43. Primer mensaje de la Luna

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Se encontró corriendo en el bosque, alejándose del dolor, la culpa y el odio que tiene. Se odia por haber dejado ir a su pareja. Se odia por haber matado a su bebé. La Luna lo había castigado le había quitado a su hijo y su pareja. Lo había dejado como él dejó a Lay aquella semana, lo dejo solo.

Regresar al internado ahora no era una opción, Suho no podría soportar verlo a los ojos, a un resonaban en su cabeza las duras palabras que Lay le había escupido en la cara. El agotamiento estaba haciendo efecto en su cuerpo, poco a poco fue bajando la velocidad a la que iba y de estar corriendo llego a caminar a pasos lentos buscando apaciguar su dolor en el dolor físico. Sus rodillas cedieron y muy pronto se vio envuelto en la oscuridad.

Su cuerpo estaba entumecido, y su vista poco a poco empezó a aclararse, frente a él se encontraban 11 tiernos animales mirándolo a él, como si esperaran que los acariciara. Era de noche y la Luna estaba en lo alto y ahora que podía fijarse mejor estaban en el campo. El lugar era tranquilo y se podía escuchar a los grillos y ranas del lugar, todo era como cuando conoció a Lay. Era hermoso aquel lugar y no quería moverse de ahí, aunque no podía tampoco quería.

—Hijo mío debes volver. —Suho escucho la dulce voz de una mujer cerca a su oído, busco con la vista el lugar de donde provenía, pero no halló nada. —Tus hermanos te necesitan. —Pero Suho se negó. —No, no quiero, no puedo. —Debes cuidar de ellos están en peligro. —Le advirtió. Él esperó unos minutos y no escucho mas pero si pudo ver como las sombras se extendían y le arrebataron a tres de sus animales. La pequeña ardilla eran devorada por la oscuridad, dejando un rastro de sangre en la hierba.





En la sala común de la residencia de las Brujas Irene y Kristal se encontraban nerviosas. Y no era para menos, con la muerte de Neynick las cosas estaban un poco tensas en el internado y bajo las paredes que las rodeaban las interesaban cada vez más.

—Se lo dije, le dije que no era bueno involucrarse, pero no me hizo caso. —Kristal hablaba mientras caminaba de un extremo al otro. —¿Tú crees que Neynick mató al hijo de ese vampiro?. —Preguntó Irene que se encontraba sentada en uno de los muebles comiéndose las uñas. Kristal paro su andar y se dirigió hacia Irene a brindarle una respuesta, se recostó un poco para estar a su altura. —¡Estaba loca!, en ese estado era capaz de matar a cualquiera. —A Irene no le gusto la forma en que Krystal escupió esas palabras, así que le dio la suya propia. —¡Como tú! —Le increpó.

Kristal se enderezó en su sitio y estaba dispuesta a jalarle de los mechones, pero contuvo su acto, al fin y al cabo todas estaban en el mismo barco. —Más vale que cuides esa lengua. —Le advirtió.

—Todas estamos locas por eso es que aun no nos expulsaron del internado. —Sandara irrumpió en la sala para tranquilizar el ambiente. Ella estuvo escuchando el tiempo suficiente para saber qué Kristal tenía su misma opinión. La culpable de todo tenía nombre y esa era Neynik que ahora estaba muerta.

—No te salvas Irene mira que usar una poción para que Sehun este contigo. —Kristal le recordó la ayuda que Irene le pidió para preparar una poción, sabiendo que Irene era un desastre en pociones decidió atender sus ruegos y ayudarle. —¿Y qué hay de tí, no corriste a los brazos de Kai a pesar que tenía pareja?. —Irene se defendió atacando a Kristal quien no se quedaría callada, pero Sandara volvió a interrumpir. —¡Basta! este no es el momento ni el lugar para sacar sus secretos en cara. —Dio unos pasos acercándose a la chimenea y murmuró. —Debemos deshacernos de ellos. Kristal y Irene estaban de acuerdo, pero tenían una gran muralla que atravesar.

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⏰ Última actualización: Oct 08, 2018 ⏰

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