Capítulo 59

8K 491 9
                                    

Al salir del colegio, el auto de Jonh estaba aparcado, miré a Hannah de mala gana y ciertamente un poco nerviosa por saber sí me dejaría ir a su casa.

-Jonh.-dijo Hannah asomándose por la ventanilla de copiloto. Jonh sonrió para ella pero para mí seguía estando serio.-Niki prometió ayudarme a estudiar química, pronto será el examen y no me entran los temas. ¿Puede ir a mi casa?-Jonh lo dudó unos minutos, pero finalmente aceptó. En mi rostro se dibujó una sonrisa enorme, nos subimos al auto y nos llevó hasta la casa de Hann, esperó hasta que entráramos y luego escuché como se iba.

Pasamos un rato charlando y le ayudé con algunos temas de química con los que realmente le hacía falta repasar. Eran 5:20 y mi ansiedad ya estaba al límite. Esperar 10 minutos era una eternidad. Apenas dieron las 5:30, el timbre ya estaba sonando. Hannah abrió y lo dejó pasar.

-Niki.-dijo soltando un suspiro y sin dudar un segundo me rodeó la cintura en un abrazo fuerte y desesperado.-¿Cómo estas?-dijo al separarse y pude mirarlo con más atención.

-¡Por Dios!-dije un poco asustada cuando se retiró los lentes que llevaba.-Cuanto lo siento Ian.-no dejaba de pensar que esos golpes eran por culpa mía.

-No te disculpes Niki. Tenía que pasar.-dijo de lo más natural.-Si los golpes son por quererte, pueden permanecer ahí el tiempo que quieran.-sonrió forzando un poco, supongo que era por el golpe en su mejilla que le incomodaba.

-Chicos, iré con la vecina de enfrente, los dejo un rato a solas.-dijo Hann guiñando el ojo y saliendo. Nos sentamos en el sofá y con un tacto muy ligero le toqué los golpes, sin hacer presión para no lastimarlo, su labio inferior tenía unas pequeñas cortadas y estaba un poco rojizo, me acerqué poco a poco para poder besarlo, me atrajo a su cuerpo y lo besé suavemente quizá pensando que un beso podría sanarlo un poco. Al separarnos comenzó a jugar con mi cabello, mientras yo no podía dejar de ver los golpes que había recibido, no podía evitar sentir esta culpa.

-Deja de verlos, ya te he dicho que no pasa nada.-dijo llamando mi atención.-Nada que no se cure con tiempo...¿Qué vamos a hacer amor?

-No lo sé.-dejé que Ian se acostara en mis piernas. De modo que podía jugar con su cabello, le encantaba que lo hiciera, él sólo cerraba los ojos y se relajaba.-Jonh me dijo muchas cosas...

•••••••••••••

Estaba sentada en mi sala aferrada al cojín, en cuanto Jonh salió de casa y mamá subió a su habitación, tomé el teléfono y marqué el número de Ian, pero no contestaba, escuché los pasos de mamá y tenía que dejar los intentos o preguntaría el porque, así que llamé a Hannah pidiéndole que le avisara a Ian que Jonh iba para allá, pero después de eso, no conseguí enterarme de sí había contestado o ya era tarde.

Con la angustia decidí esperar hasta que Jonh llegara, sí no había ido a su departamento, quizá habría ido a algún bar. Pero cuando llegó estaba sobrio con una rabia en sus ojos y un golpe en la mejilla.

-Justo quería hablar contigo.-dijo aún enojado pero susurrando. Supuse que era para no despertar a mamá.-¿Qué carajos pensaste al meterte con Ian?-se puso frente a mí tratando de intimidar.

-Jonh, lo amo.-dije levantándome para estar un poco más a su altura.

