Just Pleasure? [taohun/traducción]

Catorce. Camino a la... ¿normalidad?

1.

El joven Oh usaba el cuerpo de Tao como apoyo. Estaba visiblemente ebrio, no lo suficiente para perder los sentidos. Pero sí para tener una irritante sonrisa en los labios, y cada tanto reírse de cosas sin sentido.

- Vas a dormir en casa, ¿no? - Sehun preguntó cuando salieron del bar. Apretando los hombros del chino en quien estaba apoyado.

- Si. - Concordó, después de todo habían acordado que debían volver a ser como antes.

Sehun sonrió de manera sincera.

Se detuvieron en el borde de la calle, y Tao hizo una señas a un taxi para detenerlo. No tardaron mucho en llegar al edificio. Subieron en el elevador hasta el piso en el que el coreano vivía y se adentraron en silencio; los padres de Sehun ya estaban durmiendo.

- Voy a beber agua. - Sehun intentó susurrar, pero su voz sonó un poco más alto de lo que debería.

- Shhh. - Chito con el dedo indice frente a su rostro.

El coreano se rió, caminando hacía la cocina. Después de hidratarse, con el mayor cerca para que no rompiera nada, los dos fueron al baño, y concordaron mutuamente que la ducha quedaría para el día siguiente.

Arreglaron la cama en la que Huang dormiría y se pusieron los pijamas. El coreano se acostó en su cama, mientras el otro permanecía aún sentado. El chino se quedó mirando la colcha, con uno de sus dedos bordeando el dibujo abstracto que contenía.

- ¿Cómo te fue con la chica? - Preguntó Tao casualmente. Debían volver a ser los mismo de antes, ¿no? Necesitaba forzarse para sonar natural.

Sehun yacía de costado, mirando a su amigo. Él sonrió, feliz porque Huang quería hablar. A pesar de ya estar comenzando a sentir aquella pereza que causaba la bebida, realmente quería tener la atención del mayor.

- ¿Sinceramente? - soltó una pequeña risa. - No me gusto mucho. - Fue sincero.

Doblo uno de sus brazos y lo colocó detrás la cabeza.

- ¿No? - frunció el ceño.

- No... no fue genial. Ella no besaba muy bien, era muy tímida. Diferente a Suhee, fue mucho más divertido estar con ella.

- ¿Entonces querías tener sexo con la chica?

- No es eso de lo que estoy diciendo. - Rió. - Estoy hablando del beso, sólo eso. No lo malinterpretes.

- Esta bien. - Rió, y decidió bromear. - Deberías besarme entonces para no perder la noche.

Fue poco el tiempo antes de escuchar la respuesta de su amigo, pero en aquél momento el mundo pareció detenerse. Una piedra de hielo golpeó en su estómago, y se arrepintió de haber dicho tales palabras. ¿Y si todo volvía a desmoronarse? Se sintió un idiota, por arruinar todo lo que estaba comenzando a estar bien otra vez.

- ¿Enserio? - Sehun tenía una sonrisa en el rostro que Huang no podía entender. Aquello sorprendió tanto al chino, que no supo como reaccionar.

- Estás ebrio. - Y esa era su explicación.

- Sí, lo estoy. - Concordó.

Sehun se arrastró en la cama, el silencio de la madrugada era dominador, y sólo el ruido de la tela contra la tela resonó en aquella habitación. Ese sonido parecía ser demasiado fuerte en aquél momento, lo suficiente para estremecer a Tao. Su rostro quedó al borde la cama, a la altura del chino. Sehun llevo su mano hasta la nuca del mayor para acercarlo más.

- Detente, Hun ah. Mañana te vas a arrepentir. - Su mano se apoyó en la estructura de la cama, impidiendo que se acercara más. Su interior vibro en ansiedad.