capítulo 28

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Aun no podía procesar todo lo que había pasado, en un segundo sentí que mi vida había cambiado por completo y había perdido lo más importante, lo que le daba sentido a mi vida, ahora simplemente no era nada. Nunca me había sentido de esta manera, quien diría que esas palabras me lastimaron hasta lo más profundo de mi ser.

Vi como el auto de Camila se alejaba de mí, sentí como ella se alejaba de mi vida y eso simplemente no debía de pasar, yo la amaba más que a mi vida y estar sin ella sería lo peor que me ha pasado, no tendría sentido si Camila no estaba a mi lado para apoyarme en las buenas y en las malas, ¿Quien me abrazara y besara o me dijera lo mucho que me amaba todas las noches? ¿Quien me dirá que todo esta bien a pesar de estar mal?

Me senté en la banqueta, no me importaba las personas que estaban a mi alrededor caminando como si nada hubiera pasado pero claro, a ellos lo les habían terminado una relación de años. Sentía mis lágrimas caer, no podía controlarlas y no quería, todo esto me estaba doliendo como la puta mierda. No podía controlar mi sollozos, me sentía muy sola y no quería estar así ¿Tanto necesitaba a Camila? La respuesta era afirmativa, la necesito más que mi vida.

El tiempo pasaba y no me importaba, sabía que no debía de ir tras Camila ya que ahora estaba muy dolida y esto ocasionaría otro problema, no quería que Romina nos viera peleando, ella nunca nos ha visto así y no quiero montar un espectáculo delante de mi hija.

También agradecía que la estúpida de Alexa no hubiera venido conmigo, de seguro vio como Camila me terminaba y eso me molestaba, de seguro estaba riéndose de mí, si no fuera por su maldita culpa en estos momentos ahora estuviera con Camila durmiendo en nuestra cama pero más sin embargo mi matrimonio lo ha terminado. Tenía ganas de matarla, no entiendo cómo se enteró que estaba con Keana y vino a mí para luego avisar a Camila.

Después de lo que fueron horas para mí llame a Lucy, era mi mejor amiga y sé que ella me escuchara y sabrá como apoyarme. A pesar de que ya era muy tarde tomo mi llamada e incluso se ofreció a venir por mí, sabía que me encontraba mal y no podía ni siquiera moverme de un lugar a otro, Camila me había dejado muy mal.

Íbamos en su auto, lo único que podía hacer en esos momentos era ver a la nada, tenía la cabeza apoyada a la ventana y mis lágrimas no paraban de rodar por mi mejilla, Lucy noto como me sentía y le agradecía que no preguntara nada por el momento, al contrario, me acariciaba la pierna brindándome su apoyo pero en estos momentos no servía de nada, no quería nada. Al llegar a su casa me ayudo a bajar del auto, por teléfono le conté que Camila había terminado conmigo, solamente dije eso y no di explicaciones, agradecí que no preguntara, eso era un tema que no se hablaría así y agradecía que estuviera ahora conmigo. Había tomado el valor de contarle todo, sobre Alexa y lo que estuve haciendo todos estos años, sabía que incluso podría perder a mi mejor amiga pero ahora ya no tenía nada que perder, a lo mejor incluso me ayudaría para recuperar a Camila aunque esa opción estuviera muy lejos.

Entramos a su casa y me senté en el sofá, vi como entraba a la cocina para luego de unos minutos salir con dos tazas de café, me tendió una y se sentó a mi lado esperando a que comenzara a hablar pero lo único que hice fue beber del café.

- ¿Me contaras que paso? – acariciaba mi rodilla y no dejaba de verme esperando a que comenzara con el relato.

- Camila me terminó – las lágrimas comenzaron a correr de nuevo, odiaba esa sensación y sabía que la única persona que lograría calmarme en esos momentos ya no estaba conmigo.

- ¿Qué fue lo que hiciste? – era algo obvio que la que tenía que echar a perder la relación era yo y Lucy me lo confirmaba.

- Me vio besando con Alexa – baje la mirada.

Decisión Incorrecta - CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora