Capítulo 17: "No me alejes de ti"

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(Últimos capítulos)


Un nuevo día amaneció y dos hombres maduros se encontraban platicando dentro de una oficina.

Por eso estaba tan contenta, decía con molestia el gigantesco hombre.

Compadre creo que llego el momento de hacerle entender que con nosotros no se juega, dijo el hombre de cabello de flama y bigote.

Si tienes razón ahora mismo me comunico con Roshi, dijo el padre de Milk, tomando el teléfono.

Horas después: "Gimnasio dragón"

Buenos días Lunch, saludaba cortésmente el jovencito de cabello alborotado ingresando a su centro de trabajo.

Gokú, no puedes pasar, dijo Lunch con tristeza.

¿Cómo?, ¿por qué?, dijo preocupado el jovencito.

Toma, dijo la rubia dándole un documento, el maestro me dijo que pases a su oficina antes de retirarte, dijo la joven con tristeza.

Me despidieron, dijo Gokú sorprendido y triste por la noticia.

Minutos después:

Toc toc toc

Adelante decía un anciano.

Maestro buenos días, decía el joven de cabello alborotado con tristeza.

Siéntate Gokú, dijo el anciano. Hijo lo lamento, yo trate de hacer que el señor Ox se retractar de su decisión, pero fue imposible, decía con tristeza.

¿Pero por qué?, decía el jovencito.

¿Has seguido viendo a la señorita Ox?, pregunto el anciano.

Gokú no respondió solo bajo la mirada.

Te lo advertí hijo, ellos jamás permitirán que tengas algo con ella así los dos se amen, dijo el anciano.

Lo sé pero yo la amo, dijo el jovencito con melancolía. Gracias maestro por darme la oportunidad de trabajar con usted y no se sienta culpable de nada yo soy el único responsable de esto, dijo Gokú con tristeza.

Toma, dijo el anciano, entregándole un sobre. Es una carta de recomendación y aquí le dijo dándole un pequeño sobre con dinero, es por el tiempo que trabajaste con nosotros. Te extrañaremos muchacho, eres mi mejor discípulo, dijo el anciano parándose para abrazar al jovencito.

Horas después:

Una bella pelinegra llegaba a buscar al joven que amaba a su centro de trabajo.

¡Hola Lunch¡, ¿podrías decirle a Gokú que vine a verlo?, dijo al pelinegra con una bella sonrisa.

Lo lamento señorita Ox, pero el ya no trabaja aquí, dijo la rubia con nostalgia.

¿Cómo que no trabaja aquí?, dijo preocupada la pelinegra.

Así es niña rica, por tu capricho nuestro amigo se quedo sin trabajo dijo Yamcha.

No entiendo cómo Gokú fue tan tonto para volver a estar contigo, después de todo lo que le hizo tu padre y tus padrinos, dijo Ten con molestia.

Si debió quedarse tranquilo cuando te armaron ese falso compromiso con el riquillo ese y así evitar esto, dijo Yamcha.

Ya cálmense chicos ella no tiene la culpa, dijo Piccolo.

Mientras Milk, derramaba lágrimas de tristeza y felicidad. De tristeza por sentirse responsable de todo lo que le estaba pasando al amor de su vida y felicidad por al fin entender que el hombre que siempre amo fue Gokú.

Discúlpalos Milk, ellos hablan así porque todos estimamos mucho a Gokú y nos duele que lo hayan sacado injustamente, dijo Krilin.

Krilin por favor, ¿dime dónde vive?, dijo la pelinegra con lágrimas en los ojos.

¿Para qué quieres saberlo, para seguir arruinándole la vida?, dijo con molestia Yamcha.

No, yo jamás le haría algo así, yo lo amo, lo amé y lo amaré por siempre, solo quiero hablar con él, dijo la bella jovencita.

Los jóvenes se marcharon dejando un poco tras de ellos a Krilin que sin que sus amigos lo vieran le dio en un papel la dirección de Gokú.

Gracias dijo la bella pelinegra con melancolía. La jovencita miro la dirección anotada e inmediatamente fue en busca del amor de su vida.

Casa de Gokú:

Ya no nos quieren arrendar un mes más hijo, dijo con tristeza el anciano.

Pero abuelo, si yo hable con el dueño e incluso me dijo que nos la podía vender, dijo el joven pelinegro con tristeza.

Creo que ya lo vendió a otro, hijo, dijo el anciano.

Entonces será mejor que alistemos nuestras cosas antes que nos desalojen abuelo y nos vayamos a iniciar una nueva vida en Paoz, dijo el jovencito.

Si hijo, yo también pensé en ello, dijo el abuelo de Gokú.

Cuando en eso sonó la puerta de su casa: toc toc toc

Yo abro abuelito, dijo el joven de cabello alborotado dirigiéndose a abrir la puerta.

¿Tú?, dijo el joven con sorpresa.

Hola Gokú, dijo la bella pelinegra con lágrimas en los ojos mientras se abalanzaba a los brazos de Gokú.

¡Perdóname¡ decía entre lágrimas.

¿No tengo nada que perdonarte princesa?, dijo Gokú.

Si por mi culpa mi padre te saco de tu trabajo, decía la joven a la entrada de la modesta vivienda.

Milk, creo que es mejor que...

"No me alejes de ti", dijo la jovencita aferrándose al cuerpo de Gokú y sollozando, no lo hagas por favor, porque yo moriría sin ti, dijo la bella pelinegra.

El joven de cabello alborotado no soporto verla llorar así y la abrazo fuertemente y así permanecieron por unos minutos.

VOLVIENDO A VIVIRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora