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DONATE BLOOD AND MAKE A WISH AT 11:11 h.

-Sois aptos para donar .- esta vez si iba en serio. - Vamos con... la extracción.

Los ojos de Oliver se abrieron, hasta el nombre sonaba horrible «extracción».

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Después del numerito de Oliver , Clara no se vio capaz de obligarle a dejarse pinchar , de modo que al final se libró.

-Listo. -dijo ella dando un sorbo a su botella de agua .- No era para tanto.

-Lo sé... pero no me gustan las agujas .- parecía un niño refunfuñando para no comer verduras.

-Y prefieres pasar una hora en el aparcamiento de la puerta del hospital , que aguantar un pinchacito de nada. - se burló de él.

Él cruzó los brazos a la altura del pecho y frunció el ceño mirando en la dirección contraria.

-Vale, vale, - puso la mano en su hombro - perdona por meterme contigo, te invito a mi casa a tomar algo.

Él le lanzó una mirada extrañada, era algo que no entendía , ¿tan raro es?

-¿A tu casa?- ella asintió abriendo los ojos con obviedad.- Si... ¿por qué no?

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-No , es totalmente imposible, Thor no puede controlar el aire para que le haga volar.

-Pero... ¿y si le da vueltas a su martillo como si fuese una hélice?

La alarma del reloj de Clara sonó a modo de un timbre irritante e imposible de ignorar.

-Corre, corre. - dijo ella sacando unos papeles en blanco y unos cuantos bolígrafos viejos y medio gastados. - Date prisa, quedan tres minutos para las once y once.

-¿Qué tengo que hacer? - antes de que contestara, instintivamente ya había tomado un papel y un bolígrafo verde con dibujos de ranas de colores.

-Rápido, escribe tu deseo.- ella ya había terminado y estaba doblando su papel. -Vamos, solo quedan dos minutos.

Oliver escribió su deseo con una letra distorsionada por la velocidad y lo plegó por la mitad.

Clara encendió una vela grande con olor a canela.

-¿Listo...? -dijo alargando la última letra mientras comprobaba que llegaba al minuto once. - ¡Ya! - gritó emocionada mientras lanzaba el papel sobre la llama, Oliver también lo tiró y ambos ardieron hasta quedar reducidos a cenizas.

-¿Qué has pedido?- preguntó Oliver, más para dar su respuesta que para oír la de ella.

-La paz mundial.- dijo orgullosa. -¿Y tú?- después de oír el suyo , el deseo de Oliver quedaba ridículo.

-Que el Athletic de Bilbao gane la liga.

(Ambos deseos eran igual de probables en aquel momento).

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