Capitulo 22

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Hace exactamente 2 semanas y 3 días que no se veían, no se besaban, ni se tenían el contacto que había en el principio.

Ya ambos habían descubierto y aceptado que estaban enamorados el uno al otro, pero el miedo a volver a sentir los frenaba a confesar sus sentimientos.

Mariano llega a la empresa con una sola intensión: hablar con Mariana y arreglar su lejanía de alguna manera, ya varias veces la llamo y le mando mensajes pero ella no dio registros de vida o siempre había una excusa que impedía que se vieran.

Ella se encuentra sentada en su cama mirando un punto fijo mientras sus pensamientos la carcomían por dentro y esta así desde que se levanto de su almohada. Hace 1 hora deberá haber estado en la empresa porque tiene que enviar un mail súper importante, pero no quiere ir y ver a Mariano.

El morocho la busca desesperadamente por toda la empresa, pero no logra encontrarla, pensó en ir a su casa, pero después recuerda que se había mudado y no tiene su nueva dirección.

Lali después de pensar y pensar, decide ir a la empresa, porque es su obligación mandar ese mail, pero solo eso y luego irse lo mas rápido posible, evitando cruzarse a Mariano, entrando y saliendo casi a escondidas a su lugar de trabajo.

Estaciona frente la empresa, el frio ya estaba presente y eso era lo que mas odiaba. La pollera no era algo que favorecía debido al viento, pero se dio cuenta tarde. Se dirige casi corriendo a su oficina, entra y rápidamente prende la computadora, ni siquiera se saca la campera que la abrigaba, ni la cartera que llevaba en su hombro, porque se va a ir de ahí a la velocidad de la luz. El mail se envía, agarra las carpetas que le habían dejado en su escritorio para continuar su trabaja en su casa y decide irse.

Pero cuando abre la puerta para salir de ahí, se encuentra con unos ojos azules que la miraban con el mismo amor y dolor que ella.

-Mariano.- solo le sale decir. Hace mucho tiempo no se veían y para ambos fue una eternidad.

-Tenemos que hablar.- le dice el, después de escuchar pronunciar su nombre de aquella mujer que logro enamorarlo como nadie. Ella baja la mirada, de alguna u otra forma sabia lo que se venia.

-No puedo, me tengo que ir.- le contesta la morocha, pero el no le hace caso, ya estaba cansado de esas excusas que realmente no valían la pena.

-No te vas nada, te quedas acá y hasta no hablar conmigo, no te moves.- le dice Mariano, después de entrar a la oficina de Lali y cerrar la puerta. Ella se rinde ante el y deja todo lo que tenia en la mano en su escritorio, no podía actuar como la histérica que era y debía afrontar la situación de una vez por todas.

El momento de la verdad se estaba acercando.

-Y la supuesta gripe que tenias?- le pregunta el, siendo irónico.

-Por favor Mariano, no me la hagas mas difícil.- le suplica ella.

-Pero no te entiendo Lali..- le dice el morocho.- Decís que estas enferma, pero te veo mas perfecta que nunca. Ponías miles de excusas cuando quería verte, pero no servían para nada, porque actúas así? Porque esta lejanía de repente?

-Nose.- suelta ella.- Nose Mariano, te juro que nose.

-Eso no me sirve, necesito respuestas.- ella niega con la cabeza, no tenia una respuesta concreta para dársela, solo baja su cabeza y el silencio se hizo notar en la oficina. El morocho suspira y trata de calmarse, tiene que decirle lo que siente de alguna manera y como llevan esta ''conversación'' no lo cree posible.- Que nos paso?- pregunta, rompiendo el silencio.

-Puede ser que algo halla cambiado entre nosotros y ya no seamos los mismos del principio.- le contesta ella.

-Vos sentís que algo cambio en vos?- le pregunta Mariano y ella asiente con la cabeza.

-Si.- le responde y entonces se decide a confesarle sus sentimientos.

-Necesito saber que sentís Lali, por favor.

-Nose que estoy sintiendo Mariano..- le dice ella y su voz se empezó a quebrar.- Es algo que no sentía hace mucho y ya ni me acordaba lo que era amar a una persona.- y con lagrimas recorriendo sus mejillas y una mano en el corazón, agrego.- Me enamore.- dice ella finalmente.- Me enamore y esa es la respuesta a todas tus preguntas.

El morocho por fin escucho lo que quería escuchar hace tiempo, ella estaba enamorada de el, como el de ella y ya no había vuelta atrás.

Mariana se queda mirándolo, quería que diga algo, porque su silencio la estaba matando. El le contesta acercándose y quedando a centímetros de distancia. Acaricia su mejilla y ella cierra los ojos ante este contacto.

-Porque te callaste tanto tiempo?

-Por miedo.

-A mi?

-No, a vos no..- le aclare ella.- El miedo a volver a sentir esto, porque yo ya ame una vez y me lastimaron.

-A mi también me lastimaron y también tengo miedo..- acepta el.- Pero no me niego a sentir esto que me esta pasando con vos.

-No, pero yo no..- no le salían las palabras y su voz se empezó a quebrar una vez mas.- Yo no puedo sentir esto que siento.- las lagrimas le impedían hablar y quería escapar de ahí.

-Lali no digas eso.- le suplica el.

-Perdóname Mariano, vos no te mereces a alguien como yo.- solo le sale decir y se va corriendo de ahí, dejando solo a el morocho, ahogado en un mar de preguntas.

''Si nada nos salva de la muerte, al menos que el amor nos salve la vida''

Aprender a amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora