Resumen:
Akamy es una organización conformada por los más poderos seres sobrenaturales en el mundo mágico, el cual empezó una masacre hace 17 años en busca de 12 niños que con un futuro escrito, pero con un pasado oscuro hicieron que sus caminos f...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Kyungsoo estaba en medio de la cama de un cuarto desconocido para el. Ya no se encontraba en el bosque, junto al árbol donde Kai lo tomó una y otra vez. —Dios parecíamos conejos. —Se recordó mientras un brazo rodeaba su cintura posesivamente, trataba de alejarse pero aquel brazo lo acercaba más a él. —Kyungsoo. —Murmuraba Kai en su oreja. —Mi Soo, solo mío.... MÍO... —Seguía repitiendo aquellas palabras que llevaron a Kyungsoo a recordar, las pasadas noches en las que no solo se dejó llevar por el calor del momento si no que a pesar de ser una bestia Kai siempre trató de no hacerle daño. De una manera tierna pero salvaje a la vez. Y ahora tiene que enfrentar el hecho de que es un vampiro. Si., Ya no era un cazador. —Genial Kyungsoo si Luhan se entera te mata. —Se recalcó mentalmente.
—Pero primero te mato a ti. Maldito moreno!. —Exclamó para después levantarse y aplastar el cuerpo de Kai dando golpes en su pecho, mientras el moreno solo atinaba a protegerse, aunque su Kyungsoo no le estaba pegando tan fuerte, esperaría un poco a que su berrinche se pasara, solo para saborearlo de nuevo. —Eres un maldito Kai. Te voy a torturar. Primero voy a atarte. —Empezó a contarle su malévolo plan. —Esa Soo es la mejor idea que se te a ocurrido. —Lo interrumpió, pero Kyungsoo no lo escucho y continuo.. —Para después tomar tus testículos entre mis manos y... —Kyungsoo se detuvo porque sintió la dura hombría de Kai cerca de su entrada. —¡Hijo de puta ya estás caliente de nuevo!. Exclamó Kyungsoo. Su ira se había esfumado por los aires como si de humo se tratara. —Suéltame Kai. —Exigia tratando de huir de los brazos de Kai que apresaban las caderas de Kyungsoo junto con las suyas.
El moreno quería nuevamente a Kyungsoo. Pero unos toques en la puerta lo desconectaron de su fantasía. —Hora de ir a clases Kai. Deja de estar pensando en el sexo. Deja a Kyungsoo descansar y no olvides darle su nuevo horario. —Sentenció Suho quien se encontraba al otro lado de la puerta. Este no la abrió para no incomodar a su hermano, suficiente con conocerlo e imaginar que estarían haciendo.
En un descuido y después de las palabras de su hermano Kai sintió un fuerte dolor en su garganta que después pasó a ser solo placer. Kai empezó a acariciar la cabeza de Kyungsoo tratando de tranquilizarlo. El entendía que Soo después de la transformación necesitaría sangre. Y no cualquier sangre, él necesitaría la sangre de su pareja, ambos se necesitaban el uno del otro. El vínculo que habían formado era muy fuerte, y pronto Kyungsoo se daría cuenta. —Sé que estás enojado Kyungsoo, pero no me arrepiento, tenía que tomarte, mi sangre mi alma y mi nosferatus pedían a gritos que te reclamara.
—Dime que ahora que eres mi pareja, no sigues siendo el mismo. —Kyungsoo solo se quedó quieto respirando el aroma de Kai, no levantó la mirada, se sentía tan avergonzado. —Ahora somos uno, ¿lo puedes sentir? ¿Puedes sentir como me siento ahora? —¿Puedes escucharme?. Esto último lo preguntó en su cabeza. Kyungsoo sintió y escuchó aquellas palabras. Se levantó de golpe mirando a Kai aun sentado en su regazo —¿Cómo hiciste eso? —Preguntó con curiosidad. —¿Lo ves? —Respondió el moreno es solo uno de los muchos beneficiosos de las parejas de nuestra especie. —Concluyó su respuesta. —Vamos, no es como si no lo supieras. Eras un cazador ¿lo recuerdas?
—No me trates como ignorante Kai, es solo que no creí que fuera así y tampoco imaginé que algún día me pasaría a mí. Además esta necesidad... La necesidad de sangre... eso quiere decir que... ¿yo puedo matar a una persona?. —Preguntó Kyungsso muy asustado. —No mi amor sé que eres fuerte, además yo estaré a tu lado y solo beberás de mí, así como yo de ti. ¿De acuerdo?. —Soo estaba asustado, tal vez su forma de ser, de chico fuerte y rudo, era aquella manera de defenderse, pero ya no más, porque Kai estaría ahí, por lo menos con el dejaría caer sus defensas.
Las palabras de Kai tranquilizaron un poco a Kyungsoo que recordó. —¿Jongin no tenemos que ir clases?. —Dijo de pronto el pequeño. —Cierto vamos a bañarnos... —En un movimiento Kyungsoo sintió de nuevo la erección de Kai. —¿Me dejaras asi bebé? —Preguntó con coquetería.
La molestia que sintió minutos atrás ya no estaba y como dijo Kai, Kyungsoo sintió el deseo que Kai sentía por él y no se lo pudo negar. Kyugsoo a un estaba dilatado por lo ocurrido la semana pasada así que fue fácil para Kai, poder penetrarlo. La entrada rosado lo recibió como el dueño de ese pequeño espacio, que lógicamente volvía loco a Kai. —Solo una vez Soo después nos vamos. —Rogo Kai, haciendo puchero, a lo cual Kyungsoo no pudo negarse.
