La Última Lista

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FIND YOUR SECRET PLACE AND SING IN A KARAOKE.

-¿Oliver? - llamó a la puerta de la que era su casa, o eso ponía en la ficha.

-¡Dejad la jodida publicidad en el puto buzón! - gritó desde el otro lado , así pudo reconocer su voz entre los otros ruidos , el ladrido de un perro pequeño, la televisión en un programa del que reconoció la sintonía, ruido de muelles de colchón...

-Soy Clara. - obviamente no pretendía venderle nada.

Se oyeron sus pasos descalzos sobre la tarima y el chasquido del pestillo antes de que la puerta se abriese.

-Eres tú...- dijo como si fuese una sorpresa. -¿Qué haces aquí?

-Tengo el coche abajo, he venido a buscarte porque no aparecías. - se quejó.

-Pero no estoy vestido, eso se avisa. - intentó justificarse , mientras cerraba la cremallera de su chaqueta.

-Te he llamado esta mañana y hemos estado hablando. - dijo ella comenzando a perder la paciencia.

-No, que va... - hizo una pausa mientras se levantaba del suelo después de enlazar sus cordones.- ¿No habrás hablado con mi hermano?- ni siquiera sabía que tenía familia en casa, aunque si que le notó un poco raro por teléfono. -¡Roberto!- chilló Oliver con énfasis dando una patada a la mesilla de ébano que tenía tras él.

-¿Es tú hermano? - preguntó Clara mirando a el Roberto, era deslumbrante, le daba vergüenza mirarle estaba como en otro nivel, ni siquiera parecían de la misma especie, todo en él era ejemplar , su pelo de distintos matices marrones, sus ojos verdes clavados en el orizonte con aire perturbado, todo él era digno de salir en un anuncio.

-¿Quién te crees que eres para responder mis llamadas?-le gritó con un enfado monumental a su hermano.

-Ya, no debí hacerlo...-hizo un gesto con la mano para quitarle importancia mientras hacía sus ojos rodar hasta los de Clara- ¿No vas a presentarme a la señorita?- se apoyó en el marco de la puerta haciendo que sus músculos se tensaran.