Decisión Incorrecta - Camren

Capítulo 1

- Oh si, sigue así Lauren, me encantas.

Y sí, soy Lauren Jáuregui tengo 28 años, la mujer que se encuentra en la cama disfrutando del sexo, ese que siempre ha sido un pequeño vicio desde que tenía los 16 años, no me lo puedo quitar de la mente y es una necesidad que pide mi cuerpo, no le puedo negar nada ya que es una satisfacción para mí y también el hacer sentir bien a la persona que se encuentra a mi lado, me gusta escucharla gemir.

- Me encantas mucho cariño.

- Tú me vuelves loca. - es lo que escucho al odio, ella me rasguña la espalda mientras yo acarició uno de sus pechos y con la otra mano me adentro en ella. Es la mejor sensación que puedo experimentar y a ella le gusta, lo puedo notar cuando su piel se estremece a cada caricia que yo le brindo.

- Me gusta cómo te pones de mojada para mí - y era la verdad, esa era la parte más excitante de todo, el saber que estoy haciendo bien mi trabajo me hace sentir orgullosa.

- Es lo menos que puedo hacer - puedo escuchar entre jadeos las palabras que con un gran esfuerzo logra decir - soy solo para ti.

Claro, estoy con la mujer que me hace disfrutar de cada momento en la cama. Desde que tengo uso de razón y las dos lo disfrutamos. Claro, entre nosotras solo hay sexo, no hay sentimiento alguno para ella, bueno a lo mejor y un gran cariño, a pesar de solo acostarme con ella siempre hemos sido amigas después de todo.

Los minutos y las horas se pasan volando mientras estoy con ella, con ella calmo un poco mi ansiedad de sexo, a lo mejor y suene como vicio, pero no lo creo, el sexo es solo para disfrutar. Hacer el amor es una cosa muy diferente, ahí se mezclan los sentimientos más puros de dos personas que se aman. Cosa que en este momento no existe.

Escuchar los gemidos provenientes de la mujer con la que me encuentro en estos momentos en la cama, es la mejor música para mis oídos, me hace sentir la piel de gallina. Mientras me dedico a experimentar cada parte de su feminidad con la boca un sonido nos interrumpe.

- Lauren ¿Qué haces?

- Lo siento cariño pero debo de atender esa llamada. Puede ser algo urgente.

- Me molesta que nos interrumpan.

Y sin decir nada más se gira en la cama dándome la espalda y una de las mejores vistas que he tenido en día de hoy. Me levanto de la cama aun desnuda y me acerco al buro para atender la llamada. Al ver el nombre en la pantalla una sonrisa involuntaria apareció en mi rostro.

- Hola amor.

Contesto y logro ver el rostro de la mujer que está en la cama conmigo mientras rueda los ojos. Esta molesta pero que más le puedo hacer, además ni siquiera me importaba.

La voz que tanto me hace suspirar y enamorarme aún más sonó del otro lado del celular.

- Mi vida, la niña te está esperando, dice que sin ti no partirá su pastel, sus amiguitos por más que le insisten dicen que si tú no estás la fiesta no sigue.

- Si amor lo siento - me toco la frente recordando que olvide esa parte, que estúpida pude ser a olvidar ese pequeño detalle. Hoy mi hija cumplirá tres años y es un momento muy especial para mí. La amo tanto que me da mucho miedo perderla, quiero lo mejor para ella y por eso todo lo que tengo lo he logrado pensando en Romina, mi hija. Esa niña de ojos verdes de cabello ondulado y castaño, dicen que se parece a mí pero digo que es el retrato idéntico de su mamá. - No me tardo amor, se me hizo un poco tarde ya que estaba en junta con unos inversionistas pero en este momento acabo de terminar con este asunto y voy con ustedes.

- Muy bien mi amor, aquí te esperamos y nadie tocara ese pastel hasta que tu estés aquí. - escuchar su risa tímida hace que las mariposas que habitan en mi estómago se muevan de una manera descontrolada. - adiós amor.