Capítulo 12

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-Capítulo 12

Al día siguiente me levanté hacia las doce de la mañana, ya que mi asistenta María había venido a limpiar mi habitación.

-Lo siento Laila, pensé que dormirías en casa de Laura- Se disculpó

- No pasa nada María-le sonreí- ya es una buena hora para levantarse

-¿Quiere un pastilla para la cabeza?

-No gracias, ayer no bebí y volví pronto a casa. Ahora voy a desayunar me muero de hambre.

Me levanté y le dí un beso en la mejilla, pero cuando iba por las escalares la escuché decirme que me calzase. A lo que yo reí, baje ala cocina donde mi hermana estaba desayunando, y con una cara de muerta muy normal en ella los domingo, en mi también, pero hoy podría reírme de ella.

-Oye, tienes algo debajo de los ojos, y estás horrible, más de lo que acostumbras, y mira que es difícil.

- Déjame en paz enana, ¿y tú porque no tienes resaca? – Dijo sujetándose la cabeza- y lo que tengo debajo de los ojos se llama ojeras. Haz algo bueno por tu hermana y pásame una pastilla para el dolor.

-Porque tu hermana es una niña buena- moví las pestañas rápidamente poniendo ojitos- Te levantas, que tienes piernas.

Cogí mi taza de princesa Disney y me eché café en ella. Cuando acabé la dejé en el fregadero y fui en busca de los mellizos. Estos se encontraban en el salón viendo la televisión, les revolví el pelo y me senté a su lado.

-Hola Lai- dijeron a la vez

-Hola enanos, ¿no sois muy pequeños para ver esto?

-No, The Flash es lo mejor, y yo cuando sea mayor correré tan rápido como él.- Dijo Dani a lo que yo reí.

-Bueno chicos, me voy si viene papá le decís que salí.

Subí rápidamente a mi cuarto, y encendí el móvil, ya que lo tenía apagado desde ayer por la noche.

Cuando se encendió tenía un montón de mensajes del grupo con las chicas, de Laura, de Adrián y de un número que desconocía. Ignoré los del grupo ya que me daba pereza leerlos todos, seguro que era sobre algún cotilleo de ayer en la fiesta, cosa que no me interesaba en absoluto. Laura se disculpaba porque por su culpa Adrián se había enterado de que me fui a casa con Jonathan y que si me encontraba bien. A lo que conteste que no pasaba nada, y que estaba perfectamente y que hablaremos mañana en el instituto.

Todos los mensajes y llamadas de Adrián las ignoré. Pero el mensaje desconocido era un tanto extraño...

Desconocido 11.23 A.m.:

Chica Sexy, que tal te encuentras?

Laila 12.30 P.m.:

¿Quién eres?

Desconocido 12.32 P.m.:

Me parece muy mal que no te acuerdes de tu príncipe azul.

Laila 12.32 P.m.:

¿Qué quieres Jonathan?

Príncipe Idiota 12.33 P.m.:

Nada que me aburría, el Friki de mi hermano está encerrado en su habitación haciendo no se que trabajo

Mierda, se me había olvidado el trabajo con el Friki. Me levanté de un salto de la cama, y cogí lo primero que vi en el armario. Una top blanco unos pantalones negros de tiro alto y mis vans negras. Fui al baño y arregle el desastre que tenía como pelo, me maquillé un poco, aunque vaya a la casa del vecino tengo que mantener la apariencia. Nunca me pueden ver desarreglada.

Salí de casa corriendo y gritando un vuelvo en un rato. Miré la hora en mi reloj y era la una. Me paré delante de la puerta del Friki y paré a coger aire. Pero justo se abrió la puerta.

-¿Tú qué haces aquí? No tienes ni la decencia de contestarme. ¡Me has dejado con tic azul¡

- No te quejes y déjame pasar que puede que no me veas nunca más. Adiós- Le dije a Jonathan y me colé por debajo de su brazo.

Subí al piso de arriba y busqué la habitación de Lucas, había dos puertas. Una totalmente lisa y otra con carteles de no pasar. Opté por la primera.

-Holaa...- Dije tímidamente- ¿Puedo pasar?

Conquistando a un NerdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora