capítulo 29

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Por más que había intentado en comunicarme con Camila, no contestaba, mentiría si dijera que no estaba preocupada, quería saber que era lo que estaba pasando por su mente ahora, si incluso era capaz de perdonarme. Decidí darle su tiempo, entendía que para ella todo esto era algo nuevo y debía de procesarlo pero me atormentaba no saber nada de ella. Para hacer mejor las cosas sabía que era lo que debía de hacer lo antes posible.

Salí de la empresa saludando a los trabajadores que entraban para un nuevo día de trabajo. No tenía ánimos de nada y por más que me preguntaran como esta mi día solo les regalaba una sonrisa.

Subí al auto y lo puse en marcha, en el camino iba pensando las miles de cosas que había hecho mal los años anteriores, nunca debí dejar que Alexa me manipulara de la forma en la que lo hizo pero esto se debía de acabar, no iba a permitir que siguiera dañando mi familia aunque en estos momentos no creo tenerla. Sin medir el tiempo llegue a la casa, no quería molestar a Camila así que me estacione lejos de la entrada, pasaron unos minutos en los cuales no decidía que hacer, estaba en si bajar para hablar con ella o esperar un tiempo en que le pasara el enojo aunque lo dudaba.

De tanto estar pensándolo no me di cuenta de que Camila salió junto con Romina y la subió al auto, mi hija llevaba su uniforme lo que significaba que iría al kínder y Camila al trabajo, vi como en su bracito llevaba el pequeño elefante que le había regalado la semana pasada y le daba besos. Pensé en irle a hablar pero no era la mejor idea, Camila aun debería de estar molesta y no quería generar un escándalo delante de Romina, nunca nos ha escuchado pelear y no quería correr el riesgo de que lo hiciera en estos instantes. Camila estaba muy molesta y dudo que llegara a controlarse una vez que me vea frente a ella.

Vi como el auto se alejaba y por unos segundos había decidido ir detrás pero tampoco sería una gran opción ¿Qué haría después?. De tanto pensar decidí que lo mejor era acabar con todo de una vez, si iba a hablar con Camila debería de ser ya sin ninguna atadura y sin mentiras.

Me dirigí al departamento de Alexa la cual debería de estar ahí. En el trascurso iba pensando que era lo mejor a decir, sabía que ella intentaría todo lo posible por mantenerme a su lado incluso volverme a amenazar con matarse pero ya no debería de caer en sus chantajes, tenía que hacer eso por mi familia si la quería recuperar y comenzar desde cero.

Baje del auto que estacione frente al edificio y de inmediato entre para dirigirme a su piso, mentiría si diría que estaba tranquila, tenía una pizca de nervios por lo que llegara a pasar. Era una relación de años la que iba a poner una alto, si se le podría decir así.

Una vez que llegue espere a que ella apareciera, solo fueron unos segundos cuando abrió la puerta con una gran sonrisa al verme y de inmediato se lanzo a mis brazos, la aleje aunque ella se aferraba a mí pero no quería nada de ella, por su culpa mi familia se había roto.

- No esperaba que vinieras cariño - abrió la puerta para darme paso, noto mi estado de ánimo pero aun así me adentre para tomar el aire que iba a necesitar. Sabía que lo peor estaba por comenzar.

- Quiero hablar contigo - dije sin ninguna expresión.

- Claro - se acercó a mí para besarme pero fui más rápida y la aparte sin importarme que la haya lastimado.

- NO - le grite - NO QUIERO QUE LO VUELVAS A HACER NUNCA MÁS. TÚ Y YO HASTA AQUÍ HEMOS TERMINADO.

Me aleje de ella y camine hacia la puerta olvidándome de todo e ignorando sus gritos, sentí como me tomo del brazo y me giro para besarme a la fuerza, intente separarme pero me había arrinconado a la pared lo cual se me hizo imposible por la presión de su cuerpo con el mío. Como pudo logro cerrar la puerta con el pie.

Decisión Incorrecta - CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora