capitulo 30

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- ¿Amor me prestas tu celular?

- ¿Para qué?

- Necesito mandarle un mensaje a Dinah, al mío se le acabó la batería.

- Ten - di mi celular a Camila, ambas estábamos acostadas en el sofá con Romina entre mis piernas muy entretenidas viendo la Sirenita y comiendo palomitas.

Había pasado un mes desde la vez que habíamos peleado, en todo este tiempo ha estado tranquilo y sin nada más. Mi relación con Camila cada vez iba mejor, desde esa vez ambas hemos platicado las cosas ocurridas y haciendo que todo vaya mejor, sólo que en ocasiones se sentía mal y no quería hablar con nadie, se aislaba de todos y sólo con Romina quería estar, en varias veces la he escuchado llorar, trataba de ir a abrazarla o consolarla pero ella no me lo permitía, siempre me pedía estar sola y me alejaba. Por más que intentará ir con ella no me lo permitía y se encerraba en el cuarto de Romina, incluso hubo ocasiones en las que se quedaba a dormir con nuestra hija, no debía de tomarle mucha importancia ya que entiendo que quiera pasar más tiempo con Romina.

En este tiempo no escuche nada sobre Alexa, era como si la tierra se la hubiera tragado y estoy agradecida con eso. Gracias a eso estoy más tranquila de sus amenazas, al principio no negaré que tenía miedo pero con el paso del tiempo todo se tranquilizó. Le quite todo lo que le había dado, incluso el departamento, ahora no sabía dónde vivía y ni me importaba, era mejor estar así. Había decidido cambiar y eso es lo que estoy haciendo, esa fue la última vez que me besé con alguien más que no fuera Camila y juré que nunca lo volveré a hacer.

- Tengo sueño Mami - Romina froto sus ojitos con la mano cuando bostezo.

- ¿Quieres ir a dormir bebé? - pregunté con voz tierna.

- Si mami.

- Entonces iremos a dormir - la tome en brazos y me gire a Camila antes de dirigirme al cuarto de Romina. - ¿Aún no te contesta Dinah?

- Debe de estar ocupada. - dijo con la mirada en la pantalla.

- Esta bien, subiere a Romina a su cuarto.

- Ajá.

Subí las escaleras junto a Romina que me iba contado toda la película como si nunca la hubiera visto pero ya hasta me la sabia de memoria.

Una vez que acosté a Romina en su cama le coloque su peluche junto a ella y la cubrí con la sábana. Comencé a levantar los juguetes que habían quedado tirados, era una costumbre hacer todo eso, Camila la regañaba diciéndole que tenía que dejar las cosas en su lugar pero a mí no me importaba levantarlo, es mi hija y no quiero que la regañen así que yo me encargo de poner todo el orden.

Una vez de haber dejado el cuarto arreglado me acerqué Romina para darle un beso en la frente y desearle las buenas noches, siempre esperaba a que la pequeña se quedará dormida, apagaba su lámpara y la dejaba dormir.

Vi como las luces del pasillo estaban apagadas, eso quería decir que Camila ya estaba en el cuarto, una sonrisa iluminó mi rostro ya que tenía tiempo sin este con ella de manera íntima y la extrañaba.

- Hola Amor, Romina ya está durmiendo.

- Esta bien - vi como tomo su ropa y se metió al baño sin voltear a mirarme ¿Acaso se iba a poner la pijama? Me coloque la mía esperando a que saliera del baño pero pasaron varios minutos y no aparecía. Comencé a revisar los mensajes que me mandaron para hacer tiempo. Cuando los vi, ya todos estaban leído lo cual me sorprendió ya que Camila era la única quien lo había tocado y ella nunca me revisaba los mensajes de trabajo pero ahora lo hizo. No quise pensar otras cosas, a lo mejor y se confundió pensando que era Dinah.

Decisión Incorrecta - CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora