16. "Ya no tiene miedo".

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16. "Ya no tiene miedo".

|Narra Mia|

-Necesito de una sola vez que no nos interrumpan. –Dijo en medio de besos-.

Un segundo. ¿Qué? ¿Él se refería a...? Se aclaró la garganta alejándose de mí, se puso muy rojo igual que yo. Miré la ventana porque no logré decir nada. De pronto sentí que salir de ahí sería menos incómodo.

-Buenas noches, Ethan. –Abrí la puerta pero la mano derecha de Ethan detuvo mi brazo izquierdo. Giré a mirarlo-.

-Espera... Lo siento. No quería que sonara muy desesperado... no tuve que decirlo así, no tuve que decirlo del todo. –Hizo una pausa-. Soy muy estúpido cuando estoy a tu lado. Me pones nervioso y no sé qué hacer. –Examiné su cara con mi mirada porque no sabía qué decirle-. Joder, soné como un maldito desesperado. –Bajó la mirada-.

-No... -Me miró nuevamente, con un brillo en sus ojos-. No sonaste desesperado... Solo... -Lo dije para que se sintiera mejor, la verdad sí que sonó desesperado, pero sabía que no estaba así-. Agh, no sé. Pero en serio tengo que entrar ya. –Asintió y se inclinó nuevamente a mí, me dio un beso en la mejilla y yo salí del auto-.

Abrí la puerta con la llave y me preparé mentalmente de lo que me diría mi padre, cuando me di cuenta que estaba en la sala viendo televisión.

Siempre que salía tarde del trabajo, él pensaba que estaba con Ethan y cuando sí estaba con Ethan, había más problema. Mi padre seguía sin aceptarlo y decía que yo no estaba lista para una relación que involucrara un niño.

Ya eran casi las once de la noche. Talvez por esto me reprochara más.

-Es un poco tarde. ¿No crees? –Sí, me trataba como una niña-.

-Papá, por favor no empecemos.

-Exactamente, no empecemos ¿Qué? Tú eres la que sale con un padre soltero. –Me puse a la defensiva-.

-¿Podrías dejar de llamarlo "padre soltero"? En primer lugar, Ethan no está soltero, es mi novio. En segundo lugar, deberías dejar de juzgarlo porque ni tan siquiera conoces lo buena persona que es. –Lo dije por las cosas que había dicho esta semana y la pasada-.

-¿Qué mosco te picó? Hace unos meses estabas muy convencida de que tener un niño era algo que querías cuando completaras tus metas laborales, que, por si se te olvidaron o él te las quitó de la cabeza... Aquí te recuerdo algunas. Por fin tener un local con Jane para especializarte en psicología y en tener un mejor futuro. ¿O no es eso lo que querías?

-Sí, papá, es lo que quiero y lo sé perfectamente. –Tomé el puente de mi nariz y cerré los ojos fastidiada-.

-Pues te estás retrasando.

-No me estoy atrasando. ¡Están en marcha! –Exclamé-.

-No me hables así. Sigo siendo tu padre. –Dio un paso hacia adelante acercándose a mí-.

-Ya estoy grande... -Me interrumpió ahora él exclamando-.

-Si ya estás tan grande como dices por qué sigues viviendo aquí. ¿Eh? –Abrí la boca indignada por lo que me acababa de decir. No se retractó y siguió con su mirada firme-.

-Te lo recuerdo bien. Viví con Lauren unos meses y discutimos. Ustedes me pidieron que volviera aquí. ¿Pero sabes qué? No importa, si no me quieres aquí. Genial.

Tomé mi bolso y fui a mi habitación. Agarré otro bolso más grande y eché unas cuantas cosas de ropa y pijamas. Suspiré con aire triste y miré mi celular. Lo llamé. Cinco tonos desesperantes y eternos... hasta que escuché su voz. De pronto recordé lo que me dijo en el auto y traté de evadirlo.

Papá de Repuesto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora