Hoy es la prueba final. Eric ha estado bastante ocupado con ciertas cosas, no sé que cosas, pero se ve agotado. No hemos tenido algún encuentro corporal, pero sé que muy en el fondo, esas miradas significan algo mucho más que sólo vernos. Estoy un poco nerviosa, pero sé que lo haré bien, saldré de esta, y disfrutaré de mi tiempo en Osadía.
En medio del salón al que entro esta aquella típica silla que había estado viendo muy seguido. Junto a ella se encuentra Cuatro, sosteniendo la jeringa con el suero listo para ser introducido en mí. Tomo asiento y él cuidadosamente inyecta. El poco tiempo que logro mantener los ojos abiertos busco a Eric, pero no lo alcanzo a ver.-¡Bienvenidos a Osadía! -grita Max.
Todos conmovidos comienzan a chocar sus cervezas, y como una orquesta bien dirigida los osados empiezan a golpear con sus talones firmemente el suelo.
-¡Wow! Somos de Osadía, no más cordiales -me grita Chloé al oído.
-¡Sí! -grito sonriente.
Mis ojos siguen buscando los de Eric, pero por ninguna parte logro verlo. Me safo del brazo de Chloé para salir de la multitud y no sé con certeza si para buscar a Eric o simplemente sentir que respiro.
-¿Demasiada gente?
Eric está parado en la parte de hasta atrás, pero prácticamente fuera del salón. Corro para abrazarlo y Eric me aparta tiernamente y sonríe.
-Muy bien osada.
-Reputación. Se me olvida.
Sonríe sarcástico y pone su mano bajo mi mentón, rotandandola suavemente, como un tipo de afecto. Recargo mi cabeza sobre su caricia y le sonrió. Eric ha mostrado ser diferente, aún quiere mantener su reputación, lo cual es aceptable, pero algo me dice que vamos en gran progreso, o eso es lo que yo quiero creer, porque lo quiero por alguna inexplicable razón.
-¿Irás a festejar con tus amigos?
Con placer hubiera sugerido algún comentario o inquirido algún detalle sobre lo que estaría haciendo esta noche, pero si él lo deseaba, podíamos pasar la noche juntos.
-Supongo. Pero si tú tienes algo mejor en mente, podría...
-Estoy cansado Rach, pienso recostarme en la cama. Mejor ve y diviértete -lo dice en tono no muy convencido, soltando de mi rostro.
-Bueno, también me siento cansada, podría quedarme contigo -mi anhelo de estar con él se nota en mis ojos y voz, algo me impulsó a decir aquello con tanto deseo.
-De acuerdo. Vámonos.
Durante el camino nadie habla, pero me percato de que la incómodidad que normalmente sentía cada que iba a su lado, se esfuma por completo, ahora es todo lo contrario.
-¿Por qué preferir estar conmigo? Teniendo a tantos amigos que querrían estar bailando o tomando en estos instantes contigo.
Cruzo mis manos alrededor de su fuerte y ancho brazo, y camino sin ofrecer una respuesta que justifique mi decisión.
Ya estábamos sentados en el sofá cómodamente. Eric luchaba contra el sueño para no quedarse dormido.
-Duerme -propongo.
-No como crees.
Tiene su pesada pierna sobre las mías, mientras que la otra se relaja de punta sobre el suelo.
-¿Quieres que te cuente una historia? -sonríe sarcástico.
-¿Fue en serio? -no puedo imaginar a Eric contándome algo, y sonrió ante la idea.
-Claro.
-De acuerdo -digo sorprendida.Cuando la gente tiene sueño, y sus ojos se cierran sin consentimiento la gente comienza a platicar inconscientemente, sabiendo que hablan, pero no lo que dicen, lo sé porque era lo que hacía mi madre cuando necesitaba sacar información de mí, así que aprovechaba el momento para preguntar. Yo no me aproveché de nada, pero es justo lo que le ha ocurrido a Eric. Me contó su cruel y arrebatante pasado, que me dejado impresionada. Es esa la respuesta. Es por ello que él es así.
Despierto en la cama de Eric, pero no sé cómo es que he llegado aquí, lo último que recuerdo es haberme dormido junto con él, en el sofá.
Logro escuchar unas voces detrás de una puerta que no había oído antes, sé muy bien que una de las voces es de Eric, pero la otro no la logro reconocer, aunque puedo oír claramente que es la de una mujer. Me levanto de la cama sin hacer ruido y comienzo a dar pasitos hacia la puerta. Estuve apunto de abrirla pero con tan sólo tocarla se abrió sola.
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Amor antes que facción.
Fanfic-¡Qué fastidio! -gimió-. Todos esos años trabajando por lo que querías y lo dejaras atrás, todo por una chica. ¡Elige ahora, Eric! -Amor antes que facción. AVISO: Muchos de los personajes no me pertenecen a mí, si no a Veronica Roth. También acla...