capítulo 23

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Logre despertar de mi sueño aún frotandome los ojos con las manos, me giré para abrazar a Camila pero me lleve la sorpresa de que no estaba. Me acordé de la noche anterior, después del golpe que me dio trate de abrazarla pero no se dejó, se levantó de la cama y se fue al cuarto de Romina a dormir. No hice nada ya que las veces que me hacia lo mismo yo la tenía que perdonar pero ahora que quise bromear se enojó.

Me levanté de la cama y entre a la ducha para comenzar a arreglarme ya que tenía que ir al trabajo. Después de lo que fueron minutos y una vez que estaba lista baje a la cocina, escuche la voz de Camila y Romina, cuando me asomé ambas estaban en la mesa desayunando, camila le daba en la boca con una sonrisa y Romina sólo cantaba.

- Buenos días mis amores - Camine hacia donde estaban y al momento en que Camila me miro la sonrisa se le borro y volvió a enfocarse en Romina.

- Buenos días mami - Me acerqué a Romina y deje un beso sonoro en su mejilla lo cual la hizo reír, me acerqué a Camila para hacer lo mismo pero ella se alejó ignorandome.

Me acerque junto a mi hija para sentarme y desayunar, Camila sin decir nada dejo el plato con desayuno de un golpe, la mire pero ella me ignoro volviendo a sentarse para seguir con el desayuno de Romina. Camila le hablaba con ternura mientras le daba de comer en su boquita, yo sólo reía porque me daba ternura.

Trate de acariciar su mano que había colocado sobre la mesa pero una vez que sintió mi tacto la alejó. Comenzaba a molestarme ya que no quería ni mirarme.

- Mi amor ¿Sabías que abrieron un nuevo parque acuático? Podemos ir si quieres. - Camila me quedo mirando con sorpresa y Romina no dejaba de gritar de la emoción moviendo sus bracitos. - podemos decirle a tia Sofi, Taylor y tio Chris.

- Si mami, si. - No pude ocultar una sonrisa al ver la emoción de mi hija.

- ¿Que opinas Camila? - pregunté a la castaña que aún no quitaba la vista de mí con sorpresa, le sonreí.

- ¿No ibas ir a trabajar? - aún no quitaba su sorpresa y era verdad, cada que tenía mucho trabajo salía de casa los domingos incluso para ir a ver a Alexa pero ahora nada de eso importaba.

- Bueno, quiero pasar más tiempo  con mi familia - me escogí de hombros - y no me gusta estar distanciada contigo, perdóname por lo que pasó, te prometo compensarte en la noche.

Parecía pensar mis palabras pero una vez que dije compensar la sonrisa volvió a su rostro, sabía que me había perdonado, se puso de pie y se acercó a mí para sentarse sobre mi regazo quedando sus piernas de un lado.

- Te amo, por más que intente estar molesta contigo no puedo, por eso te amo mucho mi amor - sólo sonreí y me dio un beso tierno.

- Beso, beso - gritaba Romina muy emocionada al ver como Camila me besaba, sólo reí ya que siempre lo hacía o cada que alguna de nosotras la besaba.

- Ahora ¿Quien quiere un beso? - pregunto Camila y Romina brincaba en su sillita - Mi princesa quiere beso - se acercó y comenzó a llenarle de besos por todo el rostro, Romina sólo reía.

- Debemos de terminar el desayudo para ir con tus tíos mi amor - interrumpí y Camila volvió a sentarse en mi regazo para terminar de darle el desayuno a la pequeña, yo copiaba su acto.

Una vez que el desayuno terminó Camila comenzó a lavar los trastes que se utilizaron.

- Cancelare las citas y hablaré a mis hermanos para invitarlos - anuncie antes de irme al despacho que tenía en casa.

- Esta bien amor mientras arreglo la ropa que llevaremos.

Entre al despacho y marque al número de la casa de mis padres esperando a que alguno de mis hermanos contestará.

Decisión Incorrecta - CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora