Se moja la cara rapidamente y apoya su espalda en la puerta que tenia la traba puesta, cierra los ojos y respira profundo varias veces.
No es consciente de cuantos minutos lleva ahi adentro, pero sabe que lo esta haciendo esperar mucho a Mariano y tiene que salir de ahi cuanto antes.
Larga un ultimo suspiro y sale del baño con coraje, dirigiendose a la oficina donde se encontraba el hombre que logro enamorarla.
Tenia que actuar normal y tratar de disimular su nerviosismo ante el, tratar de preparar la reunion lo mas rapido posible y por hoy safaba de varias.
Abre la puerta y lo ve a el. Este cuando la ve entrar le regala una sonrisa y eso a Mariana la derritio por completo.
''Actua normal y disimula'', se repetia en su mente ella.
La morocha le devuelve la sonrisa, para disimular que estaba bien (aunque todo sabemos que no lo estaba) y se sienta en la silla de su escritorio.
-Estuve a punto de irte a buscar.- le dice el morocho. Ella se queda en silencio por varios segundos, haciendose la que estaba concentrada en su computadora, no logra retener su sonrisa y por ultimo lo mira.
-Perdon..- se disculpa ella.- Tarde mucho?
-No, te estaba jodiendo.- le dice el y ahora se concentra en los papeles que tenia en mano, el silencio abunda en la oficina y sinceramente no era tan incomodo.- Porque no viniste estos dos dias?
-Por..- okey Mariana, pensa una buena excusa y disimula.- Porque estaba ocupada viendo departamentos, me voy a mudar sola.- se excusa ella.- y estuve estos dos dias buscando.
-Que raro que tu papa no hizo eso por vos..- le dice el.
-No, el se ofrecio, pero quise ir yo y elegir uno a mi gusto.- le contesta la morocha, tratando de buscar los archivos para empezar a preparar la reunion, pero con Mariano hablandole se le hacia una tarea dificil.- Porque sinceramente mi papa tiene un gusto horrible.- y Mariano rie por la cara de desagrado que puso.
El silencio abundo una vez mas la sala.
-Ya te llegaron los archivos?
-No..- le contesta ella, ahora si buscando los archivos que le tenian que llegar.- Eso estoy buscando pero no los encuentro.
-A ver..- dice Mariano y se sienta alado de ella, tomando el control de la computadora para buscarlos. Lali no evita mirarlo y admirar ese perfil tan hermoso que tiene.- Que raro que no te hayan llegado, los mande antes de venir.- y no pudo evitar desviar su mirada a su boca que tanto queria volver a probar.- Ahi llego.- dice Mariano, pero ella seguia con su vista en el.- Tarda en llegar a veces.- Mariano abre el archivo y entonces mira a Lali y esta desvia su vista rapidamente hacia la pantalla.
-Ah! Bueno, empezemos..- le dice ella.
Mariano sonrie y agarra los informes para empezar, haciendo el que no se dio cuenta de nada, pero se percato que Lali lo estaba mirando desde que se sento a su lado.
Empezaron a organizar la reunion que era para mañana, entre risas por los chistes que hacia Lali o miradas complices que lo decian todo.
En un momento Lali estaba escribiendo lo que iba a decir, mientras que Mariano finalizaba su discurso. La petiza escucha un sonido de una camara y se da vuelta para ver que onda. Mariano se estaba riendo, le habia sacado una foto.
-Que hermosa es tu cara de concentracion..- le dice este, mirando la foto que le habia sacado a la morocha infartante.
-Mariano, borra esa foto!- le dice esta, siendo consciente de que en la foto habia salido horrible.
-No.- le dice este divertido.
Mariana trata de sacarle el celular, pero el se niega rotundamente en darselo. En un intento fallido de quitarle el dispositivo movil, ella resbala, pero el la toma de la cintura para evitar que se caiga, quedando frente a frente.
-Nerviosa?
-Y porque deberia estarlo?
-Nose, eso decime vos, porque te note nerviosa desde que llegaste.- OMG! Todo el tiempo que trato de disimular fue en vano, porque Mariano se habia dado cuenta de su nerviosismo.
-Nada que ver..- se niega.
-No me lo podes negar.- dice el.
-Pero no te voy a decir el porque.
-Me lo estas afirmando?
-Claro.
-Y porque?
-No te voy a decir, es un secreto.

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Aprender a amar
RomanceDos personas lastimadas que se encuentran para sanar esas heridas que les dejó el pasado.