Capítulo 14

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La forma en la que Eric me había hecho salir de su dormitorio me hizo sentir humillada. Tengo la rabia atravesada. Los pasillos están oscuros, pero encontrar el camino no es tan difícil, lo difícil es luchar contra el recuerdo. Cuando por fin llego, no hay casi nadie dentro, parece que la fiesta no tendrá fin. Sólo logro ver dos cuerpos en sus respectivas camas, pero ninguno de ellos es Chloé. Me recuesto en mi cama, ni siquiera me quito el vestido, con esfuerzos logro hacer que mis botas caigan al suelo, dejando mis pies libres. No me tomo la molestia de acomodarme, me quedo inmóvil. ¿Pero en qué estabas pensando Rach? Si fueras importante para él, no te hubiera sacado de ese modo. Solamente hiciste el ridículo quitándote el vestido. ¿En qué pensabas? Sólo quiere sexo. Es un estúpido. No, él no, tú sí, ¡niña estúpida! Mi subconsciente no hace nada más que hacerme sentir mal. Quiero gritar. Quiero llorar.

-¡Rachel!
La poca luz que deslumbra me logra lastimar los ojos, y con mucha dificultad los abro. Chloé.
-¿Has estado llorando? -pregunta en tono preocupado.
-Hasta que te dignas en venir...
-No es momento de esto, vamos, ven, ¡corre!
-¿De qué hablas? Sigo en vestido
-Se han escuchado unos gritos afuera, todos han salido a ver lo que es, vamos Rach, no me hagas perder el tiempo, rápido.
-¿Gritos?
-Mierda Rach. ¿Qué te sucede? Toma -me avienta unos tenis y una sudadera. -De acuerdo. Vete tú. Te alcanzare, no tardo.
Se fue rápidamente. Me quito el vestido y me pongo la sudadera, que por cierto no tiene mangas. Me pongo rápidamente unos jeans y los tenis. Mientras troto por los pasillos me voy haciendo una coleta sin chiste.
Podía escuchar a la gente gritar de forma negativa, y otros gritos parecían porras. Me voy abriendo pasó y logro ver a dos hombres en medio de lo que llaman "El hoyo". Los hombres pelean salvajemente, dejando rastro de sangre en cada parte que caen. No puedo ver quienes son. Una mujer de unos cuarenta años se mete para detener la pelea, pero en cambio recibe un golpe que la deja desmayada en el suelo. Toda la gente alrededor grita y observa, pero nadie hace nada por detener la pelea. De pronto veo como Edmond se va metiendo al hoyo para así parar la pelea. Siento que mi corazón late a un ritmo más rápido. Chloé está detrás de él, impidiendo que vaya, pero parece que tiene dificultad con jalar de su brazo. Me sigo abriendo pasó entre la gente para acercarme un poco más, e ir tras Chloé.
-¡Vamos, Eric! -alguien grita detrás de mí.
¿Eric? Pongo los ojos en blanco, y busco el rostro de Eric en aquellos hombres. Sí, es Eric. Cuatro.

Amor antes que facción. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora