Treinta y Cuatro Años

20. Medianoche en el MoMA 🌚🔥 (👉🏼👌🏻)

El sábado por la mañana me despertó el sonido del timbre. Me pregunté quién sería, pensé en Colin pero, al asomarme, resultó ser Luke, era el momento de decirle que definitivamente no lo amaba y que dejara de existir.

-Hola gotita de miel.- dijo Luke cuando le abrí la puerta.

-Hola Luke.

-Vaya sigues dormida, luego eres muy dormilona.

-¿Algún problema con eso?- me enfadé.

-Ups, perdón por el comentario gotita.- se rió.

-¿A qué viniste, Luke?

-Pues, a pasar el tiempo contigo, eso es lo que hacen los novios, ¿no?, quería llevarte a algún lado, al que tú quisieras, y en la tarde ir a cenar a un lugar muy lindo que tú mereces mi gotita de miel, ya reservé.

-Luke, lamentó decirlo, pero... tengo que...presentarme hoy... en la obra...

-¡¿Qué?! ¡Pero si ya reservé la cena!

-Luke, debiste de haberme preguntado antes de hacer planes por ti mismo, a demás tú ya deberías saber que me contrataron para el papel principal y que debo salir en las demás funciones.

Me fui a encerrar al baño para conseguir algo de privacidad.

-Mierda...- escuché a Luke decir en voz baja.

Cuando salí del baño Luke se encontraba sentado, en el pequeño comedor yo tenía, tomando una cerveza de mi refrigerador. Me molesté tanto que decidí decirle lo que le quería decir desde que llegó.

-Luke, mira, te quiero decir algo.

-Lo que quieras mi gotita de miel, lo que quieras.

-Eres una buena persona, y eso me gusta mucho de ti, pero...

-Emma, tu eres aún mejor, me enloqueces con tu formas de ser, en serio me encantas.

-No, no es...

-Si, Emma- dejó la cerveza, se levanto y me tomo de la cintura- me encanta la forma en la que piensas, tu cara es hermosa... gracias a ti he podido componer canciones e ir bien en la escuela. Mira, te llevo a desayunar a algún lado y nos vemos mañana, para que hoy vayas a tu obra.

Me besó por tanto tiempo que se me iba la respiración. Supe que se había cebado aquel intento 😒😒😒.

Luke me compró unos sándwiches de desayuno y nos los comimos en el mirador con vista a Manhattan, que estaba justo a lado del puente de Brooklyn. No diré que me la pasé mal, pero me sentía culpable por no decirle nada de lo que sentía respecto a él. Simplemente me había llegado a gustar, pero no sentí jamás amor por él.

Me dejó en la estación del subterráneo y me fui al teatro New Ámsterdam. Me quedé un rato repasando el guión y arreglando algunos detalles con Benedict para pulir la presentación. Una hora antes de que fuera la primera llamada, un mensaje de Colin mandó un mensaje a mi celular:

Colin ❤️

Hola Emma, vine
con mi amigo a verte,
espero siga en pie
lo del café, digo, solo
si no te sientes muy
cansada 😉

Hola, muchas gracias
espero si poder ir con
ustedes a tomar algo
😉❤️🙌🏻

Sentí algo de emoción, pero después sentí que estaba perdiendo el hilo. ¿Qué se supone que haría yo sola con dos hombre que me doblaban la edad a altas horas de la noche? ¿A qué clase de cosas me estaba orillando? Quise cancelarle a Colin, pero fui incapaz.