Capítulo 7

13K 740 7
                                    

-Niki.-habló mamá. Me revolví en mi cama sin hacer caso.-NICOLE.-gritó


-¿Mande?-contesté malhumorada


-Que se te ha hecho tarde, muévete.-Instantáneamente me levanté de la cama y corrí para bañarme.


Hice todo lo más rápido que pude pero eran las 6:50 am, no llegaría en 10 minutos al instituto. Le pedí a Ian que metiera velocidad y cuando llegué ya no había un solo alumno en la entrada. Corrí a la puerta y le hablé al portero con quien me llevaba bien.


-Rupert, déjame entrar.


-Lo siento Niki, si lo hago, me llamarán la atención.


-Vamos.-supliqué


-No puedo, lo siento.-dijo mirándome con lástima.


Asistía a un colegio privado, yo no quería, pero mi hermano insistía que era lo mejor, aunque le costara bastante pagarlo. Él tenía la esperanza de que tuviera una carrera y me superara, había conseguido una beca, no era de las chicas que no valoraban el esfuerzo que hacían por pagar mis estudios.


-¿Y?-preguntó Ian.


-No me dejaron entrar.-contesté frustrada


Detestaba llegar tarde pero algunas veces ni la alarma escuchaba.


-Regresaré a casa, tú ve a tu trabajo, seguro llegas tarde.


-No puedo dejarte ir sola, vendrás conmigo a la empresa.-dijo decidido.


Había ido muchas veces a la empresa, pero con Jonh y todos eran muy amables pero ir con Ian podía llegar a ser intimidante. Al llegar a la empresa, unos me saludaban, otros no, estaban a punto de hacerlo pero al ver que venía acompañada de Ian, mejor ni se acercaban.


Él tenía su propia oficina, igual que Jonh, la suya era grande, con un sofá precioso color rojo, su escritorio, una computadora y un mueble con muchos libros, ¡Puff! era muy bella.


-Ponte cómoda.-dijo y él se sentó en su escritorio.


Pase horas recostada, escuchando música, incluso adelanté un trabajo pendiente pero me aburría bastante.


-Iré por un café.-dije.


-Alguien puede traértelo.-dijo alzando el teléfono.


-No te molestes, quiero distraerme aunque sea con eso.-Salí de la oficina y fui directo al cuarto para preparar el café. Se encontraba un chico apuesto, alto y se miraba simpático.


-Hola.-saludé


-Hola. Me llamo Michael.-dijo muy amable.


Nos quedamos conversando un rato, decía que tenía 1 año ahí, y que estaba en su hora de comida pero no le apetecía salir.


-Vámonos.-era Ian  quien me jalaba del brazo.-Michael me parece que tu jefe te llama.-Ian se comportaba muy grosero.


-Perdón Michael.-dije mientras salíamos.


-¿Qué te pasa?-dije enojada, una vez entrando a su oficina.


-Dijiste que solo irías por un café.-no me miraba.


-Pues se me antojo quedarme a platicar con Michael.


-Me pareció que te coqueteaba.-su mirada era perturbadora.


-¿Y qué si lo hacía?-dije acercándome.-¿O será que tú.-lo señalé con el dedo.-estas celoso?-susurré cerca de sus labios.


-Para nada.-decía cerrando los ojos.
-Pues no parecía.-dije apartándome.
Pude escuchar como soltaba el aire, había terminado con su novia, así que prácticamente no estaba mal que jugueteara un poco, además él había comenzado con sus jueguitos.
-Vendrás cada día después del colegio a mi oficina.-dijo volviendo a su escritorio.
-¿Qué? ¿Para qué?-dije alzando la voz.
-Porque esta semana estas a mi cargo y te mantendré vigilada.-ni siquiera me dirigía una mirada.
-No quiero.

-No te estoy preguntando.-contestó.-Vendrás aquí.-dio por terminado.


Sabor a prohibido (#Wattys2016)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora