-Antes nos gustaría considerar el acuerdo con nuestro cliente.
Era la primera vez que Duke abría la boca en los veinte minutos que el abogado de la competencia había estado haciendo su monólogo.
-Claro. - inclinó la cabeza con los brazos extendidos y una desagradable sonrisa en su cara.
Duke se levantó de la silla y dio un toque en el hombro de Oliver.
-Quedaos aquí y no digáis nada. - les susurró a los becarios.
Sin duda, llevarlos había sido un error, ese puñado de aprendices no se habían leído las leyes ni una sola vez , lo único que sabían era lo que habían visto en la televisión.
-Oliver, ¿qué has pensado?
-La verdad, estaba pensando en cuál es la primera persona del singular del presente de indicativo del verbo roer...
-¡Oliver!- a Duke le entraron ganas de chocar la cabeza contra la pared hasta perder el conocimiento. -¿Es que no ves lo importante que es esto?
-Claro que lo veo, pero es que ha usado tantas palabras pijas que me he perdido.
Se oyeron choques de copas, eran los oponentes, ya estaban brindando por si victoria.
-Mira, nos tienen bien pillados, van a ganar, - poco a poco Duke había visto cómo todas sus sospechas se habían hecho realidad, tenían preparada una acusación hasta por haber robado la barra de metal. - Hay que rendirse.
-¿Por qué?
-Oliver...- Duke se puso la mano en la frente y suspiro. - Tienen el caso ganado, nos están ofreciendo retirar los cargos si negociamos extraoficialmente.
-¿Y qué es lo que quieren?- al fin Oliver parecía escuchar y no solo oír como se oye la lluvia caer.
-Lo que quieran pedir, hemos tenido suerte, son los caprichos de rica de esa pelirroja. - Duke señaló a Clara que estaba cantando a pleno pulmón una canción de los sesenta que sonaba en la radio.
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La Última Lista
RomanceClara siempre lleva consigo un cuaderno en el que ha reunido todo lo que le gustaría hacer antes de morir, pero para poder hacerlo necesita un pequeño empujón, y ese empujón se llama Oliver. Oliver, un chico algo "peculiar".Con un pasado oscuro, pe...