-Él no te ama Nicole. ¿No te das cuenta? Sólo está jugando contigo.-dijo queriendo gritar. La vena de sus brazos resaltaba a causa de la fuerza contenida.-Y ¿tenía que ser con mi mejor amigo? ¿Qué te pasa?-estaba dolido, lo sabía, seguro en estos momentos me odiaba por destruir su amistad, y ciertamente yo también me odiaría.

-Jonh, siento mucho que te hayas enterado de esta forma pero recuerda cuando dijiste que aceptabas que yo tuviera una relación con alguien más grande.-traté de defender.

-Pero yo creí que sería alguien apenas dos años mayor. NO OCHO.-No pudo contenerse y gritó.

-¿Qué pasa allá abajo?-preguntó mamá desde lo alto de las escaleras.

-Nada, mamá. Vuelve a dormir.-contestó Jonh sentándose en el sofá.

Cuando escuchamos que mamá volvió a su habitación, retomamos nuestra plática.

-Escúchame bien Nicole.-me apuntó con su dedo.-No vas a volver a verlo, yo me voy a encargar de eso. Iré por ti a cada lado que vayas, y no volverás a llamarlo, te cambiaré el maldito teléfono.-Su enojo no le permitía ni mirarme a los ojos. Yo sé que le dolía todo esto, y la forma en como se enteró fue la peor. Esta vez levantó la mirada y descargó un poco de rabia sobre mis ojos.-Sí vuelves a verlo, no me voy a tentar el corazón Nicole.-subió las escaleras, dejándome sola en la sala, sentía que mis piernas me fallaban, me senté en el sofá y abracé el cojín ahogando mi llanto. Quería ser fuerte pero esta vez no podía.

••••••••••••••

-O sea que está vez ¿se ha tentado el corazón?-dijo Ian abriendo los ojos.

-No sé que hará la próxima vez, y yo ya no quiero que te lastime.-tan sólo pensar en esa idea era una tortura para mí.

-No vamos a dejarlo Nicole.-su expresión fue bastante seria. Se levantó de mis piernas para quedar a mi lado.- A no ser que tú quieras eso. Sí tú quieres entonces...

-No quiero.-lo interrumpí.-Pero tampoco quiero que te lastime. No sé que hacer.-lo abracé, aferrándome a su cadera, me rodeó con su brazo y me dio un beso en la cabeza.

-Podemos vernos así como ahora, ser más cuidadosos, encontraremos la forma Niki. Llevamos 9 meses haciendo esto.

-Y nos descubrieron.-dije.

-Tendremos más cuidado, no me hablarás por tu nuevo teléfono, podríamos hablar cuando tengas clases libres por el celular de Hannah, y ya encontraremos la forma de vernos.

La puerta se abrió, entró Hann y nos miró con una expresión de ternura y lástima.

-Ian, tienes que irte. Jonh ya viene por Niki.-me fijé en el reloj que había en la pared y eran las 7:30. Mi hermano le había marcado a Hann porque no quiso regresarme mi celular, tendría que esperar hasta tener el otro.

Ian se levantó y me ayudó a ponerme de pie, me miró tiernamente y me besó despacio, me abrazó y lo rodeé del cuello, nuestro abrazo estaba cargado de miedo y amor, porque aunque él no lo dijera, yo sabía que también estaba asustado.

-Te veo después mi niñata. Te amo.-dijo mirándome fijamente a los ojos.

-También te amo.-contesté con mucho esfuerzo, un nudo en mi garganta me impedía hablar más fuerte.

Hannah esperaba pacientemente en la puerta.

-Gracias Hannah.-le dijo Ian abrazándola.

-Cuando quieras cretino.-sonrió.-Ayudaré en lo más que pueda.-Ian salió de la casa y escuché el motor de su auto.

Ambos sabíamos que esto iba a ser más difícil, eso lo sabíamos desde el principio de nuestra relación, sabíamos todas las consecuencias que habría cuando se enteraran pero íbamos a conseguirlo...

Sabor a prohibido (#Wattys2016)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora