35. "Ejercitarse".

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35. "Ejercitarse".

|Narra Ethan|

-Dime por qué no hemos tenido un tiempo como este en todo el viaje que hemos hecho desde que salimos de california. –Dijo Kian para luego meter un trozo de carne a su boca-.

-Eso me lo pregunto yo. –Comí otro poco-. Henry mencionó lo de la papada del tipo que nos hablaba en la conferencia de ayer. Casi me ahogo de la risa en el desayuno. Mientras tú meabas pasé una de las mayores vergüenzas de mi vida. –Reí solo-.

-¿De las mayores? –Bufó-.

-Bueno, talvez exagere pero ya me entiendes.

-Claro... Sigues siendo un adolescente. –Murmuró al final-.

-¿Perdona? –Pregunté, pero claramente había escuchado-.

-Nada. –Miró su comida-.

-Kian. –Hablé serio-.

-¿Sabes? Me refiero a que... dijiste de las mayores vergüenzas de tu vida. –Mi ceño seguía fruncido, sin saber aún a lo que se refería-. Cuando estaba en el instituto me gustaba una chica, pero a unos chicos mayores que yo también les gustaba ella. Una vez cuando terminábamos un partido. Que por si no te había contado, solía jugar basketball en ese tiempo. A lo que iba es que a los chistositos, sabiendo que ella me gustaba, me quitaron la ropa cuando me metí a la ducha y en vez de ella, pusieron una nota. "Una persona tiene tu ropa justo debajo de las primeras escaleras al salir de aquí" Ponía la estúpida nota.

-¿Era ella? ¿La chica que te gustaba? –Comencé a reír-.

-Déjame terminar. –Asentí sin parar de reír-. Los muy idiotas me quitaron la toalla y en cambio me pusieron una minúscula en la puerta. Solo logré tapar mis tres intimidades y salí corriendo con varias personas riéndose y señalando mi trasero. Hubo fotos, Ethan. ¡Fotos! –Exclamó habiendo que yo riera con más fuerza pero no como esta mañana. Luego de que tomara aire, le dije que continuara-. Llegué debajo de las escaleras de mi instituto y estaban los tres tíos con sus cámaras y estaba la chica con una cara de aturdimiento increíble y mi ropa en sus manos. Al verme desnudo la ropa cayó al suelo... al igual que la pequeña toalla que me "cubría". –Estallé en carcajadas nuevamente hasta tener que secarme los ojos por las lágrimas, en cambio a Kian no parecía hacerle mucha gracia-. Mis manos temblaron y la dejé caer. Los tíos no me tomaron más fotos. Quisiera pensar que los intimidé, pero veían a un profesor que estaba detrás de mí. Esto era una mierda en ese momento, la mirada de ella estaba clavada en mi miembro. Increíblemente sonrojada. Me tapé con las manos a penas y agarré mi ropa y salí corriendo a algunos baños.

Seguía sin parar de reír pero escuchaba a Kian bien. Era absurdo. Su historia era la vergüenza más grande que alguien pudo haber sufrido jamás.

-Es increíble, Kian. –Dije-. ¿Sufrías bullying?

-No, no. Eso solo era una pequeña batalla de ganar la chica. –Negó sonriendo-. La gané yo.

-¿Saliste con ella? –Pregunté impresionado-.

-Ethan, estoy casado con ella. –Sonrió con autosuficiencia y yo me quedé perplejo-.

-¿¡Chloe!? –Parpadeé varias veces y me incliné por encima de la mesa un poco-.

-No, Suzanne. ¡Claro que Chloe, idiota! A ella sí la intimidé. –De nuevo la sonrisa con autosuficiencia. Rodé los ojos pero aun así mi cara de impresionado no se iba-.

-¡Te felicito! –Alcé las manos y luego reímos-.

Luego de seguir comiendo y de otra anécdota mía, salió el tema del ejercicio. Porque mi anécdota incluía una promesa que nunca le cumplí a Sarah y era ejercitar cada semana. Solo había sido una broma, pero utilicé la palabra "prometo" así que mejor tarde que nunca...

Papá de Repuesto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora