Emma es una chica de Seattle que vive en Nueva York gracias a una beca en la prestigiada Juilliard School, en la cual estudia drama. Entre una vida llena de asuntos de la escuela, de su carrera actoral y su novio, se topa con alguien inesperado: Col...
Si, definitivamente estaba borracha, sentí una fuerte nausea y dejé salir de mi garganta todo lo que tenía que salir sobre la parte más baja de la pequeña escalinata, a un paso de aquellos zapatos boleados que me habían hablado unos segundos antes.
Esa voz la conocía, me puse mas roja de lo que ya estaba. Miré los zapatos con mejor enfoque, unas bolsas de plástico bajaron al suelo junto a ellos; sus manos, que sostenían las bolsas, al dejarlas, empezaron a ascender a su posición original y mi mirada subió con ellas, su mano derecha llegó a su barbilla y mis ojos a los suyos, marrones.
No creo en el destino, pero las coincidencias a veces son tan sospechosas...el tipo de las dos bancas a lado me miraba, esta vez no con la sonrisa del parque, más bien con una cara seria: su mano derecha jugueteaba con la piel entre su barbilla y sus labios inferiores, lo dejó de hacer y su boca formó una dura línea horizontal, sus ojos estaban cansados y sus cejas no sabían que hacer. Él no sabía que hacer.
Su mano izquierda traía un par de llaves, me di cuenta por el sonido metálico que me molestó, la cabeza me dolía... Entonces comprendí todo: yo era una joven ebria tirada en la entrada de su casa.
-Mmm... ¿Desea entrar un momento? -¿Qué si deseo entero un refreshco? -No, que... - Si, en te ri to, tengo mucha sed.
No contestó, parecía estar enfadado aunque en aquel momento yo no lo notaba por obvias razones. Me esquivó al subir la escalinata con sus bolsas de plástico y abrió la puerta. De nuevo el molesto sonido de las llaves.
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Entró y dejó la puerta abierta, por un momento sentí que me había abandonado en la calle hasta que llegó a sentarse a un lado mío.
-Ten, no tengo refresco, pero al menos quita la sed.
Su mano me ofreció un vaso de agua.
-Gracias...señor.
Me tomé un buen trago de agua que casi se me va chueca por la garganta. Lo vi de reojo. Miraba a la oscura noche respirando lentamente.
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-Sabes, HEMOS estado en el mismo lugar tantas veces pero nunca nos hemos presentado como DEbe ser, yo soy Emma.- no se porque demonios abrí la boca como si fuera la persona mas amiguera en el mundo... malditas cervezas.
-Como sEa, pareces tener mas paciencia conmigo que la que yo tenía momentos atrás.- tome el último trago de agua y me levanté.- Lo sssiento, por lliegar aquí,- me tambaleé- no era mi intención...solo caminé y me senté en las escaleras que mas le agradaron a mi vista, pero sha me voy.
-No, yo te llevaré a tu casa, dime, ¿dónde vives?
-¿DÓNDE vivo? Pues vivo... vivo...vivo en mi casa.
-Y, ¿dónde está tu casa?
-No creo que quieras SAber dónde esta mi casa...
-Bueno, ven.
-¿Qué...?
Jaló de mi mano repentinamente, yo me dejé guiar por él...
