Un joven muy atractivo de cabello alborotado caminaba por los pasillos de una lujosa empresa.
Buenas tardes señorita, saludo el jovencito con amabilidad. ¿Se encontrara el señor Ox?, vengo de a dejarle el estado financiero del gimnasio "Dragón", dijo el joven.
Si en estos momentos está en una junta, pero en cuanto termine le comunico que tu quieres hablar con él, por el momento siéntate un rato, dijo coquetamente la jovencita.
¡Eh, gracias¡ dijo el joven sentándose en uno de los muebles de la sala de espera.
Buenas tardes Mai, ¿mi padre se encuentra?, preguntaba una bella joven pelinegra, que llevaba el cabello suelto y llevaba puesto un vestido muy fino de color rosa que resaltaba su delgada cintura y zapatitos de tacón.
Su padre está en una junta, pero si gusta puede pasar a esperarlo en su despacho, dijo la joven amablemente.
Gracias Mai, dijo la bella pelinegra entrando a la oficina de su padre, siendo observada a lo lejos por el jovencito de cabello alborotado que la miraba embobado, mientras pensaba: ¡Qué bella es¡.
Minutos después:
Joven, ya puede pasar, dijo la coqueta secretaria.
Gracias señorita, dijo el jovencito de cabello alborotado antes de dirigirse hacia la oficina de su jefe.
Dentro de la oficina:
Una bella pelinegra abrazaba a su padre mientras le daba un beso en la mejilla.
¡Eres el mejor papi del mundo¡ decía feliz la jovencita.
Gracias princesa por tanto halago, ¿me podrías esperar unos minutos a que atienda a un joven que viene a traerme unos informes de uno de los gimnasios y luego vamos a dónde quedamos?, dijo el gigantesco hombre.
Claro papito, dijo la bella pelinegra mientras se dirigía a coger un libro que había en el despacho de su padre.
Toc toc toc, se escucho.
Adelante, dijo el gigantesco hombre.
La puerta se abrió y por ella entro un atractivo muchacho que no paso desapercibido ante los ojos de la heredera Ox, quien no dejaba de mirarlo, él joven al sentirse observado giro su rostro, encontrándose con la bella jovencita pelinegra que vio hace unos minutos y su corazón empezó a latir con mayor fuerza al sentir la mirada de la bella jovencita sobre él.
El padre de la joven al notar el tenso ambiente decidió sacar de su ensueño a ambos, ya que para nada le gusto la forma en que su hija miraba al insignificante empleado suyo.
Joven, buenas tardes, toma siento. ¿Qué es lo que me vino a traer?, dijo el gigantesco hombre con molestia.
¡Eh, buenas tardes, discúlpeme señor¡ gracias, dijo el jovencito de cabello alborotado, tomando asiento. El maestro Roshi, no pudo traerlos por ello me encargo a mí para que lo trajera, son los estados de cuenta del gimnasio, decía el joven mirando por momentos a la bella pelinegra que lo miraba disimuladamente mientras fingía leer un libro a la distancia.
El gigantesco hombre recibió el folder y empezó a revisar los papeles. Esta todo en orden, ¿algo más?, dijo el gigantesco hombre.
No señor, dijo el jovencito, parándose de la silla y despidiéndose del jefe y mirando rápidamente a la bella pelinegra para despedirse de ella aunque sea con una sonrisa.
La bella jovencita al ver que el joven se retiraba lo siguió con la mirada hasta que sus miradas se volvieron a conectar y ambos jóvenes se regalaron una bella y dulce sonrisa, que no paso desapercibida por el gigantesco hombre.
El joven salió y el gigantesco hombre empezó a marcar un número por su celular.
¿A quién llamas papi?, dijo la bella pelinegra acercándose a su padre.
A tus padrinos para que nos acompañen dijo el hombre con molestia.
Pero papá yo solo quería ir contigo, decía la jovencita, mientras se acercaba a ver el nombre del gimnasio al que representaba el jovencito que acababa de salir.
"Gimnasio Dragón", pensó la jovencita pelinegra.
1 hora después: "Gimnasio Dragón"
Es hermosa decía embobado el joven de cabello alborotado.
Claro que es hermosa, pero es la hija del jefe tonto, mejor bájate de tu nube y ubícate, decía con molestia un jovencito verde.
Pero al menos déjalo soñar, como dicen por allí: "soñar no cuesta nada", decía un calvo.
Krilin tiene razón no me cuesta nada soñar, además estoy muy conciente de quien es, decía con tristeza el jovencito de cabello alborotado.
No te pongas triste amigo, en la noche salimos de fiesta y te presento unas lindas nenas dijo un joven que tenía una cicatriz en su rostro.
A mí no me gustan las fiestas Yamcha, dijo el joven de cabello alborotado.
No entiendo como siendo tan aburrido, tienes a tantas chicas tras de ti, decía un jovencito de tres ojos.
Haber chicos ya llegaron los alumnos, vayan con sus respectivos grupos, dijo un hombre mayor.
Si maestro, dijeron los jovencitos.
¡Tú no Gokú, quédate¡ tengo que hablar contigo, dijo el anciano.
Si maestro, respondió el jovencito de cabello alborotado.
En el Restaurante:
¡Qué bella estas querida¡ decía una hermosa mujer.
Gracias madrina, decía la bella pelinegra.
¿Y ya pensaste en mi proposición compadre?, dijo un hombre maduro con cabello en forma de flama.
Si lo he pensado, pero bien sabes que no me gusta imponerle las cosas a mi princesa, dijo el gigantesco hombre.
¿Y tienes novio linda?, dijo la mujer.
¡Eh, no madrina¡ dijo sonrojada la bella jovencita.
No comadre mi princesa está esperando que llegue su príncipe azul, dijo riendo el gigantesco hombre.
Qué bueno, hija, porque un príncipe es lo que tu mereces, alguien de nuestra clase, alguien como...
Padrino a mi no me importan esas cosas, con que me ame y me respeta seré completamente feliz, decía la jovencita pelinegra con una bella sonrisa acordándose del misterioso jovencito que había estado hace unas horas en la oficina de su padre.
ESTÁS LEYENDO
VOLVIENDO A VIVIR
RomanceUn accidente automovilístico desencadeno los eventos menos esperados, no solo el olvido del pasado sino también la lucha por encontrar en el fondo de sus memorias sucesos que le permitan reconocer el verdadero amor. Historia Completa