Capítulo 67: Especial Ian

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Es una locura todo el trabajo que tengo por hacer, aparté por un momento todos los papeles regados sobre mi escritorio, recargué ambos brazos y descansé la cabeza sobre ellos, buscando un momento para despejarme de todo esto.

Cuando Nicole me dijo que me dejaba este tiempo para conocer a alguien, ni siquiera lo intenté, amigos intentaron presentarme a alguien más pero me era imposible sí quiera intentarlo. No podía sacarla de mi mente, no podía olvidar de la noche a la mañana todo lo que habíamos vivido, confundí a todo mundo mostrándome alegre pero después de un tiempo me fastidiaba que me repitieran una y otra vez que conociera a alguien más.

Desde aquel día que fui a hablar con Jonh dejé de contar los días que faltaban para el regreso de Nicole, anteriormente Peter había prometido investigar la fecha de su llegada, pero le había pedido que sí la sabía no me dijera, no quería saber que ella había regresado y que yo no pudiera ir a visitarla inmediatamente, porque no tengo ni la menor idea de que decirle, sí, estoy aterrado, totalmente aterrado de mirarla a los ojos y descubrir que el sentimiento hacia mí ha desaparecido.

Inhalo aire profundamente y continuo con mi trabajo, pasando alrededor de dos horas, ordenando y transcribiendo, entró Peter desesperado a mi oficina sin tocar sí quiera la puerta. Se plantó frente a mi escritorio y se me quedó viendo sin nada que decir.

-¿Sucede algo?-pregunté tal vez un poco fastidiado.

-Está aquí.-dijo sin más. Mi corazón comenzó a acelerarse, Peter no sabe cumplir la promesa de no avisarme. No sé que decir, sólo siento como sí estuviera petrificado.-Niki, está aquí.-repite

Me levanté de mi asiento abrumado por la noticia.

-¿Aquí en la oficina?-dije ya desesperado por verla, por liberarme de la angustia.

-Estaba desayunando en el local de enfrente cuando la vi entrar pero...-antes de que pudiera decir otra palabra, tomé mi saco de la silla y corrí, tomando el ascensor, ¡vamos, deprisa, deprisa! Maldije al ascensor por su lentitud. Me coloqué con rapidez el saco y al llegar a la planta baja, corrí en dirección a aquel local, sentía incluso que mis manos sudaban, ¡joder!

Entré y con la vista comencé a buscarla, y ahí estaba...Sentada en la mesa del fondo, se veía distinta, más grande, más hermosa. Una sonrisa apareció en mi rostro, me quedé contemplándola un momento, hasta que una mujer me preguntó sí quería una mesa.

-No, gracias.-contesté sin dejar de mirarla, pero fue ahí cuando me di cuenta de que no estaba sola. Platicaba y le sonreía a un chico de cabello castaño y chinos alborotados. Caminé en dirección a la puerta. ¿Me voy o me quedo? Era la pregunta presente en mi cabeza. Discutiendo mentalmente sobre que hacer.

Caí en cuenta de que las personas me miraban de una forma extraña, me decidí por quedarme y hablarle, podría ser la única oportunidad de hablar con ella.

Caminé hasta su mesa, y me miró, la sonrisa que tenía antes en su rostro se evaporó.

-Ian.-dijo apenas en un susurro.

-Santiago, mucho gusto.-dijo el muchacho que la acompañaba, levantándose y extendiendo su mano. Lo saludé por cortesía pero mi mirada se desvió hacia Niki.-Luego nos vemos Niki.-dijo Santiago soltando mi mano y depositando un beso en su cabeza. Sólo pude ponerme serio y me quedé mirándolo hasta que se retiró. Tomé asiento frente a ella y nos quedamos en silencio por un minuto.

¡Joder! Estoy nervioso ¿Qué le digo?
La misma mujer que me había ofrecido una mesa minutos antes, se acercó a preguntar sí gustaba algo, pedí un café, el frío que se sentía afuera calaba hasta los huesos.

Sabor a prohibido (#Wattys2016)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora