Veintiuno. Mis planes para llamar tu atención.

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1.

– ¡Me gusta esta! – exclamó Lu Han dentro del probador mientras Tao esperaba fuera.

– ¿Cuál de todas? – respondió el menor apoyado en la pared. A pesar de que Han había dicho que sería una cita aburrida, él no creía que lo fuera. Le gustaba comprar ropa, y era divertido opinar sobre las cosas que el mayor quería comprar.

La cortina azul oscura se abrió y Lu apareció con la bermuda militar que decía haberle gustado.

– Esta. – apuntó a la pieza en respuesta.

Huang se rió antes de responder: – Si te gusta.

– ¿Qué? – volvió a mirarse al espejo intentando entender cuál era el problema con su ropa. – ¡Está a la moda lo militar! – argumentó.

– No porque este a la moda deba gustarme. – se encogió de hombros.

– ¿Está feo? – su mirada era triste, como si le hubieran quitado su juguete favorito. Y ese fue el momento en el que la vendedora apareció para incentivarlo a comprar, diciendo que le quedaba bien, dándole consejos de cómo usarlo, y todo tipo de cosas. Y claro, Han terminó llevándoselo. Salieron de la tienda con un chino todo sonriente y otro indiferente.

Cargaban tres bolsas, no de la misma tienda, Tao tenía una en la mano, con dos gorros, uno de él y otro que compro para su mejor amigo, y Lu llevaba una con su bermuda camuflada, y otra con algunas remeras.

– ¿Qué quieres hacer ahora? – preguntó el mayor mientras caminaban por la calle.

– ¿Ya terminaste de comprar?

– Sí, solo necesitaba comprar unas camisetas, y la bermuda estaba de oferta. – sonrió. – Quiero algo dulce. – pensó un poco sobre el asunto.

– ¿Qué tan un helado?

– ¡Perfecto!

En medio del camino desistieron de la idea del helado, cuando vieron una tienda de crepes, pidieron dos crepes con forma de cono, con frutas y helado.

El paseo continuo hasta casi el final de la tarde, se despidieron y casa uno volvió a su casa.

2.

Huang siempre fue alguien pegado al celular, Sehun sabia eso. Él con frecuencia hablaba siempre con alguien por mensajes, redes sociales, entre otras cosas. Pero últimamente Tao estaba pegado a aquel aparato más de lo normal. Y aquello estaba irritado un tanto al coreano, principalmente porque estaba hablando con alguien y no le permitía ver quien era, la pantalla siempre era bloqueada cuando intentaba mirar a escondidas.

Estaba acostado sobre la cama del mayor, mirando al techo mientras su amigo continuaba escribiendo en aquel maldito aparato.

Lo que no imaginaba era que Zitao estaba hablando con su nuevo amigo Han, pidiéndole que comprara algunas cosas, ya que aún era menor de edad y no podía. Algunas cosas como lubricante.

Cuando vio una ligera sonrisa en los labios del mayor no pudo quedarse más quieto, se dio cuenta de que ya no lo soportaba. Se estaba aguantando para no preguntar porque no quería terminar discutiendo con su amigo por cualquier cosa.

– ¿Con quién estás hablando?

La respuesta tardo en llegar, lo que hizo que Oh se sintiera más molesto. ¡Tao lo estaba ignorando!

– Ah... – miró al coreano. – Un amigo. – se encogió de hombros intentando actuar con naturalidad, luego volvió los ojos a las pantalla, y soltó una pequeña risa.

Just Pleasure? [taohun/traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora