Capitulo 23

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Se encontraba tranquila, no quería pelear, ni llorar, ni nada que le cause stress en su cabeza y en su corazón, solo disfrutar este sábado de otoño.

Hoy la empresa participaría de un evento en donde se encontrarían todos los empleados y jefes de esta y era mas que obvio que Lali y Mariano iban a estar presentes.

El morocho llega al hotel donde se realizaría el evento junto a su amigo Nicolás y lo primero que busca en el salón, es a ella, pero no logra encontrarla.

Desde esa mañana en que los dos confesaron sus sentimientos no dejaron de pensarse el uno al otro y necesitaban verse porque se extrañaban horrores.

Mariano, no estaba concentrado en lo que hablaba en esa pequeña ronda que se formo con otros colegas de otras empresas. Pero de repente mira hacia la puerta y ve entrar a una mujer hermosa, que tenia una sonrisa de oreja a oreja mientras hablaba con su hermano y entonces una felicidad inexplicable siente dentro de su ser, porque ella esta ahí.

Lali se sienta en unos de los sillones, viendo a las parejas bailar (esa música lenta que la relajaba tanto), mientras tomaba un trago que le había traído su hermano.

-Tiene alcohol?- le pregunta Mariana a Franco.

-No, no tiene, como si te importara.- le contesta el.

-Me importa. Tengo que manejar después, te lo recuerdo.

-Si seguro te vas a ir por ahí..- le dice Franco, haciendo referencia a que se iría a algún boliche para no aburrirse en el evento.

-No, hoy no salgo.- le dice la petiza, mientras le daba varios sorbos a su trago. Al parecer Franco no entiende que ella no es la misma y que Mariano es la razón de este cambio.

-Ja.- suelta esa silaba tan irónica.- Repetilo hasta que te lo creas.- su hermana no le dio importancia, ya que no iba a ''discutir'' por una boludes que no valía la pena.

Franco se va con su papa Carlos a hablar con unos colegas que habían llegado recién y Lali se quedo ahí, mirando a las personas bailar.

-Tan hermosa y tan sola.- dice una voz muy conocida a sus espaldas que la dejo paralizada. Se da vuelta y puede ver que ahí estaba el morocho de ojos bipolares al cual amaba tanto. Lo escanea rápidamente con la mirada y sinceramente esa noche estaba mas hermoso que nunca y la sonrisa que llevaba en su rostro lo hacía mas perfecto.

-Mariano..- suelta después de unos segundos. El se sienta a su lado y la saluda con un beso en la mejilla y ante esto los dos sintieron una descarga eléctrica recorrer todo su cuerpo.

-Estas hermosa.- le dice el morocho mirándola a los ojos. Ella siente sus mejillas arder ante este piropo y baja levemente la cabeza, junto a una sonrisa de enamorada.

-Gracias..- le dice levantando su mirada y conectando sus ojos con los de el.- Vos también estas muy lindo.

El solo le sonríe a modo de ''gracias'' y no dicen nada mas.

-Bailas?- pregunta de repente el morocho, ofreciéndole su mano a Mariana.

Ella lo duda unos segundos, pero se dio cuenta que no servía de nada negarse a una pieza de baile con el, así que toma su mano y entrelaza los dedos con su amado. Mariano la dirige hacia la pista y se para en el medio de esta.

El posa su mano en la cintura de la morocha y ella coloca su mano en el hombro de el y por el otro lado se agarran sus manos, para después moverse al compas de la música.

-Porque te fuiste de la oficina ese día?- le pregunta Mariano, mientras bailaban.

-Porque están tan preocupado por lo que ya paso?

-Era una situación única..- le dice, haciendo referencia a aquella mañana donde los dos se confesaron el uno al otro.

-No tenes porque estar preocupado por lo que ya paso. Míranos ahora. Estamos acá, bailando, sin que nada nos importe.

-No te importa nuestro alrededor?- le pregunta el, le sorprendía lo que la morocha estaba diciendo, ya que ella no es así de confesar sus sentimientos tan relajada, al parecer ya estaba abierta a lo que le estaba pasando.

-No..- le confirma, mientras movía su cabeza negando.- Ya no me importa nada.

Lali sonríe y Mariano se contagia, dejan de bailar, por algún lado ya ni sabían la música que sonaba, ni cuantas personas había en la pista, en ese momento solo existían ellos dos y nadie mas.

Se van acercando lentamente, rozándose sus narices y haciendo que sus respiraciones se mezclen, creando sensaciones inexplicables dentro de su ser. Finalmente juntan sus labios, uniéndose en un beso lleno de AMOR y convirtiendo ese momento MAGICO para los dos.

''Un gran amor, el comienzo de algo nuevo, tan fuerte como fugaz, tan real como extraño, como engañoso, tan divertido como imposible. Lo irresistible no siempre es lo perfecto, simplemente es irresistible, si decides vivirlo es una gran salto al vacío con un final incierto, tantas satisfacciones como desilusiones, tan dulce como amargo, hermoso como difícil, pero AMOR al fin''


Aprender a amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora