Capítulo 10: "Memorias perdidas"

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Un jovencito de cabello alborotado marcaba por vigésima vez el número de su amada.

Milk, contesta, decía preocupado el joven.

Cuando en eso vio salir de la empresa al padre de su amada más pálido que un papel, él gigantesco hombre al ver al jovencito parado se acercó a él furioso.

Estúpido, todo es por tú culpa, si mi hija muere tú serás el único responsable, dijo el enfurecido hombre.

¿A qué se refiere señor Ox?, dijo Gokú preocupado.

Por tu estupidez, mi hija sufrió un accidente, dijo el hombre subiendo a su auto y dejando a un impactado Gokú.

1 hora después:

En un hospital de la ciudad una bella pelinegra se encontraba conectada a muchos equipos para mantenerla con vida.

Doctor, dígame la verdad, ¿cómo se encuentra mi hija?, decía el gigantesco hombre preocupado.

Sufrió un politraumatismo, me refiero a que ha tenido múltiples golpes no solo externos sino internos, si pasa la noche y logra despertar recién puedo dar un diagnostico de las secuelas del accidente, por ahora su caso es de pronóstico reservado, dijo el galeno retirándose luego a seguir con si ronda del día.

No te preocupes compadre haremos lo que sea necesario para que Milk, vuelva estar bien dijo el hombre cabello de flama.

En eso un par de jóvenes llegaron al hospital acompañados de una peli azul.

¿Cómo esta padre?, dijo Vegueta.

Muy delicada y todo por culpa de ese pobretón, dijo el hombre con rabia, dejando sorprendidos a los jóvenes al tiempo que una enfermera se acercaba a ellos.

Familiares de la señorita Ox, para entregarles sus pertenencias, dijo la amable mujer.

Bulma, ¿podrías hacerme el favor de recibirlas?, dijo el padre de Milk.

Si, no se preocupe señor, dijo la peli azul, yendo con la enfermera.

Minutos después:

Tome señorita, le entregaba las pertenencias de Milk en una bolsa la amable enfermera.

Gracias dijo la peli azul, cuando en eso un pensamiento le vino a la mente ¿alguien le abra informado a Gokú?, pensaba la peli azul mientras buscaba en el celular de Milk, el número del joven.

En el Gimnasio Dragón:

Cálmate muchacho, ahora averiguo ¿dónde está hospitalizada la señorita Ox?, decía el maestro Roshi, mientras Krilin le colocaba una mano en el hombro de Gokú para darle consuelo, en eso el celular de Gokú comenzó a timbrar, el joven al ver que la llamada provenía del celular de Milk, se le ilumino el rostro pensando que todo había sido un invento de él padre de su amada para separarlo de ella.

¡Alo princesa¡, ¿dónde estás?, dijo el jovencito.

Gokú, escucho el joven una voz quebrada que no era de su amada.

¿Quién habla?, dijo Gokú preocupado.

Soy Bulma, Milk está internada en el Hospital Central de la ciudad, está muy grave, dijo la peli azul llorando.

¿Qué?, dijo Gokú derramando lágrimas, ahora salgo para allá, gracias Bulma por avisarme, dijo el jovencito de cabello alborotado.

Minutos después: "Hospital"

Tú ¿Cómo demonios te atreves a venir?, dijo el padrino de Milk.

Soy su prometido, tengo derecho a estar con ella, dijo Gokú con firmeza.

Qué yo sepa tú no eres nadie, nadie en nuestra sociedad te acepta, dijo el hombre, mirándolo furioso.

Padre no es el momento, dijo Vegueta, mirando con lastima a Gokú.

Varias horas después:

Yo que tú, me fuera de aquí, en este lugar no eres bienvenido dijo Diecisiete, mientras Gokú decidió no responderle y permanecía parado a un lado de los familiares de Milk.

2 días después:

¿Y cómo está?, dijo Krilin.

Esta estable, pero aún no despierta y lo peor es que ni siquiera puedo verla, porque su padre no me lo permite, lo poco que se de ella es por Bulma, ella se ha portado muy bien conmigo, dijo el joven de cabello alborotado.

En el hospital:

¿Quiénes son ustedes?, decía una bella pelinegra que acababa de despertar, bajo la mirada sorprendida de su padre, padrino y Diecisiete que habían entrado a la habitación.

Yo soy tu padre mi niña, dijo el gigantesco hombre abrazándola y dándole un beso.

Y yo tú padrino y él dijo señalando a Diecisiete tú prometido.

Milk, miro a los tres desconcertada, ¿y por qué no me acuerdo de nadie?, decía la jovencita tomándose la cabeza, mientras Diecisiete se acercaba a abrazarla.

Cálmate preciosa, poco a poco iras recordando todo eso dijo el médico, dijo el jovencito sonriendo de su suerte.

Minutos después en el pasadizo del hospital:

No pueden forzarla a que recuerde eso le puede causar daños irreversibles, ella sola ira recordando o tal vez nunca lo haga, dijo el médico; mientras Bulma y Vegueta escuchaban atentamente y el padre de Vegueta y Diecisiete sonreían.

Gokú acababa de llegar y el padre de Milk y su padrino se acercaron a él, no quiero volverte a ver cerca de mi hija, si vuelves a cercarte no solo perderás tú trabajo sino yo mismo me encargare que tu abuelo se quede sin casa y no creo que a su edad soporte ello, dijo el padrino de Milk, riendo.

Escúchame bien muchacho dijo el padre de Milk, el único prometido de mi hija es Diecisiete y por tu bien te recomiendo que ni siquiera intentes acercarte a ella.

A menos que quieras que la próxima vez no fallemos, dijo el padre Vegueta con una sonrisa maléfica.

¿Ustedes querían matarme?, dijo Gokú sorprendido.

Si, por desgracia no se pudo, pero salió mejor de lo que pensamos, Milk no te recuerda, tu nunca estuviste en su vida y si no quieres que la próxima vez no fallemos no vuelvas a cercarte a ella, ¡ah¡, y no se te ocurra denunciarnos, pues nadie te creerá nada, recuerda que solo eres un miserable, dijo el padre de Vegueta.

En el cuarto de Milk:

¿Cómo te sientes linda?, dijo Vegueta que había entrado con Bulma a ver a la pelinegra.

¿Ustedes quiénes son?, decía la pelinegra mirándolos confusa.

Yo soy tu amiga Bulma y él es mi novio Vegueta, dijo la peli azul.

Perdónenme que no los recuerde, decía con tristeza la bella pelinegra.

No te preocupes Milk, poco a poco los recuerdos volverán no te esfuerces amiga, dijo Bulma abrazándola, en eso Diecisiete entro a la habitación.

¡Hola¡ amor como estas dijo el joven que traía un enorme ramo de rosas rojas.

Gracias dijo la pelinegra recibiendo el ramo y pidiéndole a Bulma que los coloque en florero que había en una mesa. Mientras Diecisiete trataba de darle un beso que la pelinegra rechazo, pues argumento sentirse adolorida.

Vegueta yBulma, decidieron salir de la habitación y no seguir siendo participes de ese engaño.

¿Qué podemos hacer?, dijo la peli azul preocupada.

Nada amor, por el momento solo esperar a que ella lo recuerde todo, dijo Vegueta.

VOLVIENDO A VIVIRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora