Ya habían pasado dos semanas desde que Milk y Gokú habían retomado su amistad, claro que Milk había decidido mantenerla en secreto para evitarle problemas al jovencito con su padre, ella seguía siendo la prometida de Diecisiete pues él y toda su familia le habían armado una historia de que ambos eran novios desde niños y el joven trataba de ganarse su corazón siendo muy detallista con ella, lo único malo era que haga lo que haga el jovencito no lograba hacer que Milk sintiera más que cariño por él en cambio con Gokú era distinto, ella era muy feliz junto al él, aunque solo lo veía por unos minutos por las tardes eso la hacía feliz y además las pesadillas desparecieron y ahora en sus sueños siempre aparecía él.
Milk se despertaba después de una lindo sueño, la jovencita se levanto con una sonrisa radiante se metió a la ducha, se vistió y bajo a desayunar con su padre, quien la miraba sorprendido por el repentino cambio de actitud de su hija.
Hija ¿qué te tiene tan feliz?, hace unos días que te veo muy contenta, dijo el gigantesco hombre.
Decidí que debo ser feliz así no me acuerde de mi pasado, dijo la jovencita.
Qué bueno hija. En la noche vienen tus padrinos, sus hijos y tu prometido a cenar con nosotros, quiero que vayas a comprarte un bello vestido para el día de hoy, dijo el padre de Milk.
Cómo digas papá dijo la bella jovencita, que buscaba cualquier oportunidad para estar cerca de Gokú.
Horas más tarde: Gimnasio Dragón
Gokú, no entiendo cómo te arriesgas a seguir a su lado sin medir las consecuencias dijo Piccolo.
Solo somos amigos, dijo con tristeza el joven de cabello alborotado.
Lo mismo dijiste la vez anterior y mira hasta te ibas a casar con ella dijo Krilin, haciendo que Gokú entristeciera al recordarlo.
Lo lamento amigo no quería...
No te preocupes, esta vez no será igual, solo seré su amigo dijo con tristeza Gokú.
Y hablando de la niña rica, dijo Yamcha con una sonrisa mientras miraba a la pelinegra entrar al lugar donde ellos estaban.
Hola muchachos, dijo la bella pelinegra con una sonrisa.
Buenos días señorita Ox, dijeron los jóvenes.
Llámenme Milk, dijo la jovencita.
No podemos señorita Ox, usted es la hija de nuestro jefe y le debemos respeto dijo Ten mirando a Gokú.
Pero mi padre no tiene por que enterarse dijo la bella pelinegra.
Discúlpenos pero no podemos, dijeron los jóvenes retirándose dejando a Gokú y Milk solos.
Discúlpalos, tuvieron un mal día, dijo el joven de cabello alborotado con una sonrisa.
No te preocupes, lo comprendo dijo al pelinegra.
¿Y qué haces por acá tan temprano?, dijo Gokú.
Vine a verte, sabes aveces no me entiendo, se supone que debería estar con mi prometido, pero "no puedo alejarme de ti", desde que te conocí sentí la necesidad de estar a tu lado, dijo la pelinegra con sinceridad.
Es normal somos amigos, ya te lo dije, dijo nerviosamente Gokú.
Gokú ¿no me estas ocultando nada, verdad?, dijo al bella pelinegra.
No Milk, ¿qué podría ocultarte?, mejor vamos a comer ¿qué te parece? dijo el jovencito.
Está bien vamos dijo la pelinegra tomando la mano de Gokú sintiendo al contacto una electricidad que recorrió su cuerpo.
Gokú al sentir la mano de Milk sobre la suya, entrelazo sus dedos con los ella y le dio una tierna sonrisa que derretía el corazón de la bella jovencita.
Horas más tarde:
Gokú sin darse cuenta llevo a Milk al mismo restaurante donde comieron por primera vez. La bella jovencita miraba aturdida el lugar y le pregunto a Gokú:
Gokú ¿hemos venido antes aquí? ¿Se me hace conocido este lugar?, dijo la pelinegra.
Si Milk, si hemos venido en otra ocasión dijo el jovencito.
Luego de comer, Gokú dejo a Milk, cerca de su casa y se despidió de ella con un dulce beso en la mejilla.
La bella jovencita entro a su dormitorio y se acostó en su cama tratando de acomodar los pocos recuerdos que le venían a su mente. Cuando en eso su padre entro a su dormitorio.
Hija ya estas aquí, dijo el hombre.
Si papi, dijo la bella joven.
Milk, que me fuiste a decir a mi despacho, dijo el hombre.
Nada importante padre, dijo la bella pelinegra que sintió que mejor era no hablar con su padre acerca de sus sueños.
Casa de Gokú:
¿Qué te pasa hijo?, decía un adorable anciano.
Nada abuelito, no te preocupes, dijo el jovencito.
Estas así por esa niña ¿verdad?, dijo el anciano.
Abuelito ¿por qué la gente rica están cruel?, dijo el jovencito abrazando a su abuelito.
No tengo la respuesta hijo, pero si de algo te sirve esto te lo diré: Tú vales más que cualquier fortuna, eres el mejor nieto del mundo y si esa familia no te acepta no saben el error que están cometiendo al no darse la oportunidad de conocer el ser maravilloso que eres dijo el anciano.
Gracias abuelito por tus palabras dijo el jovencito.
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VOLVIENDO A VIVIR
RomanceUn accidente automovilístico desencadeno los eventos menos esperados, no solo el olvido del pasado sino también la lucha por encontrar en el fondo de sus memorias sucesos que le permitan reconocer el verdadero amor. Historia Completa