bebidas colocándolas frente a él.
—Yo... no bebo. Prefiero una piña colada sin alcohol.
—Vamos Shin, no seas aguafiestas —insiste acercando la botella color ámbar.
—La última vez no fue una linda experiencia —informa pidiendo su bebida.
—¿Te refieres a la vez de "Olympus"? ¿Qué te sucedió? —Cuestiona bebiendo de la botella en un largo trago.
—Sí. Terminé tan borracho que tuve que llamar a un par de amigos —su compañero trata de ahogar unas cuentas risillas —. Era la primera vez que bebía... después de mucho tiempo —miente al notar la mirada sorprendida del moreno.
—Oh. Bueno, no queremos que pierdas la conciencia de nuevo, ¿cierto? —sonríe acercándose al de anteojos, rosando sus antebrazos —. ¿Y bien? ¿Desde cuándo eres nuestro fan?
—... Desde siempre —medita un poco antes de responder —. Nunca me he perdido una sola presentación cuando vienen.
—¿Qué? Estas mintiendo —sonríe empujando un poco a su compañero.
—Claro que no, ¿por qué lo dices?
—Porque, te habría notado. Eres muy alto y de cabello extravagante —se burla dando un sorbo nuevo a la cerveza. Midorima sonríe un poco, en aquel tiempo no era tan alto y podía esconder su cabello a la perfección bajo cualquier gorra o sombrero.
Por extraño que parezca, actualmente no se preocupaba por esconderse, quería que lo notarán, que ÉL, Takao Kazunari, lo mirará, sólo a él, a nadie más, porque lo que sentía en ese momento ya lo sentía desde aquel entonces.
—¡Takao, salimos en quince! —Grita Miyaji con una mano rodeando su boca. El aludido hace un ademán con la mano, levantando el pulgar en señal de afirmación.
—Entonces... eres como nuestro fan número uno. ¿También eres un miembro V.I.P de nuestro club de fans?
—Soy el presidente —responde sin siquiera pensarlo, y al darse cuenta de su confesión se avergüenza furiosamente.
—¿Qué? ¿De verdad? Woooh, no me lo esperaba, creí que el presidente era una chica linda de cabello ondulado y de ojos verdes.
—Bueno... no soy una chica y no tengo el cabello ondulado —sonríe al escuchar las carcajadas del miembro de "Daяe MØ βetā", aquella felicidad era tan contagiosa.
—Sin duda eres mejor que el presidente que me he imaginado. No eres un fan peligroso, y eso es bueno —pronuncia acercando su rostro al contrario, su aliento alcoholizado le golpea la nariz y la boca, aquello se le antojaba íntimamente excitante (dentro de lo que cabía) —. Bien, tengo que subir —se despide acariciando los hombros de Midorima, insinuante.
Él se queda en su lugar, sentado en el taburete redondo dando la espalda a la pequeña cantina, sus esmeraldas se posan en el escenario improvisado, donde los músicos ya han tomado lugar tras sus respectivos instrumentos (desde la perspectiva de los asistentes).
—¡Buenas noches Betas! ¡¿Están listos para rockear?! —La respuesta llega en forma de aplausos, chiflidos y gritos emocionados.
Takao sonríe en su dirección, aquel gesto le provoca un delicioso estremecimiento, ¿cómo es que aquel tipo narcisista y gigoló le provocaba esas sensaciones? Era ridículo, ni siquiera conocía su verdadero yo, solo el que mostraba en las entrevistas y en los conciertos, y muy recientemente, el de los pubs.
.
.
La noches es agradable, con una hora y media de canciones exitosas de "Daяe MØ βetā", con tragos y tragos de piña colada sin alcohol y una que otra cerveza, su sabor ya no era tan amargo y el adormecimiento de lengua y paladar era inexistente, a comparación de la primera vez.
—¡Gracias! —Se despide Takao alzando ambos brazos, el público los despide con gritos inentendibles y aplausos eufóricos. Los integrantes bajan de la tarima entre risas y juegos hasta llegar a la barra, los tres saludan a Midorima antes de tomar asiento.
—¿Y? ¿Qué te pareció? —Pregunta sonriendo
—Fue... íntimo. Mejores que los conciertos extravagantes con pirotecnia y luces láser.
—¿De verdad? —El gesto en sus labios se ensanchan de una manera casi inhumana.
—Debería haber más conciertos así.
—Bueno, de ahora en adelante tú asistirás a todos y cada uno de ellos.
No sabe por qué, pero siente chispas y un montón de explosiones a su alrededor, bueno... sí sabe por qué, y aquella sensación es tan mágica que quiere que se repita una y otra vez, no importa que se canse de aquel contacto, él atesoraría todos y cada uno de ellos.
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NOTAS DEL AUTOR: Lamento mucho, mucho, mucho la tardanza D: Hoy no tengo mucho que decir más que... ¡OMG! He estado leyendo un fanfic MUUUUY hermoso *O* Me deja agotada mentalmente. En fin, espero que les haya gustado, sin más qué decir me despido de ustedes por hoy, si dejan un review sería la persona más feliz del mundo (~3~)/"""
*Besos y Abrazos* XØXØ
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"Daяe MØ βetā" (PremiosKnB2017)
Fiksi PenggemarShintaro es un joven fanático de "Daяe MØ βetā", una banda de talla mundial, es un estudiante común y corriente aunque su admiración llegue a extremos inhóspitos. Algo bueno sucede en uno de los tantos conciertos a los que asiste. ¿Eso podrá cambiar...