Clara siempre lleva consigo un cuaderno en el que ha reunido todo lo que le gustaría hacer antes de morir, pero para poder hacerlo necesita un pequeño empujón, y ese empujón se llama Oliver.
Oliver, un chico algo "peculiar".Con un pasado oscuro, pe...
Oliver estaba esperando frente a la carretera donde habían quedado, cuando vio pasar el coche de Clara, era muy reconocible ya que ver un coche así en su barrio era como ver un doble arcoiris.
-Hola. -ella bajó del coche y caminó hasta él.
-Hola. - hubo un momento que a Oliver le pareció eterno en el que decidían con la mirada cómo saludarse, al final fue un abrazo incómodo.- ¿Nos... nos vamos?
-Si, pero antes tengo que hacer una cosa. - al parecer él era el único que estaba nervioso, porque ella emanaba confianza por cada poro. - Abre la mano- Oliver obedeció y colocó su palma abierta boca arriba sin entender muy bien por qué lo hacía. - Sujetame el chicle.- y antes de que pudiese reaccionar ya tenía en la mano un chicle de menta masticado y cubierto de saliva.
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